YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 23 de Mayo de 2016.- El sábado 21 de los corrientes, los habitantes del poblado de la presa del Rosario, fueron testigos de la confirmación de votos sacerdotales del Pbro. José Luis Segura Barragán al cumplir sus primeros 25 años como sacerdote católico. Como es de suponer, el encargado de dicho ritual lo fue el Señor Obispo, Monseñor Cristóbal Ascencio García que fue acompañado de un buen número de sacerdotes de la Diócesis de Apatzingán.
Hace menos de una semana, el Padre Segura Barragán, por disposición del Sr. Obispo, fue enviado al poblado de referencia donde en adelante seguirá con su apostolado. Cabe mencionar que con anterioridad venía cumpliendo con el Evangelio en Felipe Carrillo Puerto, “la ruana”, lugar en donde deja una profunda huella, en vista de que siempre estuvo del lado de los desprotegidos, de los que menos tienen tanto en el aspecto material como en lo espiritual, motivo por el cual tuvo algunos problemas con personajes que vieron trastocadas sus intenciones de maldad y perversidad, estas gentes no tuvieron, en varios momentos determinados, ningún inconveniente en apedrear e inclusive lanzar disparos a la casa de Dios, así lo consignamos en su momento en este espacio.
Pero lo anterior ahora es cosa del pasado, el presente y el futuro del Padre José Luis Segura Barragán, ahora es en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, es precisamente por ello que el poblado lleva su nombre, ahí, durante la celebración por sus 25 años, la señora Juanita Romero, vecina del lugar, dio la bienvenida al sacerdote que sin lugar a dudas sabrá ser un pastor acorde a los tiempos actuales y de acuerdo a la nueva realidad del catolicismo
En su mensaje a la feligresía, el Padre Segura señaló que, después de más de 50 años, ahora si les toca a los pobres: “Así nos dice el Papa Francisco”.
Destacó la importancia que juegan los medios de comunicación en una niñez pura y fecunda, sobre la maldad precoz y de que por el mismo motivo, en la actualidad hay adultos mayores que siguen siendo niños y por lo mismo pueden gozar de pureza espiritual. (Dejad que los niños se acerquen a mí porque de ellos es el reino de los cielos. Marcos 10: 13-16).
Fiel a su congruencia habitual, el Presbítero resaltó sobre la importancia que tiene el dar y ayudar al prójimo, antes que el recibir: “Ésta es la enseñanza de Jesucristo”.
También habló sobre las cuestiones pecaminosas cuyo origen es Adán y Eva, acrecentado por todos nosotros: “Debemos combatirlas con el bien haciendo el bien, no el mal con al mal”. “Ayudar tanto en lo espiritual como en lo material, los que no hacen obras, los de sin obras no tiene objeto”, lo anterior, tal vez en amplia alusión a Jesús en virtud de que, Jesús es el Verbo Encarnado, hechos son obras y acciones, muy de acuerdo también con los dichos del Papa Francisco que en diversas ocasiones ha señalado que, los pastores de la iglesia católica, deben oler menos a incienso y más a oveja, esta es la interpretación que le damos.
El mensaje del sacerdote José Luis Segura Barragán, escuchado muy atentamente por el Sr. Obispo Don Cristóbal Ascencio García y catorce sacerdotes más, entre los que destacó la figura del Padre Gregorio López Gerónimo, “el padre Goyo” como la feligresía reconoce con cariño, tuvo un momento en que los presentes escucharon con cierta suspicacia, fue cuando habló del origen de las limosnas, de aquellas que en no pocas ocasiones llegan de la delincuencia, dijo que él no estaba acostumbrado a esto por vocación propia y además porque ese tipo de personas, en muchas de las ocasiones pretenden que “vaya a las siete de la mañana a bautizar a un chamaco”. Y hablábamos de la congruencia del Padre porque le conocemos un poco. Pero imaginen ustedes mis queridos cuatro lectores, cuando soltó la siguiente reflexión: “No se pueden recibir limosnas de delincuentes, limosnas provenientes de actividades inconvenientes, y después, al caer en la charola pretender que se purifiquen”.
En síntesis estas fueron las palabras del apreciado Sacerdote católico, un hombre cuya humildad es su sello, un hombre cuyas enseñanzas son el Evangelio, un hombre que, en contraste con muchos otros sacerdotes alrededor del mundo, prefiere manejar su camioneta de modelo muy atrasado, un hombre que se enfrentó a los agresores de la iglesia de Dios, a lo más cobarde y vil de Felipe Carrillo Puerto, “la ruana”, un hombre que se ha sabido ganar el cariño y el respeto en cada una de las comunidades donde ha estado en éstos sus primeros 25 años de vida sacerdotal.
Contador y analista político
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