México, 3 de junio, 2024
Maestro Jorge Álvarez Máynez, reciba un saludo.
Como usted y millones de mexicanos ya lo sabíamos, no ganó las elecciones, es decir, que no será presidente de México.
Sabíamos, usted incluido, que por más esfuerzos y recursos que el partido que impulsó su candidatura, lo más que lograría era lo que es, dicho de otro modo, que usted perdió, pero no así el partido que lo postuló, ya que no ganó la presidencia, pero ganó votos suficientes para mantener su registro, y con ello, las prerrogativas, los recursos económicos que le asigna la ley del erario, esto es, de los impuestos que aportamos los mexicanos.
Quisiera saber cómo se ve hoy usted mismo, cómo lo ven sus hijos, su familia, sus amigos. Y también me pregunto cómo se verá en un par de años, o menos, cuando ya nadie recuerde que usó unos zapatos fosforescentes de color naranja y logró animar a unos miles de jóvenes en las universidades que visitó.
Me resulta relativamente fácil entender la motivación que lo llevó a jugar ese papel, pero no me referiré a ello para que no parezca que pretendo confrontarlo, ni mucho menos, ofenderlo.
Hoy, cuando ya es un hecho consumado lo que todos sabíamos -incluidos quienes votaron por usted- que el resultado no le favoreció, le pregunto, sin ánimo de molestarlo: si como su derrota era perfectamente previsible, ¿consideró en algún momento renunciar a la candidatura?, ¿imaginó cómo habrían reaccionado nuestros compatriotas si hubiese declinado en favor de alguna de sus contrincantes?, ¿imaginó cuánto bien habría significado para México que los votos que obtuvo, así no hayan sido tan cuantiosos, los hubiese sumado a una de las otras candidaturas? y sobre todo, pensando en usted mismo, ¿cuánto tiempo habría transcurrido en que sus compatriotas lo siguieran reconociendo como un mexicano ejemplar?
Seguramente estará pensando en este día, 3 de junio, un día después de las más importantes elecciones en la historia nacional, que no tiene caso ya hacerse esas preguntas, y tengo que aceptar que tiene razón, como dicen, “el hubiera no existe”.
Agradezco su atención y su tiempo. Le deseo un buen futuro.
Atentamente,
José M. Arenas Merino
48 años de ejercer el periodismo escrito, televisivo, radiofónico y digital. Primer corresponsal de El Universal y Radio UNAM en Europa y Notimex en Europa de Este. Director fundador del primer medio en Internet en Morelos. Abogado, escritor, locutor y textoservidor. Amigo de sus amigos. Libre pensador. Piscis.
Dejar una contestacion