
La Columna Vertebral
Martínez Garrigós: crónica de una caída anunciada
Por Carlos Félix
Durante su campaña (la tercera, que fue la vencida) por la alcaldía de Cuernavaca, en 2009, los detractores de Manuel Martínez Garrigós produjeron un video donde presentaban al joven candidato como un ingenuo novato que prometía cosas irrealizables, echando mano de un pegajoso jingle que titularon “El Mundo de Manuelito”, adaptando el tema de una popular telenovela de aquella época. Pese a todo, el priista venció al PAN, que había gobernado la ciudad desde 1997 (con Sergio Estrada Cajigal) y a un PRD que se quedó cerca. El paso de Martínez Garrigós por la Presidencia Municipal está más que documentada: excesos, soberbia, simulación. Abrió muchos frentes, se hizo de muchos enemigos y para acabarla, dejó a unos voraces “amigos y colaboradores” al frente de la comuna, que le dieron la puntilla. Previo a la debacle, muchos aseguraban que Manuel sería gobernador. Lo tenía todo: juventud, carisma, empuje; había obra y mucho dinero para difundir su imagen. Al final, sus errores terminaron con cualquier posibilidad de triunfo del cuernavacense, quien se dedicó a negociar otra posición, buscando la protección (sobre todo el fuero) ante la tormenta que ya venía venir, derivado de denuncias, el escándalo de las empresas fantasmas, el pleito con PASA traiciones al interior de su equipo y la pésima actuación de su suplente y maestro, Rogelio Sánchez Gatica. Pero fue el 25 de enero del 2012, cuando el capítulo final de la historia de MMG comenzó a escribirse. En ese entonces escribí que para los morelenses pasó como con el cuento de Tito Monterroso: ”Y al despertar, el dinosaurio seguía ahí”. Esa fue la conclusión, que la fuerza de México seguía siendo la fuerza del tapado, del favorito, no del más capaz, preparado o competitivo. Fue entonces cuando se consumó el dedazo del CEN del Partido Revolucionario Institucional a favor de José Amado Orihuela Trejo como candidato a la gubernatura por ese instituto político. La decisión tuvo (y sigue teniendo) muchas repercusiones dentro y fuera del tricolor. Dentro, enojo, rechazo, fractura. Afuera, beneplácito y mejores expectativas en el PAN y el PRD ante la figura del ex edil de Mazatepec. Hubo una orwelliana rebelión en la granja y no solamente en Morelos, sino en Chiapas y Tabasco donde la imposición de candidatos tampoco fue bienvenida. Ya se veía venir. El desgastante y prolongado proceso para llegar hasta el ungido fue muy costoso. La tregua que logró el innombrable Humberto Moreira entre los 12 (¿apóstoles?) un judas y un fraile incluidos, se vino abajo cuando la mano que mece la cuna, Elba Esther Gordillo, (MMG dice que fue Paco Moreno) vía Matías Nazario Morales, inclinó la balanza hacia el ex dirigente estatal, quien fue obligado a renunciar para dejar el frente de la dirigencia morelense al ex gobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks (amigo personal de Kamel Nacif y otras finísimas personas). En torno a Amado Orihuela, se dijo, fue designado por una negociación en los más altos niveles para ser el rival más débil en Morelos, por lo que se cedería la plaza al PRD en un proceso disfrazado de “alternancia”. En ese momento, Manuel Martínez Garrigós, sintiéndose despojado de la candidatura que ya sentía suya, hizo pública la afrenta de la banda Osorio Chong y Compañía (los llamó “gangsters, mafiosos y corruptos”) que le habrían ofrecido “el destierro” y al no aceptar esa falta de respeto, se rebeló ante la decisión cupular de su dirigencia nacional. Luego de un micro mitin y un esbozo de toma del partido, el sábado 21, anunció que se registraría para revertir esta anti democrática postura. De manera clara y frontal unos, y tibia e institucional otros, pero distinguidos priistas y participantes en este viciado proceso se manifestaron de diversas maneras: unos ante los medios de comunicación, otros en las redes sociales y otros por la vía epistolar. Maricela Sánchez Cortés dijo que no entregaría su capital político a Orihuela Trejo por no estar de acuerdo en su designación y que incluso buscaría a Enrique Peña Nieto para hacerle saber de la inconformidad de los morelenses. Roberto Abe Almada, por su parte, manifestó no compartir la decisión de los notables del PRI, pero no por no haberle favorecido, ya que no lo mueve la ambición de un puesto, sino servir a Morelos. “No juzgo pero no soy afín a esa forma de decisión y a ese proyecto”, señaló Jorge Meade en Facebook. Por su parte, el Presidente de la Fundación Colosio, Rodolfo Becerril cuestionó el método de selección y propuso nuevas y claras formas de llegar a candidatos comprometidos, con recursos y propuestas, a través de una comisión de candidaturas. Jorge Morales Barud en una carta compartió reflexiones sin ocultar su tristeza: “La disciplina partidista es lo que produce partidos políticos fuertes que son tan necesarios para avanzar en la democracia. Ciertamente asimilar la decisión es complicado toda vez que hemos trabajado intensamente para ofrecer un proyecto que saque adelante a nuestro estado de los graves rezagos que existen en Morelos. Espero firmemente que la propuesta del candidato Orihuela convenza a los priistas y a la sociedad. Ayudaré para que eso suceda. Yo continuaré en el Partido Revolucionario Institucional como un militante más. Estaré en el CEN del PRI para recibir instrucciones de la forma en que habremos de participar. Sé que lo acontecido tal vez no nos satisfaga, pero también sostengo que debemos mantenernos unidos y no tomar decisiones precipitadas”. Al final, el ixtleco empanizado obtuvo no solo la candidatura, sino el triunfo electoral. El Coordinador de los Diputados en el Congreso, Omar Guerra fue claro: “MMG es priista, no se va del PRI y es fundamental para recuperar Morelos”. Pero la constante fue una: en público o en privado todos descalificaron y lamentaron el precio que se pagó por revivir las viejas prácticas del centralismo en la toma de decisiones de los estados. Pero ahí no acabó todo. Vinieron las pugnas al interior del congreso local, escándalos y detenciones de ex ediles priistas (incluso el asesinato de uno de ellos) y una sistemática campaña de los cuadros distinguidos del PRI para tumbar a “Garrigós”. En el ínter, el todavía diputado local y hoy suspendido Presidente del PRI Morelos, rompió el silencio. Y lo hizo en exclusiva en el programa “Quien Resulte Responsable” que conduje los sábados a las 10 de la noche en el canal 119 de Cablemás, con Federico Mayorga y Jesús Castillo. El ex presidente municipal de Cuernavaca habló de todo y de todos. Se dijo víctima de un linchamiento político-mediático, que lo llevó a compararse (dice él que se malinterpretó) con Florence Cassez (ahora se compara con Gandhi) y que medios nacionales como el de Denise Maerker han mentido sobre las empresas fantasmas encargadas de las obras durante su gobierno, objeto de un amplio reportaje y sendas continuaciones, así como su papel en el “Mapache Gate”. Sobre la deuda de la capital, MMG ha asegurado que “él responde sólo por 600 millones”, de los más de mil 500 que adeuda la comuna y que su gestión ya fue auditada con sólo dos observaciones en el proceso de entrega-recepción a su sucesor, Rogelio Sánchez Gatica. Sobre el que fuera también su Secretario de Seguridad Pública y Consejero Jurídico, Martínez Garrigós fue lapidario: “Sánchez Gatica me traicionó; me arrepiento de haberlo hecho mi suplente y confiarle el resto de mi trienio. Lo busqué para pedirle explicaciones y no me respondió. Ya no escuchaba y me sorprende cómo fue pidiendo crédito tras crédito a tantos bancos.” Esto dijo Manuelito. Y fue más allá. Sostuvo que las 505 obras de su corta administración están a la vista, que no pisará la cárcel y que sí violó el amparo promovido por PASA, pero para no provocar una contingencia ambiental como la que se vivió con “los panistas”. El que fuera aspirante a la candidatura del PRI para gobernador, afirmó dormir tranquilo y que ya hizo las paces con el CEN del tricolor, además de que ya pidió disculpas a Emilio Gamboa y Miguel Ángel Osorio Chong (hoy Secretario de Gobernación) por haberlos llamado “hampones y gángsters” cuando no se cumplieron los acuerdos de dar la candidatura a quien ganara la encuesta interna (que él dice haber obtenido) ni las posiciones uno y dos al Senado. Para muchos que vieron la entrevista (y que pueden ver por internet en esta dirección youtu.be/vGZ5d8ca_ek) el ya no tan joven político sigue viviendo en “El Mundo de Manuelito” y para otros, en delirio y negación. Tuvimos la primicia de estas declaraciones y es la opinión pública quien tiene la última palabra. Habrá quien observe un cinismo galopante y quienes perciban un mea culpa tamizado por su papel como dirigente estatal de un partido político. “No me esconderé en el fuero”, dijo Manuel y por lo pronto, hay quien se frota las manos ante la expectativa de un desafuero impulsado por el PAN. En este, como en otros entuertos, hay muchas manos, intrigas, vendettas, medios de comunicación y aprendices de brujos metidos. Haiga sido como haiga sido, Cuernavaca está en quiebra, hipotecada y vilipendiada. El responsable tiene que pagar por ello. Sea quien sea. Se apellide como se apellide. Y este 14 de octubre, el destino lo alcanzó: le fue notificado que la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PRI lo suspendía tanto como Presidente del tricolor en Morelos, como en sus derechos como militante. El 10 de octubre, fui el primero, vía twitter, en publicarlo. Martínez Garrigós me contestó que era falso, que seguía trabajando. No fue así. Prosperaron los argumentos y denuncias en su contra y su futuro es más que oscuro. Ya vivía en el ostracismo político, repudiado incluso por el Presidente Peña Nieto quien en tres visitas a Morelos nunca permitió que se le acercara. César Camacho Quiroz, Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional palomeó la decisión de removerlo del cargo y su enviado, el secretario de Organización del CEN del PRI, José Encarnación Alfaro Cazares, aseguró que su instituto político “no será escudo para delincuentes ni de actos de corrupción”, ya que Martínez Garrigós ha sido objeto de denuncias penales por el ejercicio indebido del servicio público, fraude, fraude especifico y fraude procesal. ¿Así o más claro? Jorge Schiaffino es el Presidente Interino en Morelos, ya que Armando Ramírez Saldívar (a quien MMG había corrido del Comité Directivo Estatal, semanas atrás) declinó la dirigencia provisional, para buscar la permanente, lo mismo que Maricela Sánchez Cortés. Lo que viene es todo cuesta arriba para Manuel y su equipo. El mundo de Manuelito se derrumbó
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Locutor, Periodista y Comunicador. Conductor de Visión Informativa en el IMRyTV y experto en el campo de la Comunicación Social
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