René Vega Giles
El Hospital General José G. Parres de Cuernavaca mantiene problemas en su estructura, además de goteras y otras deficiencias detectadas por el personal que ahí labora, mismos que han sido reportados y siguen sin darse respuestas.
De hecho, desde que inició la presente administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo entre otras irregularidades detectadas es la falta de medicamentos, de material para curación y problemas en los sanitarios generales.
Los problemas que hay al interior del José G. Parres, revelaron que son del conocimiento de su dirigente sindical, Gil Magadán Salazar, pero al parecer está en complicidad con el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, y la propia presidente de la Comisión de Salud del Congreso local, diputada Andrea Gordillo Vega.
Desde el año anterior, destacaron que remitieron varios oficios a los antes mencionados, pero al momento siguen sin atender sus quejas y eso deja como efecto una mala atención al usuario del nosocomio.
Actualmente por las condiciones precarias y el abandono, admitieron que la rehabilitación de quienes acuden para atenderse, porque podrían adquirir una bacteria, debido a que tampoco se le ha dado la sanitización correspondiente.
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