Josué Guzmán Casarrubias
El empresario Jesús García, padre del joven Juan Manuel García Bejarano quien fue asesinado el año pasado durante la cabalgata inaugural de la Feria de Cuernavaca edición 2017, irrumpió la sesión de cabildo y encaró a los regidores Jorge Dada Guerrero y Rafael Domínguez Galindo, para acusarlos de haber recibido la cantidad de un millón 300 mil pesos por parte del empresario Jorge Cázales, con el propósito de que se le entregara la concesión de la feria en el 2017.
Luego de que el empresario levantara de su silla al concejal Jorge Dada, le haya dicho de palabras y lo siguió hasta la oficina del presidente municipal, explicó que a finales de 2016 los regidores conformaron una comisión temporal encabezada por Dada Guerrero, y lanzaron la convocatoria para dar la concesión de la feria y únicamente se registraron las empresas “ABOL producciones, Espectáculos, Promociones y Publicidad” y “DICAZA S.A. de C.V.”, siendo esta última la ganadora de la concesión.
Sin embargo, Jesús García, señaló que la concesión se la entregaron porque DICAZA había pagado un millón 300 mil pesos para poder realizar este evento, violando de esta manera un acuerdo que se estableció en el 2016 con el presidente municipal Cuauhtémoc Blanco Bravo y el secretario general en funciones.
“En el 2016 mi hijo llevó a cabo esta feria y el acuerdo que se tomó con el alcalde fue que si en ese año ofrecía un buen espectáculo, con artistas importantes y una buena organización, en el 2017 la concesión se la volverían a dar, es por eso que el presidente a inicios del año pasado anunció que mi hijo tendría la concesión”, mencionó.
Ante este anuncio, Jorge Cázales demando a los regidores y al presidente municipal por incumplimiento de acuerdos, al mismo tiempo exigía la devolución del dinero que entregó como garantía para que realizara la festividad, sin embargo, Jesús aseguró que para esa fecha los regidores se habían gastado el dinero que habían recibido.
“Jorge Dada, Rafael Domínguez y Juan Miguel Serrano Gastelum, fueron los que se quedaron con gran parte del dinero que recibieron, y ellos lo repartieron a los demás regidores, algunos les tocó de 20 o 30 mil pesos. Ese dinero se lo gastaron y ya no pudieron regresarlo”, insistió.
Ante el problema que se había generado por esta situación, el empresario relató que su hijo se ofreció para prestarle el dinero a la administración municipal y así permitirle realizar la feria sin ningún contratiempo.
“Después de que falleció mi hijo les he venido reclamando el dinero, que paguen el dinero que mi hijo les dio pero nada más se han estado haciendo pendejos”, insistió.
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