ISAÍAS CANO MORALES
La decisión de Morena de ir en alianza con el PES y PT en Morelos le ha acarreado al primero serios problemas internos, además de tener que lidiar con dirigentes de los dos partidos minoritarios en virtud de sus desmedidas pretensiones en materia de candidaturas. Trasciende que Morena como miembro relevante de la alianza defiende su parcela en base a su presencia política en el estado nada comparable con la apenas perceptible que tienen los peses y los petistas, sin embargo, los dos adherentes a Morena, intentan aprovechar acuerdos que pactaron las cúpulas nacionales de las tres fuerzas y demandan más de lo que merecen por lo que previo al destape de candidatos que se dice será en abril, tiene lugar una enconada y nada civilizada lucha por posiciones que cae en el mismo tenor que se da en otros partidos. Este es un costo político que desdibuja la imagen que paga Morena, que obligada por la circunstancias diluye su prestigio de partido con principios, honestidad y congruencia al entrar en lo que se da por llamar una vulgar lucha por el poder. Ante este panorama su militancia con razón reclama las incongruencia en que se cae ante lo que se advierte un campo de batalla política donde cada partido, dirigentes y oportunistas luchan a brazo partido por cuotas de participación en la contienda electoral toda vez que contemplan la oportunidad de encaramarse al poder, y no precisamente por ideales o convencidos por el cambio y transformación del estado y del país.
AMLO hace poco estuvo en Cuernavaca; su visita casi fue en secreto, la militancia se enteró por los medios de comunicación convocados a una conferencia de prensa donde el candidato presidencial de Juntos Haremos Historia hizo declaraciones, pero ninguna en torno a un llamamiento a la civilidad política y a demostrar que la coalición Morena PES y PT se distingue de las demás que conforman el PRI, Verde y Panal, y la del PAN con PRD y MC en su conducta política apegada a principios y honestidad. Quizá pensó que no era necesario pues dirigentes de Morena y se supone los de los dos partidos coaligados saben bien que la lucha política en la que está empeñado quien es su candidato a la presidencia de la República, no es por ambiciones ilegítimas o por hambre de poder, sino por cambiar este país por otro donde haya justicia, mejoras y bienestar para todos.
Pero al parecer uno es el discurso de AMLO que habla de principio e ideales y de un ejercicio de la política con honestidad y congruencia, y otras son las conductas y hechos a cargo de dirigentes partidistas que contradicen la esencia ética de la oratoria lopezobradorista. Los ejemplos son las ambiciones desmedidas, el arribismo de políticos con trayectorias cuestionadas, el infuyentismo el favoritismo, el nepotismo, fantasmas que oscurecen el horizonte que se esperaría limpio de esos nubarrones.
La coalición Juntos Haremos Historia en el estado de Morelos, se advierte no actúa, ni camina como debiera, por lo pronto las dirigencias de Morena, PES y PT, al parecer no se entienden y cada quien lucha por lo mayores espacios en candidaturas y tratando de imponer como candidatos a personas cercanas, incondicionales, aunque carezcan de trayectoria, presencia y rentabilidad electoral, es más se intenta recurrir a maniobras políticas para imponer aspirantes no importando pisotear estatutos y reglas del juego interno en términos de elección interna de abanderados. Esto puede ocurrir en Morena.
Escuálido favor le hacen a la democracia, a la legalidad y a la claridad en el ejercicio de la política quienes anteponen intereses para favorecer grupos, corrientes o personas, olvidándose de la práctica de conductas que sean ejemplo de honestidad y de cambiar lo nefasto de la política por hacer de ella un instrumento de servicio y de entrega al bien común.
Se concluye diciendo que la coalición Morena, PES y PT en Morelos no está actuando con pulcritud ni honestidad restándole credibilidad entre la ciudadanía, ni menos con una visión política de acuerdo a la importancia y trascendencia para el estado y el país que conllevan las elecciones del primero de julio. La militancia sobre todo de Morena observa de cerca la conducta de sus dirigentes que hasta la fecha su actuación no ha sido acorde a lineamientos y principios que rigen al partido, cabeza de la coalición y columna vertebral de la lucha por el arribo a la presidencia de su abanderado, quien hasta ahora, y pese a los errores de Morena, sigue en la cresta de las olas de preferencia ciudadana fincando esperanzas de cambio de nuestro país.
Chay_cano@hotmail.com
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