
Por Iván Ureña
Si en algo hay consenso entre los mexicanos es que la corrupción ya generó y sigue generando un profundo daño a nuestra sociedad y si no hacemos nada por combatirla o disminuirla sensiblemente, sin más, como país no tenemos futuro o éste será de crisis, violencia, pobreza, desempleo y bajos salarios para la mayoría de la población. Ante ello, algunos ciudadanos buscan formas de combatirla y una forma es que la clase política presente la llamada ley 3de3.
Que consiste en tres declaraciones. Una de ellas es intereses, así que sabemos si una empresa o persona es favorecida con recursos públicos porque es socio el funcionario o algunos de sus familiares. Otra es patrimonial, así nos enteramos qué posee, de tal manera que podemos valorar si su patrimonio es acorde con lo que ha ingresado durante su trayectoria, pero no sólo eso, sino llevar un recuento de la evolución de su riqueza los próximos años. Y por último, está la fiscal, nos permite ver si el político es alguien que paga sus impuestos y éstos están acorde con lo que dice ganar.
Si bien esta iniciativa no es forzosa, ni es la panacea para combatir la corrupción, por ejemplo, no evita que se utilicen prestanombres para ocultar el enriquecimiento inexplicable o que se guarde en efectivo lo ganado indebidamente y tiempo después utilizarlo, sin embargo, sí tiene su valor y va en la dirección correcta, aumenta la transparencia y les hace más complicado a los políticos cubrir sus actos de corrupción.
En ese contexto, empezando el gobierno de Peña Nieto, él y sus colaboradores presentaron la declaración patrimonial. Ante ello, AMLO en el mismo año 2013, dijo que era una simulación y engaño, porque no informaron el valor de las propiedades.
Por su parte, AMLO en agosto del 2016 presentó su declaración. Entre lo más relevante, informó que cuando fue candidato en el año 2012 le pagaron 550 mil pesos y que hoy como Presidente de Morena gana 50 mil pesos mensuales. También nos enteramos que, desde el 12 de diciembre del año 2012 hasta el 1 de agosto del 2014, es decir, en un lapso de 20 meses, no tuvo ingresos, de qué vivió o cómo pagó sus gastos cotidianos y actividades políticas durante ese tiempo no lo dice. En cuanto al pago de impuestos, en 2013 se declaró en ceros; el 2014, tuvo a su favor 22 mil 516 y en el 2015 fueron de 779 pesos.
Por su parte AMLO, fiel a su estilo, declaró “La derecha es muy dada a igualar a todos, que todos son lo mismo, yo no soy corrupto. Realmente no tengo bienes materiales, lo que tenía lo cedí a mis hijos”. Por cierto, algo similar había hecho Rodrigo Medina, el ex gobernador de Nuevo León, donó todas sus propiedades y declaró no poseer nada.
Ante ello, El presidente del PAN, Ricardo Anaya, dijo Andrés Manuel “evidencia su menosprecio a la inteligencia de los mexicanos, a quienes considera que puede convencer únicamente con el poder de su palabra”. Por su parte, Enrique Ochoa del PRI, aseveró “López Obrador presentó una farsa”.
Todo parecía que quedaría en descalificaciones entre políticos. Sin embargo, el poderoso periódico THE WALL STREET JOURNAL publicó el 27 de septiembre, que López Obrador ocultó 2 bienes que aparecen a su nombre en el Registro Público de la Propiedad. Ante esa situación, el aludido se dijo calumniado y aclaró que el 30 de diciembre del 2005 en escritura pública 22,245 cedió su parte a los hijos, por su parte César Yáñez, vocero de Morena, argumentó que la tardanza para que aparezcan los hijos como titulares se debe a que la primera esposa del tabasqueño no tenía testamento.
En estricto sentido el THE WALL STREET JOURNAL tiene la razón, AMLO omitió esos dos bienes, además, así como aclaró en su declaración patrimonial que se reservaba el derecho vitalicio de una quinta que heredó de sus padres, pero que ya había cedido a sus hijos, debió hacer la aclaración puntual, que si bien esos dos departamentos aparecían a su nombre ya los había cedido y aportará las pruebas necesarias.
En descargo de Obrador está que en el 2005 los cedió en escritura pública y da el número, asimismo que habiendo sido uno de los políticos más poderosos de las últimas décadas y Jefe de Gobierno del DF, realmente lo que posee o heredó a sus hijos es poco, sobre todo si lo comparamos con lo que muchos políticos de menor jerarquía han acumulado.
Sin embargo, así como él tiene derecho y además es sano, que haya cuestionado la declaración de Peña y colaboradores, igualmente lo es, que se señale que el líder de Morena omitió informar sobre algunos inmuebles y que el hecho que los haya donado a los hijos no es sinónimo de honestidad, como tampoco lo fue en el caso del ex gobernador de Nuevo León. Además, de qué vivió Andrés Manuel en esos 20 meses cuando estaba formando Morena y declara no haber tenido ingresos y peor aún, fue hospitalizado en esas fechas, cómo y quién pagó esos gastos médicos, toda vez que el presume no tener ningún tipo de seguro médico.
ivanure@hotmail.com

Premio Nacional de Periodismo 2017. Premio Estatal de Periodismo Morelos 2012, empresario y maestro en Economía por el ITAM. Funcionario en Banobras, Hacienda y Secofi.
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