Carlos Quintero J.
A pesar de la estrategia de represión -y no de inteligencia policial- implementada contra los grupos del narcotráfico por el «Gobierno de la Nueva Visión», parece ser que el conflicto entre las células del crimen organizado es una guerra de guerrillas que sigue cobrando más muertes e infundiendo temor entre la ciudadanía. Todos tenemos miedo de estar «en el lugar y la hora equivocada» y ser parte de la lista de esos «daños colaterales».
Basta como ejemplo el último hecho ocurrido:
Cuatro hombres perecieron en una lluvia de balas que protagonizaron cuatro pistoleros que arribaron, alrededor de las 13:30 horas del sábado, a bordo de dos motocicletas al tianguis de autos de Tejalpa del municipio de Jiutepec.
Frente a la multitud, que se congrega cada fin de semana en el tradicional mercado popular, los homicidas realizaron un rápido y sorpresivo ataque sin ser detenidos.
Los cuerpos de tres de las victimas, Felix «N» de 41 años de edad, Edgar «N» de 33 años, y otra persona desconocida de aproximadamente 40 años, quedaron inertes junto a uno, de tres automóviles, que esa mañana pretendían vender.
El otro de ellos, Oscar Isidro «N» de 22 años de edad, fue llevado por su hermano, en una camioneta Ram, hasta la base de bomberos de Civac para recibir los primeros auxilios.
Paramédicos del Centro de Control de Emergencias de Civac (CCEC) trasladaron al hospital general «José G. Parres», al joven aún con vida pero lamentablemente murió en el nosocomio.
Una quinta persona resulto herida de bala en una pierna, sin embargo se desconoce su identidad, reportó la Policía Preventiva Municipal.
La táctica de guerilla, utilizada por las bandas del crimen organizado, ha dejado al menos 9 personas asesinadas y 6 lesionadas por disparo de arma de fuego, al parecer daños «colaterales», durante los primeros cinco días de octubre.
Citando como referencia, los últimos casos violentos, la estrategia mostrada por los grupos consiste en hostigar a sus enemigos en su propio terreno mediante ataques rápidos y sorpresivos lo que pone en evidencia la incapacidad de las corporaciones policiales para actuar y detenerlos.
Reportero de a pie, estudiante de leyes, especialista en cobertura de seguridad ciudadana y justicia adversarial. Creo en el periodismo basado en el respeto a los derechos ciudadanos.
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