Perspectiva
Rodolfo Becerril Straffon
El tema de las autodefensas ha estado ya largo tiempo en la opinión pública. Desde el punto de vista jurídico, su existencia es ilegal ya que el ejercicio de la violencia le corresponde exclusivamente al Estado quien debe velar por la seguridad de sus habitantes. Sin embargo, su existencia, sobre todo en Michoacán, ha merecido comentarios positivos y ha demostrado que las instancias formales son incapaces de procurar la seguridad que todos deseamos. Recientemente, a raíz de la entrada más definida del gobierno federal en esa entidad, se dio una alianza entre esos grupos y las fuerzas del Estado que al parecer ha resultado exitosa para combatir a los llamados Caballeros Templarios, principal organización delictiva en la entidad.
Después de la detención de Jesús Reyna, ex secretario general de gobierno y que fungió como gobernador interino mientras convalecía el gobernador constitucional Fausto Vallejo, resulta por demás interesante lo que la población percibe respecto a su detención y a lo que sucede tanto en esa entidad tarasca como en el resto del país. El Gabinete de Comunicación Estratégica, GCE, dio a conocer una encuesta ilustrativa sobre el particular. Destaca que el 80% de los michoacanos considera que más políticos en el estado están involucrados en el crimen organizado; ese porcentaje en el resto del país se eleva al 85.7%. Más del 50% de los encuestados piensa que Fausto Vallejo estaba enterado de tal situación y un porcentaje cercano considera que Reyna es culpable de lo que se le acusa. Por cuanto a la aceptación de dichos grupos, la encuesta revela que tanto en Michoacán como en el resto del país aquella ha disminuido: en enero era de 52.3% y en abril de 48% Lo que se observa es que se les acepta y se considera que su desempeño es benéfico, pero a la vez que la opinión favorable ha disminuido. Podría decirse que la desmovilización de las autodefensas ha ido de la mano con el debilitamiento de los templarios. Pero todavía el nivel de aceptación es considerable, sobre todo después de que José Mireles, uno de sus principales actores, ha declarado que no depondrán las armas mientras exista crimen organizado en Michoacán. Suponiendo sin conceder que este se erradica: ¿Qué va a pasar con los integrantes de las autodefensas?

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