Cómo se llegó a la situación actual en Michoacán y qué viene

Ciudadanos incriminan al Secretario de Gobierno, Jesús Reyna

Por Iván Ureña

En Michoacán, a mediados de la década de los 90 apareció un gran cartel, llamado del Milenio, comandado por Armando Valencia; pero en el primer quinquenio de este siglo llegaron de Tamaulipas Los Zetas, encabezados por Carlos Rosales, sin embargo, con la detención de este último a finales del 2004 y una vez que ya los michoacanos habían aprendido las técnicas paramilitares, expulsaron del estado a sus mentores, acusándolos de secuestradores, violadores y bandidos; surgiendo así, La Familia Michoacana, teniendo como líderes a Nazario Moreno y Jesús Méndez; pero esa organización no se conformó con su supremacía en el terreno criminal, realiza obras de apoyo social e incursiona en la política.

En las votaciones del 2007 para elegir autoridades estatales y municipales, apoyó con dinero a los candidatos dóciles que les prometieran no combatirlos, sin importar el partido político del que vinieran; lo que a la postre generaría “El Michoacanazo”, con mucho de sustento real, pero como Felipe Calderón lo quería utilizar para que su partido obtuviera dividendos políticos, lo armó aprisa y por tanto mal jurídicamente, más la corrupción de algunos jueces: todos los detenidos salieron libres, aunque muchos sí tenían ligas con el crimen organizado, pero no todos. Para las elecciones federales del 2009, La Familia Michoacana compró para sus miembros, entre ellos Saúl Solís Solís, alias el Lince, hoy detenido, las candidaturas de Tierra Caliente, al testimonial Partido Verde, y sustentado en la base social que había logrado, más abundantísimos recursos económicos, logró posicionar a los candidatos con porcentajes del 15% al 20%, insuficientes para hacerse del triunfo por sí solos, pero más que suficientes para decidir en futuras elecciones quién gana, es decir, La Familia Michoacana, gracias a sus ramificaciones político-social se da cuenta que se posee la bisagra para abrir la puerta del poder, a quien ellos decidan.

En diciembre del 2010, el Gobierno Federal, atacó a la cúpula de La Familia Michoacana e informó, sin mostrar el cuerpo, de la muerte de Nazario Moreno, meses después hubo una lucha intestina y aparecieron en marzo del 2011 Los Caballeros Templarios, imponiéndose al grupo comandado por Jesús Méndez, quien huyó y fue detenido en junio de ese año.

En ese contexto y próximas las elecciones estatales de noviembre del 2011, tenemos en todo su apogeo la guerra contra el narcotráfico del panista Felipe Calderón; mientras que el PRD estatal acarrea un gran desprestigio, con magros resultados en la gestión, tanto de Cárdenas Batel como de Leonel Godoy; a su vez en el PRI, destacan dos contendientes para la gubernatura, Fausto Vallejo y Víctor Silva Tejeda, este último creciendo en la preferencia. Por su parte, los Templarios, antes Familia Michoacana, con meses de anticipación empezaron a trabajar en la elección: recurriendo al apoyo social de que dispone, más muchos recursos económicos y la intimidación, se hacen del control de la célula básica del PRI: la estructura seccional, sobre todo en los municipios de Tierra Caliente, la Sierra y la Costa.

Cuando el grupo político del hoy gobernador de Michoacán, percibe que otro priista le puede arrebatar la candidatura, y además internamente sabe que es ahora o nunca, por el quebrantado estado de salud de Fausto Vallejo, deciden ir “al cerro” a ver a los Caballeros Templarios. Así, celebran una reunión la cúpula templaría con Jesús Reyna, coordinador de campaña de Fausto Vallejo, Guillermo Valencia Reyes, hoy presidente municipal de Tepalcatepec y José Trinidad Martínez Pasalahua, líder transportista.

Y esto no es rumor, lo afirma el señor Martín Barragán, en ese entonces, líder del PRI en el municipio de Tepalcatepec y ahora miembro de las autodefensas. Además, aclara, que existe gente dispuesta a declarar, si el Gobierno Federal los requiere.

Producto de esa reunión, los Templarios deciden apoyar al candidato priista, Fausto Vallejo,  el cual se hace de la candidatura y luego triunfa en la elección constitucional. A cambio, Los Caballeros Templarios, reciben libertad total para actuar, además no sólo la policía estatal y muchas de las municipales se ponen a su completa disposición, sino que en algunos casos, la misma presidencia municipal la comandan. Así tenemos, a la autoridad estatal y muchos municipios comprometidos totalmente con el crimen organizado.

Fausto tomó posesión el 14 de febrero del 2012 y los Templarios gozan de total impunidad. Por su parte el Gobierno Federal, comandado Peña Nieto, inicia funciones en diciembre del 2012 y sabe a través de inteligencia militar y del Cisen, del compromiso de Vallejo y Reyna con el crimen, y tratando de salvar la imagen del PRI, pero decido a combatir a Los Caballeros Templarios, forma otro grupo, dando origen a los autodefensas. Sólo 54 días después de haberse instalado en Los Pinos.

A lo largo de casi un año, las autodefensas, se dedicaron a copar a los Templarios,  y siempre los líderes de las autodefensas, daban  las gracias al ejército y a la PFP, y además acusaban al Gobierno Estatal del estar coludido con el crimen organizado. Pero el martes 14 de enero el Gobierno Federal decidió desarmar a las autodefensas y éstos se negaron, originando la muerte de al menos tres personas en la localidad de Antúnez.

Dos días después El Consejo de Autodefensas, a través de su vocero, Estanislao  Beltrán Torres,  declaró que hay en sus filas 25 mil hombres armados y que en 15 minutos pueden juntar unos 140 mil combatientes para irse a la guerra si es necesario.

Hay muchas preguntas que nadie se atreve a hacer y mucho menos contestar. Para comprar las armas de la Gendarmería Nacional, el presupuesto de egresos del 2014, cuenta con una partida de 365 millones de pesos y sólo contará con 5 mil elementos, luego entonces, para armar a 25 mil hombres se necesitan casi 2 mil millones. ¿De dónde surgieron los recursos? Por su parte la Policía Federal, para operar con 38 mil 500 elementos, tendrá este año un presupuesto de 22 mil millones de pesos. Cuántos cientos de millones de pesos se necesitaron para mantener a los miles de autodefensas, que durante casi un año estuvieron replegando a los Templarios, quién aportó ese dinero, a cambio de qué y lo peor, ahora el Comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo, advirtió “del riesgo de que los grupos de autodefensa se transformen en una organización criminal” y agregó que ese proceso se vivió con La Familia Michoacana, ahora Caballeros Templarios.

Me despido con lo que escribí el 22 de octubre del 2013.

Se fueron unos criminales y llegaron otros

 “Cuando los Caballeros Templarios quedaron como grupo dominante de la zona, un ciudadano se quejó de los atropellos que habían realizado los Zetas y se atrevió a preguntarle a los nuevos jefes, de qué iban a vivir y éstos le contestaron: de los narcos, y además agregaron que la población no se preocupara, ya que la nueva organización no sólo no los molestaría sino además  combatiría a los criminales. Pero la realidad fue bien distinta, los nuevos capos pronto empezaron a cobrar derecho de piso por actividades que nada tenían que ver con el narcotráfico, también extorsionaban y cometían todo tipo de abusos”.

 Estimados lectores, si desean colaborar con este portal pueden enviar textos, fotos, videos, información y cartas abiertas al mail ivanure@hotmail.com, gracias.

Iván Ureña

Premio Nacional de Periodismo 2017. Premio Estatal de Periodismo Morelos 2012, empresario y maestro en Economía por el ITAM. Funcionario en Banobras, Hacienda y Secofi.