Crecen delitos de asalto en transporte y restaurantes

 

 

 

René Vega Giles

Solo uno de cada 10 delitos por asalto al transporte público y en el interior de comederos, bares y comercios son denunciados ante el ministerio público, por la burocracia que existe dentro del mismo para abrir una carpeta de investigación.

 

De igual manera, hay más delitos patrimoniales que no son denunciados ante la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM) por la sociedad, porque los elementos de la Policía de Investigación Criminal para realizar las indagatorias correspondientes piden “cooperación” para la gasolina de los autos oficiales, que aseguran nunca cuentan con el combustible.

 

El Observatorio por la Seguridad en Morelos, en un estudio refirió que un 80 por ciento del presupuesto de la FGEM está dedicado al pago de salarios de su burocracia dorada, de viáticos, gasolinas, comidas y hasta de la despensa de su vivienda.

 

Diariamente, anota que tienen conocimiento del asalto entre 10 a 20 unidades del servicio colectivo entre Cuernavaca y sus municipios conurbados, en los que hay ocasiones que son los “checadores” o los mismos operadores quienes tienen vínculos con los ladrones y son considerados como “antenas”.

 

Es por ello que también hay la negativa del chofer y del concesionario iniciar la denuncia respectiva en el ministerio público del fuero común, o bien ante la autoridad federal.

 

Dicha organización refiere que los asaltos a restaurantes son ya parte de una tradición que realizan los delincuentes, sin importar el horario suelen ingresar a los comederos para atracar también a los comensales.

 

Cuando suele pedirse el auxilio de la corporación policíaca, refiere, siempre acude al lugar entre 30 a una hora después de suscitados los hechos, aunque sean cerca de las comandancias.

 

“Esta situación hace pensar que los elementos policíacos están coludidos con las bandas delincuenciales, porque también a cambio de que los dejen trabajar (sic) les dan su respectivo moche”, destaca el documento del Observatorio por la Seguridad en Morelos.

 

Con base a lo anterior, señalan que no habrá un programa de pacificación absoluto mientras las corporaciones policíacas no son limpiadas, como terminar la corrupción, burocratismo y falta de profesionalización dentro de la Fiscalía General del Estado de Morelos.

 

 

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