Juan Aurelio Grullón
Ciudad de México, 8 de julio 2022
Para que las medidas y acciones de la administración pública tengan mayor impacto y efectividad, es necesario que quienes las ejecutan cuenten con credibilidad y conocimiento de las materias sobre las que se realizan. Esto aplica, para todos los escalones jerárquicos en los tres niveles de gobierno, especialmente si son “altos funcionarios”.
Desafortunadamente, el presidente no tiene quien le describa la realidad. A pesar de que ganó las elecciones con 30 millones de votos y ha logrado mantener altos niveles de popularidad. Su fortaleza se ha convertido en debilidad.
Contando con tan gran apoyo popular, está convencido de que sus ocurrencias son grandes ideas y no hay quien lo corrija dentro de su círculo interno. Las criticas desde la oposición son vistan como destructivas y en parte tiene razón, además son amenazas propias de cualquier gobierno.
Para evidenciar las afirmaciones anteriores, recurriré a eventos y declaraciones de los últimos días.
Desde el viernes 1 de julio pasado, mostró su malestar por las criticas a la inauguración de una refinería, que está lejos de ser operativa. En su discurso inaugural, hablo dos horas sobre su cuarto aniversario como presidente electo, pero no proporcionó documentos oficiales que incluyeran el análisis costo beneficio y un reporte financiero de la construcción de la obra. Desperdició la oportunidad de callar las críticas a uno de los proyectos insignia de su administración.
El lunes 4 de julio, al parecer tratando de distraer la atención sobre el estado real de la recién inaugurada refinería, sin ninguna necesidad, anuncia que podría iniciar una campaña para desmontar la Estatua de la Libertad en New York, si Julián Assange es condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
No lo dijo en broma. Irónicamente, México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Además, está a dos semanas de visitar los Estados Unidos y está arriesgando una oportunidad de atraer inversiones y lograr un avance para un acuerdo de migración laboral regulada.
El miércoles 6 de julio, a pesar de todas las denuncias que pesan sobre el fiscal, designado en este sexenio por la mayoría de su partido en la cámara de senadores, declaró que de acuerdo con su criterio no ha cometido delitos graves y por lo tanto no solicitará su destitución. En contraste, dos días antes, con ese mismo criterio proponía desmontar la Estatua de la Libertad.
El jueves 7 de julio, mientras anuncia la presentación de una denuncia por lavado de dinero contra el expresidente Peña Nieto, aclara que no es para hacer espectáculo mediático, pero usan la tribuna presidencial durante más de quince minutos, con una sobreexposición sin documentos oficiales, que deben presentarse en la fiscalía y no en la “conferencia mañanera”.
En viernes 8 de julio, después de presumir el incremento de los ingresos tributarios y no tributarios, expresó que “cuando no hay corrupción el presupuesto alcanza”, pero no presento los informes de déficit de balance público de los últimos tres años fiscales.
En 2019, 2020 y 2021, los déficits fueron 398.4, 676.4 y 752.5 miles de millones de pesos (mdp), respectivamente. Lo anterior resulta en un incremento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público de 10.55 millones de mdp en diciembre de 2018 a 13.1 millones de mdp en diciembre de 2021. Puede haber discrepancias por ajustes cambiarios, pero la mayor parte del incremento es por déficit.
En tan solo una semana, es evidente que la actual administración necesita una revisión de sus fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Está claro, que la falta de asesoría y omisiones por parte de sus más cercanos colaboradores, le esta haciendo más daño que las criticas simplonas de la cada vez más disminuida oposición.
Mtro. Juan Aurelio Grullón
Mtro. Juan Aurelio Grullón S.
Lic. en Economía (Mejor promedio de su generación); Becado y Egresado de la Maestría de Economía de El Colmex; y Maestría en Administración. Diplomado en Análisis y Evaluación Financiera por el Tec de Monterrey.
Ha laborado en el Banco de México (1993-1996) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (2010-2015). Actualmente es docente.
Ha sido tres veces campeón de tenis.
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