Cumpleaños sin brillo

QUEMAPUEBLOS

Por Julio Aranda

Querida Cuernavaca:

Te escribo estas líneas para ¡felicitarte por tus 181 años de vida como ciudad!

La fecha es emblemática porque antes eras considerada una Villa, pero con el paso del tiempo te ganaste a pulso el título de ciudad y por si fuera poco eres la capital de Morelos.

Aunque te sonrojes, tú sabes que eres reconocida mundialmente como La Ciudad de la Eterna Primavera.

Te admiro por tu historia, tu clima y por todo lo que has hecho para soportar guerras, crecimiento desordenado, contaminación, saqueos, malos ciudadanos y peores gobernantes.

Sin duda eres mucho más que eso.

En tu tierra floreció una de las culturas prehispánicas con grandes dotes para la cultura; conquistaste al Conquistador y has sido buena anfitriona de miles de personajes de diversas latitudes del mundo, como el barón Humboldt;  el Shah de Irán; Fidel Castro; el filósofo y sicoanalista Erich Fromm; Ivan Illich, uno de los grandes pensadores del siglo XX;  el escritor Malcom Lowry;  el jazzista Charles Mingus, entre otros.

Por tus calles hicieron historia José María Morelos y Pavón, Juárez, Maximiliano, Porfirio Díaz, nuestro general Zapata, Rubén Jaramillo, Sergio Méndez Arceo, David Alfaro Siquieros y muchas mujeres y hombres más.

Tal pareciera que eres un tipo de santuario donde se han encontrado grandes mentes de la ciencia, literatura, artes y líderes sociales. Incluso algunos han decidido morir aquí.

Para nadie es un secreto que tienes dotes de buena anfitriona y con eso has logrado una mezcla cosmopolita a lo largo de muchos siglos.

Aunque a decir verdad creo que muchas veces algunos fuereños han aprovechado la hospitalidad para infringir grandes saqueos en perjuicio de todos. Nos sucedió en la época de la Conquista, también con los Hacendados y después con la desocupación de las tropas zapatistas cuando Carranza ordenó el despojo de cientos de propiedades.

Pero también hemos tenido oriundos que se han llenado los bolsillos sin límite. El saqueo que sucede hasta nuestros días ha sido terrible. Y aun así mi estimada Cuernavaca ¡sigues en pie y con la mejor de las sonrisas!

Bueno,  para ser sincero, hace falta que los ciudadanos seamos más responsables para no tener calles sucias y exigir más nuestros derechos. Así podríamos tener mejores gobernantes, de lo cual hemos adolecido en mucho tiempo.

Tú bien sabes que los guayabos siempre hemos sido gente que exige y que lucha. De eso hay muchos antecedentes históricos, como en la época de la Independencia, la Guerra de Reforma, la Revolución, los movimientos sociales y sindicales de la década de los setentas y con la llamada transición a la democracia en 1988, cuando Morelos fue uno de los estados que no votó por el candidato oficial.

No olvides que miles de ciudadanos han caminado por tu calles para exigir desde 1996 mayor seguridad, un tema pendiente hasta nuestro días.

Quizá estos escasos antecedentes históricos me molesta que el ayuntamiento haya dedicado un pequeño festival por tu aniversario. Del gobierno estatal no esperaba nada.

Bueno mí estimada Cuernavaca espero no haberte aburrido con este recuento de hechos que tenemos que recordar cada vez que sea posible porque pienso que hemos perdido algo: el amor por la tierra.

Hemos perdido el valor del arraigo y de reconocernos que vivimos en una gran ciudad. Nos sigue atacando el malinchismo de no reconocer los logros de los cuernavaquenses y de aplaudir lo que nos traigan de fuera, aunque sea lo mismo pero más caro. Le creemos más a los espejitos de vidrio que al esfuerzo del vecino.

Sin embargo, hay muchos guayabas y guayabos –nacidos o que adoptaron esta tierra de todo corazón, sin discriminación- que tienen la esperanza y determinación de que las cosas cambien para bien.

Te deseo que cumplas muchos siglos más. Tengo fe que la actual y las futuras generaciones se encargarán de transformarte en la ciudad que todos queremos.

 

¡Un abrazo!

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