René Vega Giles
Antes de concluir su periodo como gobernador (actualmente con licencia temporal) Cuauhtémoc Blanco Bravo es considerado en el rankin de jefes de los Ejecutivos del estado como el peor, al apenas obtener una calificación de 3.5 de puntos positivos.
Las principales demandas sin resolver fueron: inseguridad pública al ser el tercer estado con un mayor número de homicidios dolosos, primero en feminicidios, tercero en robos y segundo en extorsiones hacia el sector privado.
En generación de empleo está por debajo de la media nacional, según los datos del propio INEGI fueron creados menos de cuatro mil nuevas fuentes de trabajo y recuperadas después de la pandemia por COVID-19 en el año 2020 de siete mil.
En inversión de obra pública, apenas rebasó los 400 millones de pesos en seis años, que significan un déficit del 98 por ciento en el rubro y la mayoría en reparación de centros deportivos y mantenimiento de calles fueron realizadas con el presupuesto del Gobierno de la República.
A pesar que el secretario de Gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, aseguró que hubo “el mejor esfuerzo”, al final la “administración” de Cuauhtémoc Blanco Bravo dejó un desastre y dudas en el manejo presupuestal.
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