Por: Arturo Bravo
Faltarle el respeto a Michoacán.- Hagamos un breve alto, por lo menos lo que dura en leer esta sencilla colaboración estimado lector, pregunto ¿seguimos cargando con el mote de “estado torpe”? En tres rubros estamos patinando mucho, en salud, educación y cultura; lo peor del asunto es que “en materia económica está por venir” según lo que advirtió recientemente Luis Videgaray Ministro de Hacienda.
No hay duda, los voraces, insaciables y nada honestos acreedores internacionales (FMI, BM, OCDE, etc, etc) con que cargamos-no por voluntad propia- ya decidieron que en México, ha llegado la hora de “recortar los abultados gastos sociales” Da la impresión entonces de que para nuestros gobernantes y de acuerdo a las reglas estrictas que se deben seguir, el gasto prioritario es el de la seguridad, casualmente en el tema de “gasto en armamento” es Estados Unidos el que encabeza la fila de vendedores puntuales.
Volviendo entonces a nuestra pregunta de arranque, lo lamentable del caso es que la impericia, incapacidad e inestabilidad con que nos han administrado nuestros políticos michoacanos, va de la mano con un dato histórico adicional que no está de menos mencionar, según mi estimado amigo y reconocido historiador Arturo Molina “en Michoacán de 1825 al 2015 hemos tenido 170 gobernadores, de los cuales 130 han sido: provisionales, sustitutos, interinos y de facto” Se va descifrando el enigma de nuestra ruta de infortunios, pues no hay mucho que explicar si solamente 40 gobernadores han estado y cumplido con los tiempos que la Constitución establece.
Pero empecemos por la cultura, desde el 5 de abril que arrancó formalmente el proceso electoral en el estado, ningún candidato se ha tomado un respetable tiempo para plantear, analizar y exponer tan delicado rubro, a lo mejor por eso no le entran o de plano la sociedad se inclina por lo importante “su seguridad y su bolsillo”.
Entonces estamos fregados, lo de “estado torpe” no es una simple y dolorosa alusión, es una terrible y muy molesta realidad: “un pueblo sumido en la ignorancia, proclive a creer en “ídolos de barro” Decidido a sacrificar su futuro por una chambita, sometido a los caprichos de una clase gobernante que “sabe apretar la tripa” de quienes gobierna sin mayores contratiempos, obligado a que sus hijos cada año sean expulsados al norte, obligados a que sus hijos delincan y caigan abatidos por el gobierno al que le pagan impuestos y a la vez los deja sin chamba”.
Contamos con una cultura sexenal, la cual es administrada por burócratas sin compromiso ni entendimiento de la forma y fondo que contiene tan importante rubro, pero todo mal tiene un origen y un responsable. Todo este “virus de la incultura” comienza con Genovevo Figueroa-quien renunció al PRI en el 2002-, quien le da la responsabilidad de estar al frente del Instituto de Cultura, al Dr. Irineo Rojas Hernández, quien podrá haberse destacado ampliamente en el tema “indigenista” pero lamentablemente su legado en tal responsabilidad fue pobre; llegado el gobierno de Ausencio Chávez, la decadencia cultural sigue su imparable ruta, es designado Jerjes Aguirre Avellaneda, quien sin pena ni gloria cumple con su encargo.
El sexenio de Víctor Tinoco, tampoco destaca en el tema, tan es así que sin ton ni razón, se le da la estafeta al nicolaita Jaime Hernández. Y así, dando tumbos y soportando los vaivenes de quienes ocupaban el Solio de Ocampo, se ha ido “descarapelando” toda posibilidad de construir una red hecha por hacedores de la cultura, los cuales hasta el día de hoy, se han visto relegados, desechados y despachados por los burócratas. Increíblemente hubo luz en el túnel, duro muy poco, se trata del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, primero y muy cortamente se designa al pintor Octavio Vázquez, el fracaso y la impotencia de no poder con los poderosos burócratas, llevan a que también el músico Luis Jaime Cortés, ambos destacados michoacanos, terminen siendo despedidos, y acostumbrado a no responsabilizarse de sus actos, Cárdenas Batel, sigue la línea de sus antecesores y nombra a un improvisado “contador de dinero” Crisanto Cacho.
Los cuatro años de Leonel Godoy, se los chuta Jaime Hernández- 10 años en cultura-, dejando su “huella invisible” pero que se sentía por todos los compromisos con “la burocracia” que dejo cuidadosamente signados. Y para cerrar con broche de oro, el corto y muy trágico gobierno de Fausto Vallejo, toma una muy polémica decisión que para muchos sigue costando muy caro a la cultura y su abortado desarrollo, la designación de Marco A. Aguilar Cortés, “da el tiro de gracia” a toda expectativa y esperanza de salvar de la debacle a la cultura, los hacedores y creadores de la misma “lloran su desgracia”
La torpeza no se hereda, se decreta.
DECRETAZO
1.- A tan solo horas de que se realice el primer debate entre los aspirantes el Solio de Ocampo, pues vale comentar que habrá que valorar los orígenes de quienes se dicen “preparados para gobernar” Mucho hablara de cada uno de ellos su historia personal, familiar, profesional, social y política, usted estimado lector y elector deberá ser muy cuidadoso al momento de emitir su valioso voto.
2.- Silvano Aureoles, tiene como valor propio su humilde origen, del cual se puede decir salió avante y glorioso, pues logró imponerse y salir adelante, construyendo con un esfuerzo loable su propia historia profesional. Políticamente supo hacer amistades valiosas que le valoraron y abrieron las puertas para ocupar curules y además administrar pesadas responsabilidades gubernamentales.
3.- Chón Orihuela, es quizá quien más trayectoria política ha logrado poner de pie, sus orígenes no son de seda, pero si cuenta con una historia de cuna muy luchona, su historia de familia se ha mantenido intacta y ha sabido mantener los público y privado muy bien dividido. La historia política de Chón no ha sido sencilla pues durante su trayectoria ha sido objeto de diversas campañas de desprestigio que pudo exitosamente librar. Un operador electoral exitoso y muy bien capacitado para enfrentar situaciones de desventaja y sacarle la vuelta de forma contundente.
4.- Luisa María Calderón H.- De familia muy conservadora y de una formación educativa ortodoxa, poco exitosa en su carrera política, sin embargo logró ser dos veces diputada local y federal plurinominal y luego senadora plurinominal. No hay mucha historia, pero eso sí, es muy tesonera. Escúchanos en BRAOXLARED.
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