Por: Arturo Bravo
Faltarle el respeto a Michoacán.- ¿Por qué es importante que contemos con legislaturas, fuertes, soberanas e independientes? Pues simplemente con el cumplimiento de estas tres condiciones, podremos estar ciertos de que los diputados de cualquier partido están más que comprometidos a cuidar, proteger y defender al pueblo de los riesgos de la tiranía.
¡Jajajaja externará y me llamará iluso! Estimado lector, y no es para menos, pues en los hechos queda pulverizada mi reflexión y aspiración, desafortunadamente y a pesar de los titánicos esfuerzos para lograr avances en los rubros del respeto a los derechos humanos, participación ciudadana, transparencia entre otros. Aun logran evadirse de responsabilidad muchas legislaturas en cuanto a la rendición de cuentas.
Un vergonzoso ejemplo de estos costosos acuerdos entre legislaturas y ejecutivo en turno lo tenemos durante la “oscura” administración Godoyista, en donde daría la impresión de que todos y cada uno de los diputados pertenecientes a la LXXI Legislatura se prestaron para que se terminara de elaborar el “gran desfalco a Michoacán” tomando como inicio de esta inmensa red de complicidades la LXIX Legislatura.
Pero y quiénes eran los diputados que formaron parte de la LXXI: J. Eduardo Villaseñor Meza (fallecido) Gustavo Ávila Vázquez, José J. Hinojosa Campa, Lourdes Esperanza Torres Vargas, David Huirache Bejar, Samuel Arturo Navarro Sánchez, Heriberto Lugo Contreras, Mauricio Prieto Gómez, José Antonio Salas Valencia, Eligio Cuitlahuac González F, Jesús Avalos Plata, Sergio Solis Suárez, Juan Carlos Campos Ponce, Gabriela Desiree Molina Aguilar, José Jesús Lucas Ángel, Gonzalo Elvira Cabrera, Eduardo Sánchez Martínez, Antonio García Conejo, Martín Cardona Mendoza, Librado Martínez Carranza, Francisco Campos Ruiz, Iván Madero Naranjo, Antonio Cruz Lucatero, Arquímides Oseguera Solorio, Alfredo Anaya Gudiño, Luis Manuel Antúnez Oviedo, Roberto Arriaga Colín, Leopoldo Enrique Bautista Villegas, María Guadalupe Calderón Medina, María Macarena Chávez Flores, Arturo Guzmán Abrego, Epigmenio Jiménez Rojas, Wilfrido Lázaro Medina, Juan Manuel Macedo Negrete, José Trinidad Martínez Pasalagua, Francisco Javier Morelos Borja, Raúl Morón Orozco, Carlos Humberto Quintana Martínez, Jaime Rodríguez López, y Miriam Tinoco Soto.
De cuánto estamos hablando que se permitieron gastar esto diputados sin que hubiera jamás de parte de alguien sensato u honesto, denuncia alguna por tan evidente derroche. Según datos en manos de quien esto escribe fueron en cuatro años de legislatura 3 mil 238 millones 740 mil pesos. Quitémosle un 20% aproximado de gasto corriente, quedarían para cada diputado al cierre, una nada despreciable cantidad de $ 64 millones 774 mil 800 pesos.
Entonces nos encontramos con que ante esta desfachatez e irresponsabilidad del Poder Legislativo, el Gobernador Leonel Godoy, pudo lograr jugosos recursos para rubros como: el Poder Judicial que de un gasto en 2002 de 192 millones de pesos, éste se incrementó brutalmente en el 2012 en 1091 millones de pesos. Y dónde comienza esta descomunal alza de gastos en el gobierno, pues con Lázaro Cárdenas Batel.
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