
René Vega Giles
La Secretaría de la Contraloría estatal detectó dentro del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) Morelos un desvío por 20 millones de pesos, en el que está implicada la expresidenta de la institución Elena Cepeda de León.
Los recursos financieros faltantes provienen de las “cuotas de recuperación”, que realiza la dependencia al proporcionar despensas, desayunos y otros servicios que presuntamente son gratuitos a personas y familias en pobreza, o bien pobreza extrema.
Conforme a las primeras investigaciones hechas por la Contraloría del Gobierno de Morelos, son las primeras investigaciones realizadas sobre el presupuesto que tenía el DIF-Morelos durante la administración del ex gobernador Graco Ramírez.
Son resultados parciales presentados de revisiones al rubro conocido como cobro de servicios correspondientes a los años 2017 y 2018, que podrían sumar más cantidades de dinero las que fueron sustraídas.
De hecho, la directora del DIF-Morelos, Alejandra Jarillo Soto, reveló que “lamentablemente unas cuotas de recuperación que no fueron oficializadas, entonces hay algunos años en donde se tiene el cobro de servicios que en algunas de las instancias del DIF se cobran, pero que al final de cuentas bastó con la autorización de la Junta Directiva”.
Y aun con ello, la Contraloría del estado también inició la revisión de los recursos financieros que ingresan por la venta de la gasolinera en Cuernavaca, que son manejados por el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de las Familias.
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