¿Dónde quedó la renta petrolera?

¿Dónde quedaron los 137 mil pesos de cada mexicano?

¿Y los 20 mil 792 pesos de cada morelense?

Por: Iván Ureña

Es tal el desprestigio de los políticos y de esa actividad, que buena parte de los mexicanos tiene como eslogan: “yo no me meto en la política” o “soy apolítico”, e incluso en ocasiones, algunos padres de familia llegan al extremo de decirle a sus hijos, dedícate a lo que quieras, pero menos a la política, no vayas a manchar el nombre de la familia y luego digan que eres como todos ellos: un corrupto, tranza, mentiroso y ratero; sin embargo, esos ciudadanos desconocen que la política es la ciencia que trata del gobierno o la dirección de los asuntos públicos en general, y  que con esa decisión, aunque no quieran, están haciendo política; pero la que desea y más le conviene a la clase gobernante: que se les deje conducir a su gusto y conveniencia los asuntos públicos.

Pero esa actitud política de no participar en la toma de decisiones, es la que nos ha llevado al estado en que se encuentran las cosas y tener en el poder una clase política que ha generado: escasez, tanto de educación de calidad, como de crecimiento y empleo, pero abundancia de criminalidad, corrupción y endeudamiento.

La historia económica enseña que la actitud expansionista y belicosa de los países europeos, los llevó a entrar en conflicto contantemente y cuando terminó la segunda guerra mundial, la economía de esos países estaba destrozada, la infraestructura bombardeada, millones de muertos, escasez de empleo, el campo sin producir y la población sobreviviente sufriendo hambruna, ya que no tenían dinero para comprar alimentos; al mismo tiempo, los gobiernos endeudados y sin reservas internacionales, las habían usado en el conflicto, es decir, esas naciones vivieron una situación económica mucho peor que la padecemos los actuales mexicanos. Por lo que para enfrentar esa crisis y reconstruir Europa, se diseñó el famoso Plan Marshall, financiado por los Estados Unidos, que tuvo vigencia del año 1948 al año 1951 y contó con un  monto de 13 mil millones de dólares de la época, pero que puestos a dólares actuales tiene un valor de 125 mil millones de dólares.

Con ese monto de dinero, 125 mil millones de dólares a valor presente,  Europa se reactivó y reconstruyó; gracias a ello, ahora esas naciones tienen de los niveles de vida más altos del mundo, seguro de desempleo y educación de calidad, baja criminalidad y millones de ciudadanos del resto del mundo desean emigrar a ese continente para gozar de las ventajas que ofrece vivir en la economía de esos países.

UN PLAN MARSHALL MEXICANO, 9 VECES MÁS GRANDE

México es un país rico en recursos naturales, entre ellos el petróleo. Nosotros no hicimos nada para tenerlo, simplemente ahí está, gracias a ello, como nación hemos recibido una renta petrolera por años, la cual ha administrado nuestra clase política, pero para tener una idea de cuánto dinero han gastado, es necesario hacer un análisis de las últimas décadas y los montos manejados. Por tal motivo reproducimos la tabla publicada en el libro “Uso y abuso de los recursos públicos”.

Así, tenemos que nuestra clase política manejó en 32 años, de 1980 hasta el 2011, la impresionante cifra de un millón de millones, ciento cincuenta y cinco mil millones de dólares. Un monto de dinero superior 9.2 veces, a las inversiones que reactivaron las economías de los países europeos y los pusieron por el camino de la prosperidad que ahora gozan; sin embargo, en nuestro caso, esa estratosférica cifra ha servido para que la clase política se peleé el botín y tengamos en el poder una casta desprestigiada, corrupta, y que tiene como carta de presentación una economía con bajo crecimiento, insuficiente infraestructura, ambulantaje, desempleo, y por otro lado, cinismo, desolación, criminalidad, abandono en el campo, fábricas cerradas o con capacidad ociosa.

Realmente, con esos montos de dinero era para que nuestra realidad social y económica fuera otra; sin embargo, es tal la ambición de nuestros gobernantes, que no están satisfechos y seguirán por la misma senda, por cada mexicano manejaron en 32 años, sólo por concepto de la renta petrolera, 137 mil pesos, entonces  la pregunta relevante es, en dónde quedaron y a quién beneficiaron, por qué la mayoría de la población sigue en la misma situación de escasez y pobreza, y los que tienen recursos es por su trabajo y no por el gobierno, paradójicamente sólo la clase política ha sido la gran beneficiaria. Es urgente que la población se interese en los asuntos del gobierno, porque de lo contrario, seguir con esa actitud de “yo no me meto en política” o “soy apolítico”, va a provocar, no sólo que la situación no mejore, sino que se ponga peor, ya que esta clase política no se va a corregir, a menos que los ciudadanos la obliguemos.

El CASO DE MORELOS

El plan Marshall, ayudó a Dinamarca con 3 mil 789 millones de dólares a precios actuales, con una población, en ese entonces de 4 millones 230 mil habitantes, en promedio por habitante de 895 dólares. Por su parte, las autoridades de Morelos, este año recibieron vía transferencias del Gobierno Federal, 17 mil 885 millones de pesos, pero como eso les resultó insuficiente, se endeudaron con 2 mil 806 millones de pesos y el año 2014 recibirán 18 mil 114 millones de pesos, lo que da un monto acumulado de 38 mil 576 millones de pesos, con una población de un millón 855 mil 326 habitantes, obteniendo un promedio por habitante de 20 mil 792 pesos y en dólares mil 570. Así, tan sólo en dos años, este gobierno manejará por cada habitante del estado, ciento setenta y siete por ciento más recursos, que los que dispuso el gobierno de Dinamarca para reconstruir el país y ubicarlo en los primeros lugares de ingreso, educación y empleo en el mundo.

Mientras que aquí, con casi el doble de recursos, sí ha habido primeros lugares pero en secuestro, corrupción, endeudamiento y cantidades millonarias para comprar a la prensa.

Las cifras anteriores son de escándalo y nuestra clase gobernante no está satisfecha: quiere más. Por lo que la sociedad sólo tiene dos opciones: participar y detener el atraco y deterioro que estamos viviendo, o de lo contrario, seguir con esa actitud “yo no me meto en política” y atenerse a las consecuencias: una situación cada vez peor.

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Iván Ureña

Premio Nacional de Periodismo 2017. Premio Estatal de Periodismo Morelos 2012, empresario y maestro en Economía por el ITAM. Funcionario en Banobras, Hacienda y Secofi.