EL ATRACO DE LAS COMISIONES BANCARIAS

Gerardo Fernández Casanova

Ricardo Monreal, Senador de la República y líder de la bancada de MORENA, formuló una iniciativa para reducir o eliminar las comisiones que los bancos cobran a sus cuentahabientes por diversos servicios, las que resultan excesivas en términos absolutos y comparativos con lo que, los mismos bancos, cobran en sus países de origen, generándoles ganancias que no tienen proporción con el servicio financiero que prestan al país. La iniciativa provocó un alud de reacciones, la primera fue la del acostumbrado chantaje del gran capital que provocó una importante caída del índice de la Bolsa de Valores y una ligera depreciación de la moneda (ambas coincidentes con acontecimientos similares en otras naciones por causas externas); la segunda fue el airado reproche de la Presidenta de su partido por no haber sido previamente votada en su interior; la tercera tuvo que ser la ratificación por el Presidente Electo de que no haría cambios en las reglas de operación financiera y de la banca. Esta última logró amainar la tormenta suscitada y recuperar la tranquilidad empresarial que ya había asimilado el golpe de la cancelación del fastuoso aeropuerto en Texcoco.

 

No obstante, la iniciativa de Monreal generó fuertes simpatías entre el público usuario de los servicios bancarios que padece los abusos de sus prestadores. También se dieron expresiones de acuerdo de otras voces autorizadas como es la CONDUCEF que es el organismo público de defensa de los usuarios de la banca y otras voces de la academia y la economía. Desde luego la opinocracia servil se lanzó a la yugular contra el proponente y contra López Obrador.

 

No es mi materia especular si Monreal se fue por la libre o si fue a valores entendidos, ni es tampoco lo importante. La iniciativa tiene valor por sí misma, pero además lo tiene en el sentido de la soberanía del Poder Legislativo, lo que constituye un aspecto nodal en la transformación que se está emprendiendo y en la que Andrés Manuel es el principal comprometido, aunque me resulta obvio que prefiera ir dosificando sus acciones para evitar que se le acumulen las batallas que tendrá que lidiar.

 

Lo importante es que la iniciativa sigue adelante, con apertura a los comentarios de los afectados y, posiblemente con alguna relativa moderación, pero que podrá concretarse en beneficio de la población; más aún cuando el proceso de bancarización está en expansión con la cauda de entregas de dinero que instaurará el gobierno a partir del 1 de enero de 2019. No se vale que los bancos medren con el esfuerzo público por garantizar la pensión universal y las becas de estudio o trabajo, entre otras; eso también sería una forma de corrupción grave.

 

El Presidente Electo asume cada vez con más certeza su función ejecutiva. Esta semana se presentó el programa para la seguridad y la pacificación, por el que se anuncia la creación de la Guardia Nacional como un híbrido fecundo entre las policías militar y naval, con la policía federal, que ofrezca seguridad con disciplina y respeto absoluto a los derechos humanos. Sin ser una copia, se apunta que en varios países operan exitosamente de esta forma, principalmente en Francia, España e Italia. El Secretario de la Defensa, distinguido por AMLO por su liderazgo y su honestidad, tendrá el control operativo, en tanto que el de Seguridad conducirá la normatividad y la inteligencia. Al parecer se aprovechan los aspectos virtuosos del ejército y la marina, y se protege a la población sin sus atropellos; esto con la tendencia a ir formando cuerpos policiacos confiables y capaces.

 

En el Senado se aprobó la Ley de la Fiscalía General, Reglamentaria del 102 de la Constitución, en los términos acordados por MORENA con López Obrador, que incluye un mecanismo para la designación del Fiscal General por el Senado en correlación con el Presidente. Varios organismos no gubernamentales no comparten la decisión legislativa; prefirieran un Fiscal General absolutamente independiente del ejecutivo y una ley que profundizara en el diseño orgánico de la institución. Están en su derecho y, estoy seguro, se les tomará muy en cuenta en la segunda parte.

 

Así las cosas, el acto formal de la Toma de Posesión (o, si se quiere, de rendición de protesta) será de pisa y corre, al uso beisbolero de moda, El nuevo gobierno ya va muy encarrerado y de buen humor.

 

 

 

gerdez777@gmail.com

 

 

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