
YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Ya sabemos que las necesidades de cualquier estado siempre serán mayores a los problemas que se puedan solucionar con los recursos que pueda captar vía el respectivo pago de impuestos y otras contribuciones. Luego entonces, ¿para qué pagamos esos impuestos?, la respuesta es muy fácil, para que ese estado, en primerísimo lugar brinde seguridad y protección a sus ciudadanos y a los patrimonios de éstos, para tener cierto bienestar a través de la prestación de los servicios a que tenemos como legítimo derecho, para que exista infraestructura e inversión… ¡SUEÑOS GUAJIROS!
Pero, ¿qué sucede cuando ese estado no hace valer el uso monopólico de la fuerza pública para evitar que sus ciudadanos sean vilmente ultrajados?, simple y sencillamente se trata de un estado fallido o podrido, la inexistencia de lo que conocemos como estado de derecho. Lo anterior no es otra cosa que una breve descripción de lo que estamos viviendo en Michoacán cuyos ciudadanos estamos en la indefensión, en un continuo terror, con falta de capacidad para salir de ese azoro interminable.
En este espacio hemos señalado en múltiples ocasiones que, desde la llegada de Silvano Aureoles Conejo al gobierno del estado, la situación ha empeorado en todos los sentidos.
Recuerdo que en el otoño de 1966 vivimos una crisis política, eran los tiempos del gobernador Agustín Arriaga Rivera en que el ejército irrumpió en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, de la Universidad Michoacana, el estudiantado y buena parte de la población pedían la salida de Arriaga Rivera, un personaje que a pesar de los momentos difíciles, logró forjar una corriente política que en su momento se le llamó el arriaguismo, con verdaderas posibilidades de aspirar a la presidencia de la república, posibilidades truncadas por ese enorme pecado de violentar la autonomía de la Universidad Michoacana. En esa época y a pesar de los problemas, nadie dudaba de la gobernabilidad del estado.
Michoacán ha sido una fábrica de gobernadores balines, eso es incuestionable, y desde esa época, tal vez ningún otro gobernador había vivido momentos tan difíciles como en la actualidad. Hoy, nuevamente suenan las voces de diferentes actores políticos que piden la renuncia de Silvano Aureoles Conejo.
Y es que es más que evidente que estos casi 27 meses del desgobierno actual, han sido de terror, una verdadera pesadilla de la cual parece imposible que salgamos los michoacanos. Todos los días suceden diferentes cosas, invariablemente enlutando hogares por “los conflictos entre la delincuencia”, esa es la cantaleta del “gobierno” a manera de justificación, de ese estado incapaz de poner orden. Anteayer nos amanecimos con lo que para nosotros ya no es noticia, se dijo de una fuerte balacera entre grupos antagónicos allá por el rumbo del terrero, por el llamado puente de fierro, municipio de Aguililla, la acostumbrada quema de carros no se hizo esperar incluido un vehículo de recolección de basura de ese municipio. Ayer, sobre el tramo carretero Apatzingán-cuatro caminos, por la altura al camino que conduce al ceñidor, municipio de Francisco J. Múgica encontraron cinco descuartizados metidos en bolsas de plástico. En la mayor parte de los caminos de Michoacán deambulan individuos fuertemente armados y de los diversos grupos que se pelean la plaza, nadie sabe realmente la cantidad de muertos que hay en cada uno de esos enfrentamientos. Aquí en Apatzingán, rumbo al sur del municipio, muchas de las comunidades no están siendo abastecidas de gas, pan Bimbo, refrescos, frituras y otras cosas, simplemente esas empresas comerciales, ante la nulidad del estado, han preferido eliminar toda clase de riesgos, es algo similar a lo que padecieron hace unos cuatro años los habitantes de Felipe Carrillo Puerto, “la ruana” municipio de Buena Vista. Estos acontecimientos son tan solo una muestra de lo que está ocurriendo en Michoacán. Un día sí y al siguiente también hay violaciones, robos en todas sus vertientes, balaceados y descuartizados, extorsiónes, secuestros y todos los delitos que usted pueda imaginar, eso es innegable, el peligro siempre está latente y constante. Los comerciantes pagan puntualmente los impuestos, pero muchos tienen también que pagar el derecho de piso.
Hoy estamos peor que hace cuatro años en que, el presidente Enrique Peña Nieto delegó todas las funciones de gobierno en Alfredo Castillo Cervantes a quien le extendió un nombramiento como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, éste personaje llegó con toda la legión “chilanga”, con todo el respaldo del centro, el gobernador de facto con atribuciones plenipotenciarias, hasta para arrinconar a los “gobernadores” Fausto Vallejo, Jesús Reyna García a quien envió a la cárcel por supuestos nexos con el crimen organizado, concretamente por una foto donde Reyna García aparecía con el otro gobernador, con el profesor de Arteaga que hasta hace poco más de un año estaba en una mazmorra contigua a la de Joaquín “el chapo” Guzmán Loera, y el “gobernador” obediente Salvador Jara Guerrero que en la actualidad, como premio, se lo llevó el gobierno federal a la SEP donde despacha actualmente como sub secretario de educación superior.
Desde ese tiempo también está como procurador general del estado de Michoacán José Martín Godoy Castro, los resultados han sido catastróficos en materia de justicia. Es importante decir que, durante su campaña proselitista rumbo a la gubernatura, Silvano Aureoles dijo que una de sus primeras acciones al llegar al poder, era la de despedir a Godoy Castro y que no aceptaría ninguna imposición del gobierno federal, la verdad ha sido muy diferente y hoy es un cordero obediente a los dictados del gobierno federal, por eso la Auditoría Superior de la Federación a la fecha guarda una actitud de complicidad al no informar a cabalidad sobre el manejo de los recursos públicos del estado, hoy, con Aureoles Conejo la deuda estatal ha llegado casi a los cincuenta mil millones de pesos, sumada la deuda anterior más los empréstitos que ha gestionado en estos 27 meses, aprobados por el congreso del estado y que, en su momento denunció en su respectivo informe el diputado Mario Armando Mendoza, uno de los pocos legisladores que han levantado la voz. La opacidad en el manejo de los recursos públicos es su sello, así lo dio a conocer en su momento un diario de circulación nacional que lo evidencia cuando señala que gasta más de 200 millones de pesos en la renta de helicópteros anualmente, eso sin contar los centenares de policías que cotidianamente se movilizan para cuidarlo.
Y ante la evidente incapacidad para gobernar, la respuesta de Silvano es de tirano, cuya intolerancia ha quedado de manifiesto al reprimir cualquier intento de manifestación, tal y como ocurrió la semana anterior el Cd. Lázaro Cárdenas donde arremetió contra las y los maestros que, mediante una manifestación reclamaron los adeudos y prestaciones no pagadas. En esta ocasión más de una veintena de profesores fueron mandados a la cárcel, principalmente mujeres, golpeadas además, de esto hay constancia. Por lo anterior los maestros pidieron auxilio y se les unió el poderoso sindicato de mineros que también repudió el actuar de Silvano Aureoles Conejo. Un impresionante contingente marchó por las calles de Cd. Lázaro Cárdenas, lanzando consignas en contra del gobernador de quien piden su destitución inmediata. Hoy por hoy los sindicatos burócratas en Michoacán repudian a Silvano, incluido el del poder ejecutivo.
PUBLICACIÓN DE MAESTROS EN SUS REDES SOCIALES.
Los recursos que Aureoles Conejo ha empleado para el manejo de su imagen es renglón aparte. Hoy a través de un video, amenaza a la CNTE de que de continuar esas manifestaciones en su contra, los meterá a la cárcel y dice que ya no habrá arreglos (se acabó la tregua le dijo a la delincuencia organizada hace unas semanas), asimismo muestra su enojo porque ese sector educativo se identifica políticamente con “el peje”, diciendo además que “siempre los locos se juntan, pero esto no tiene por que afectar a la población”, los alertó que en adelante los manifestantes ya no irán más a la barandilla sino directamente los mandará a otra parte del país, como Hermosillo o Baja California, dijo “prefiero los penales, de eso que no haya ninguna duda”.
En fin, en Michoacán, como en muchos estados del país desgraciadamente, sigue reinando la anarquía representada por la inseguridad, la violencia sin fin, la corrupción y la terrible impunidad, un desgobierno incapaz e intolerante, un Silvano Aureoles más preocupado por lo que ocurre con sus homólogos de Morelos y Chihuahua que su actuación misma, una actuación digna de un reyezuelo, de un sátrapa que a pulso se ha ganado que en Michoacán se le conozca como Silvano EL TIRANO.
¿Hasta dónde le será favorable estirar la liga?
¿Hasta qué punto llegará su intolerancia?
¿Hasta cuándo saldrá del otro Michoacán para que aterrice en el nuestro?
¿Hasta cuándo se permitirá seguir operando al gobierno de facto?
¿Seguirá en esos términos rijosos y en estos momentos de plena efervescencia política?
¿Seguirá utilizando más recursos en aeronaves –cuyos contratos de arrendamiento son por designación y no por licitación, según EL UNIVERSAL- e imagen personal, en lugar de pagar a los maestros de la CNTE, de Tecnológicos y Colegio de Bachilleres?
¿Qué de verdad no le interesa a Silvano salir de ese deshonroso antepenúltimo lugar nacional de Michoacán en materia educativa?
¿Hasta dónde estirarán la liga los maestros de la CNTE y los sindicatos de burócratas y el sindicato nacional de mineros que se adhirió al movimiento la semana anterior?
¿Hasta cuándo seguiremos soportando los michoacanos tanto terror y desorden?
¡YA BASTA!
Contador y analista político
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