Oscar Herbe Sauri Bazán
Las y los ciudadanos vamos a elegir, por medio de nuestro voto: Universal, libre, directo, personal, intransferible y secreto, en julio de este año, más de tres mil funcionarios públicos, entre regidores, alcaldes, diputados locales, federales, senadores y gobernadores de nueve entidades federativas, vamos a las elecciones más complejas de nuestra historia, vamos en medio de viejas y nuevas arengas, de un supuesto cambio que la realidad política y los políticos le han escamoteado a nuestra sociedad.
Las y los ciudadanos debemos ser muy cuidadosos en nuestra toma de decisiones, así, en plural, porque no es una sola decisión la que debemos asumir, son varias. Este conjunto de toma de posturas frente a diversas candidaturas construirá el futuro de nuestra ciudad, de nuestro estado y de nuestro país, es por eso, por lo que el voto no debe ser un acto irreflexivo, un acto de venganza, un acto de rencor, no digo que no pueda ser así, digo que no debe ser así, todas y todos tenemos el irrenunciable derecho de emitir nuestro sufragio incluso con odio, solo que el odio no construye, el odio destruye.
Hay inclusive un antiguo y permanente candidato, con casi veinte años de una campaña ininterrumpida, que nos habla del cambio verdadero, nos habla de ese cambio verdadero mientras se rodea de mafiosos y corruptos de todo género, desde los antiguos corrompidos del mismo grupo que lo ha acompañado desde hace lustros, hasta nuevos corruptos que vienen de todos los partidos que de una manera simplista, binaria y maniquea, ese candidato, ya Chávez quien, ha denominado “la mafia del poder”, término falaz que lo mismo le sirve hoy para medrar a partir de las enormes corruptelas e ineficiencias del actual gobierno, que de seguro le servirá mañana para justificar los errores, ineficiencias, fracasos y corruptelas de un hoy probable futuro gobierno de ya Chávez quien.
Ciudadanas y ciudadanos: El cambio verdadero no vendrá desde las alturas del poder, no vendrá jamás de arriba hacia abajo o viene de abajo hacia arriba o no vendrá nunca a acabar con los dolores y sufrimientos de nuestro país, las sociedades humanas no son escaleras, no es cierto que se barren de arriba hacia abajo, no es cierto que los cambios democráticos, se hacen de arriba hacia abajo, las sociedades humanas no son objeto de nadie, menos de un político con ínfulas de patriarca moral, las sociedades democráticas se organizan de abajo hacia arriba o solo se desorganizan por el poder desde arriba para seguirlas explotando.
La desgracia de este país en todo el siglo XX y lo que va del XXI, es que es virtualmente ha sido gobernado por una monarquía sexenal, es hace apenas poco tiempo en el año de 1997 en que voto empezó a contar y a contarse, surgió cierto equilibrio de poderes, pero el peso presupuestal del presidente requiere mayor moderación, seguir en esa lógica de la monarquía, que ahora se nos ofrece con características de absoluta y hereditaria, solo traerá perdida de libertades y más problemas; casi al final de la segunda década del siglo que corre, creo que ha sonado la hora de las y los ciudadanos, ya hemos empezado a construir el futuro desde abajo las y los ciudadanos consientes que no son los políticos que han usado nuestro dinero durante lustros para promocionar su cara y su nombre quienes van a transformar este país, somos todos y cada de nosotros mujeres y hombres libres quienes tenemos ese deber ético y político, llegó la hora de movernos y organizarnos, están invitados, ese es el único cambio verdadero el empoderamiento de las y los ciudadanos. Oscar Herbé Sauri Bazán. Febrero de 2018.
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