YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Hace exactamente dos años que el entonces senador de la república Jorge Luis Preciado Rodríguez presentó una iniciativa relacionada con la posesión de armas de fuego en los negocios, vehículos y en los hogares. Tal iniciativa levantó en esos días tremenda polvareda, una verdadera alharaca mediática, inclusive Pepe Cárdenas en su programa televisivo de golpe y porrazo soltó un ¿y también pidió permiso para ser pendejo?, de ese tamaño fueron los radicalismos porque sobraron también quienes hicieron una defensa a ultranza en pro del armamentismo.
También debemos anotar que, tal vez hace un par de años aún no se generalizaba este desmadre en casi todos los estados de la república, hoy, estados como Guanajuato, otrora símbolo de cultura, concordia y armonía entre sus habitantes, vive un verdadero infierno, los muertos se cuentan por racimos un día sí y al otro también, es indudable que hoy el país está peor que hace un par de años en que se dio la iniciativa de Preciado Rodríguez, lo anterior tan solo para poner un ejemplo.
Por eso mismo hoy cobra vigencia el pensamiento del colimense, porque tienen sustento todos aquellos que evidencian este alarmante incremento de todos los delitos, desde los homicidios dolosos, extorsiones, secuestros, privación ilegal de la libertad, robos a negocios, a casas, vehículos a mano armada y en calles y plazas públicas, todo en la más terrible impunidad y extendido en casi toda la República Mexicana.
La iniciativa, para unos descabellada y para otros justificada como apuntamos, hoy tiene más vigencia que nunca, simple y sencillamente porque Peña Nieto está dejando un país convulsionado, sin el deseado estado de derecho, añorado por las generaciones adultas sobre todo, un estado de derecho cuya vigencia en el futuro inmediato y a partir del primero de Diciembre próximo depende de una esperanza llamada Andrés Manuel López Obrador.
Recordamos que hace dos años la Confederación de las Cámaras de la Industria (CONCAMIN) se manifestó en el sentido de que la propuesta armamentista provocaría un mayor problema y señaló la facultad de los gobiernos para la puntual aplicación del estado de derecho, así como la seguridad jurídica y física de las personas. Lo cierto es que eso no ha ocurrido en el transcurso de estos dos años, todo lo contrario.
¿Y por qué volvimos a tocar el tema?
Porque a principios de la semana pasada, en todos los noticieros y en las redes sociales vimos como un escolta dio muerte a un presunto delincuente en la zona de Polanco de la Ciudad de México, porque se han viralizado decenas de videos ejemplificando la forma de actuar de una potencial víctima que, armada, en aras de su defensa personal frustra las intenciones delincuenciales, porque vemos como a través de las estafas maestras se roban miles de millones de pesos en la falsa inhibición del delito, ocurrido esto únicamente en escritorios y en empresas fantasmales, o a modo para los controles de confianza, sin importarles centenares o miles de hogares enlutados, víctimas que no debieron ser. Porque con esos videos y en países como Estados Unidos el arma sí inhibe el delito.
Y ya sabemos que, como dijo el propio Jorge Luis Preciado Rodríguez, para lo anterior es necesario reformar el artículo 10 constitucional, porque “tenemos derecho a la legitima defensa y si un delincuente se mete a mi casa o va a mi negocio, por lo menos va a saber que del otro lado puede haber alguien que tenga una arma para responder”.
Ya sabemos que el tema seguirá siendo controversial, pero dadas las circunstancias que privan en el país, para muchos incuestionablemente el tiempo le ha dado la razón al hoy diputado federal, porque es evidente que el estado ha fracasado en esa tarea de proteger a la ciudadanía.
También es pertinente señalar que la idea de tener armas como lo señalamos líneas arriba, jamás será para sustituir a esa responsabilidad monopólica que le pertenece al estado. Obvio que tendría un férreo control de los posesionarios de armas y otras reglamentaciones. De cualquier forma en la actualidad, se calcula que mínimo en México los particulares tienen unas 15 millones de armas de forma irregular. En cambio en USA existen alrededor de 300 millones de armas en manos de particulares.
Esto es lo que tenemos ahorita, pero no olvidemos que muchos mexicanos tienen la mira puesta en la esperanza de México, en Andrés Manuel López Obrador que está a tan solo unos 55 días de tomar el poder formalmente, aunque de facto ya sabemos que está actuando como presidente de la república, mientras tanto, el otro seguirá administrando la corrupción. ¿La última joya? Javiercito duarte, sin el segundo apellido porque no tiene madre, al igual que el resto de la pandilla.
Contador y analista político
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