ISAÍAS CANO MORALES
El inaudito como condenable hecho que fue la arbitraria y violenta detención por parte de esbirros del gobierno de Graco Ramírez en contra del ex rector Alejandro Vera Jiménez, acto que deja ver el nivel de encono, como de una enfermiza animadversión y celo políticos de quien debiera observar la mesura, así como calcular las consecuencias de aberrantes como inexplicables acciones en tiempos de plena efervescencia política- electoral; ese malhadado acontecimiento ha venido a enconar más los ánimos antigraquistas dentro de sectores de por si lastimados por el autoritarismo y abusos de poder; que acrecente la condena y el repudio hacia la persona del gobernador: más no solo contra él, sino contra su partido el PRD y por supuesto contra su hijastro el joven Rodrigo Gayosso que ya hace campaña abierta en la competencia política para suceder a su padre.
Desaguisado y extravío no menor se advierte dentro de la administración graquista: la novatez del nuevo secretario de gobierno, un fiscal anticorrupción en ridículo, jueces a la orden del Ejecutivo, justicia manipulada, violación de derechos y garantías, diputados, dizque defensores de los ciudadanos calladitos y obedientes ¡¡Que viva el Estado de derecho en Morelos¡!. Ante tales desmesuras calificadas como venganzas políticas, asimismo como ofensas y burlas hacia una sociedad, se prevé el pago de una factura política cuyo costo pronto se verá en la contienda electoral que se avecina.
Y a ello precisamente responde la postura hipócrita, de doble cara y discurso del precandidato del PRD a la gubernatura Rodrigo Gayosso al condenar, fingiendo supuesta indignación, la detención de Alejandro Vera Jiménez ordenada por su padrastro el gobernador y acatada por su incondicional como inútil e ignorante Fiscal Anticorrupción Juan Salazar Núñez. La postura del joven Gayosso completa el cuadro de descomposición política del gobierno, los conflictos y posturas contrapuestas, quedando en la más completa orfandad de credibilidad, confianza y apoyo.
El PRD ya no se levanta, la carga de desprestigio y repudio hacia la persona de quien gobierna es abrumadora hundiéndose su figura con sucesos como la arbitraria detención del ex rector, que fue un verdadero abuso de autoridad; eso conlleva a que la sola mención del partido amarillo y su emblema despiertan comentarios, no solo de severa crítica sino incluso injuriosos.
El dineral — al que le apuesta el graquismo– que ya dilapida, de orígenes oscuros para comprar el voto de zonas pobres del estado no les alcanzará. La figura de un Yáñez, conocido mercenario de la política con la pretensión de gobernar Cuernavaca, junto a la desgastada de Rodrigo Gayosso, tras el afán sucesorio del poder que ostenta el padrastro, al saber la ciudadanía que van por el PRD, de inmediato son ligados a Graco y, esa circunstancia, es una lápida muy pesada en contra de la candidatura de Gayosso y demás aspirantes del sol azteca. Los errores, abusos, corrupción, impunidad, inseguridad, violencia, injusticias, represión, todo ello conforma el negro historial de un gobierno que muchos desean llegue a su fin y que no quede rastro ni huella. Ante este escenario, ¿Aún puede creer el precandidato perredista Gayosso que puede aspirara a suceder a su impulsor y familiar?
HORTENCIA FIGUEROA Y LA FALACIA DEL PACTO. Como para aparecer impulsora de que las próximas elecciones de julio sean una justa limpia, transparente, imparcial y apegada a lo que establece la ley en materia de elecciones, la diputada y presidenta del PRD en el estado hace un llamado a la firma de un pacto de civilidad entre los partidos políticos, sin mencionar que para convocar a tal civilidad se requiere ser ejemplo de honestidad y congruencia y bien sabe la diputada que su partido el PRD ha incurrido e incurre en vicios que ensucian estos procesos. La compra del voto, el uso de programas y recursos del gobierno, el chantaje y la coacción del sufragio, de todo ello el PRD se ha vuelto profesional a la hora de operar.
Por otro lado, para que las elecciones sean ejemplares, sin ningún vicio ni manipulación, existe toda una normatividad que con solo hacerla cumplir los órganos electorales, el INE y sus pares en los estados, con ello basta, no habiendo necesidad de pactos que resultarían estar por encima de las leyes electorales. Los llamados a la civilidad electoral son poses de políticos, aquellos que contravienen precisamente la legalidad.
La estimada Hortensia, en otros tiempos empeñada en afanes democráticos, debe saber que el reiterado vicio, de la compra del voto, que es un delito, ya lo hace con impunidad el partido que dirige con miras al proceso electoral de julio. Lo que sucede es tratar de amarrarse el dedo para trazar estrategias de simulación y engaño.
Chay_cano@hotmail.com
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