YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 6 de Julio del 2015.-Dicen que en política no hay sorpresas sino sorprendidos, puede pasar cualquier cosa, lo impensable, lo indeseable, inclusive la repetición de conductas electorales delictivas, superadas y aumentadas, ¡QUE EL ESTADO YA ES OTRO!, cuando menos esa fue la idea que se pretendió vendernos.
En este espacio, el pasado lunes 8 de Junio, es decir, al día siguiente del proceso electoral, apuntamos que si durante las “elecciones” de 2011 y 2012, todo mundo estuvo enterado de la intromisión del crimen organizado –y así se consignó en varios medios nacionales en aquel tiempo-, no sabía qué defecto les podíamos poner a las del día anterior.
En lo que respecta a la gubernatura, el ex candidato del partido revolucionario institucional Ascensión Orihuela Bárcenas había dicho que, desde su punto de vista, la elección era impugnable y que se iría a tribunales, sin embargo, cuando el presidente Peña Nieto levantó el teléfono para felicitar al perredista por su triunfo, incuestionablemente que en política quiso decir: “A ti te lo digo Silvano, entiéndelo tú mi Chón”.
Pero en lo que respecta a algunas presidencias municipales principalmente, existen un sinnúmero de impugnaciones derivadas de presuntos delitos electorales. Ya sabemos que las características del voto ciudadano son que el mismo debe ser secreto, libre, universal, directo, personal e intransferible, cuando no se cumple a cabalidad con lo anterior es que se cae presumiblemente en conductas delictivas. El delito electoral se dice que es la acción realizada por una persona contraria a lo establecido en la ley y cuya violación amerita una sanción o castigo, de lo anterior, si se cuenta con los argumentos probatorios, puede llevar a los individuos a la cárcel y hasta la anulación de la respectiva elección.
En muchas ocasiones se da el robo de urnas, el proselitismo mismo anticipado o en la misma jornada electoral que, se practica por todos los partidos políticos, actas apócrifas o cuyas firmas no corresponden a la de instalación con la de escrutinio, impedir que las casillas se instalen en el lugar previamente asignado –como ocurrió- por la autoridad electoral, inducir al electorado a votar por tal o cual partido, inducirlo a no votar, también es considerado delito electoral aprovecharse de los programas gubernamentales como ocurrió con la entrega de televisores, sin embargo, los “honorables” miembros del tribunal electoral del poder judicial de la federación decidieron lo contrario, pero sobre todo, lo más escandaloso de las pasadas elecciones fue la afirmación de varios actores políticos, entre ellos el Presbítero Gregorio López Gerónimo, de la compra del voto, y no nada más eso, sino que se dijo que la compra de la voluntad popular se hizo con dinero falso. Todo lo anterior constituye un verdadero catálogo de ilegalidades y, de conformidad a los criterios de los muy diversos partidos políticos, fueron causa o causas de impugnaciones, por eso en varias presidencias municipales se están pidiendo las respectivas anulaciones, para en el plazo establecido por la ley, se proceda a elecciones extraordinarias.
Por décadas, Michoacán se ha caracterizado por la inestabilidad política, los interinatos es el sello de la casa, basta mencionar que durante la presente “administración” de tres años y siete meses hubo tres “gobernadores” y un virrey con poderes plenipotenciarios, nadando de muertito desde la CONADE hasta donde no siente lo duro, sino lo tupido.
En Apatzingán igualmente siempre ha existido la inestabilidad política, desde aquella época de los sesentas en que hubo un movimiento que concluyó cuando a unos cuantos les llegaron al precio, incluida una notaría para “el becerro de oro” y el interinato efímero de Rodolfo Zamora “la borrasca”. En la actualidad, afortunadamente ya por terminar la “administración”, hubo nada más cinco presidentes municipales: Uriel Chávez Mendoza, Eloy Torres, Ramón Santoyo “Ramonazo” (presidente por un día), Lila Ceja Canela y Alejandro Villanueva del Río.
Para hacer posible las elecciones extraordinarias en esta población, han unido fuerzas los llamados partidos de izquierda y el Partido Acción Nacional inclusive, y como apuntamos en un principio, en política no hay sorpresas, hay sorprendidos, decimos lo anterior porque para muchos lo más conveniente es que la toma de posesión de Silvano Aureoles Conejo como gobernador del estado, lo más conveniente sería que se diera con cierta tersura, sin sobresaltos. Pero existen situaciones que tal vez jamás nos damos cuenta, como los acuerdos y convenios cupulares, hay quien opina que a cambio de Apatzingán, tranquilidad para Silvano Aureoles. ¿La joya de la corona por tranquilidad y recursos para la recomposición de Michoacán?, incuestionablemente que son meras especulaciones. La primera condición, es que las impugnaciones tengan el debido sustento legal para que procedan las anulaciones, esto va para todos los partidos políticos, porque no hay que olvidar que todos impugnaron, así no hayan pintado estadísticamente hablando.
Por otro lado, ¿Quién garantiza que en elecciones extraordinarias no se cometerán los mismos vicios y las mismas mañas? ¿Quién impedirá que el voto se vuelva a corromper?
Tal vez, una solución es la que hace unos meses, en corto nos exteriorizó Orlando Camacho, director de MEXICO SOS, quien recomendó que, ante la ceguera, sordera e insensibilidad de los partidos políticos cuya terquedad por lanzar candidaturas a todas luces inconvenientes, de los gobiernos establecidos que no hacen su trabajo de inteligencia y de las mismas autoridades electorales, lo más conveniente es dejar que los presidentes electos rindan su protesta constitucional y después, sacarles sus trapitos al sol. De esta forma, corresponde a los congresos locales el nombramiento de los interinatos, propone además Orlando Camacho que síndicos y regidores también sean defenestrados. En estas condiciones se llamaría a ciudadanos perfectamente comprometidos con el pueblo, presidentes, síndicos y regidores no políticos, pero con deseos de trabajar en beneficio de la ciudadanía. Toda la comuna ciudadana, de otra forma, es decir llamar únicamente a quien funja como presidente municipal, es nadar entre tiburones.
En Michoacán hay ciudadanos con capacidad, inteligentes, con deseos de hacer bien las cosas, mujeres y hombres con vocación de servir, no de servirse y, sobre todo, de reconocida honorabilidad.
Sin duda alguna, algo para meditar.
Que a muchos no les va a gustar la idea, de eso se trata.
Contador y analista político
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