Josué Guzmán Casarrubias
Por segundo día consecutivo, el gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez, recibió gritos ofensivos, chiflidos y hasta ‘mentadas de madre’ en los recorridos que realizó el pasado jueves en los municipios afectados por el sismo del día martes.
Esta vez los gritos y chiflidos contra el mandatario no los hicieron los morelenses, sino un grupo de jóvenes provenientes de Chalco, Estado de México, quienes acudieron a Tetela del Volcán para apoyar a las personas que se vieron a afectadas tras este fenómeno natural.
Alrededor de las 15:42 horas, Graco Ramírez se bajó de su camioneta y comenzó a saludar a las personas que ahí se encontraban. Se dirigió hacia un grupo de jóvenes para estrechar sus manos, pero jamás se imaginó que estos le recriminarían sus visitas por los municipios afectados.
«No se preocupe en llegar, nosotros estamos aquí desde las siete de la mañana ayudando a la gente, no llegamos a más del mediodía», le dijo un joven al mandatario, por lo que Graco cuestiona: ¿de dónde son?, de Chalco e Ixtapalapa, responden. Pués bienvenidos.
«Ahora sí que a ponerse sus botitas y a trabajar. Yo creo que a las tres o cuatro ya no es considerable venir ayudar a la gente», expresaron un par de jóvenes. Ante esto, Graco Ramírez les solicitó respeto por ser el gobernador de Morelos.
Esta expresión calentó más los ánimos de este grupo y le expresaron que no lo iban a hacer porque «eres un ciudadano más, así como usted, todos somos ciudadanos, así de fácil».
Graco Ramírez se justificó por llegar tarde a Tetela, pues señaló que durante la mañana había recorrido otras zonas afectadas y albergues en la capital morelense y en medio de gritos en su contra, pidió unidad ante la difícil situación que atraviesan varios municipios de Morelos. Después de eso se alejó e inició su recorrido.
Horas más tarde, pero ahora en el municipio de Tlayacapan, estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) encararon al gobernador para exigirle que libere los recursos que le pertenecen a la máxima casa estudios.
Con ellos, no se quedó callado y reiteraba que la crisis económica de la universidad era por culpa del rector Alejandro Vera, «a él reclámale por qué no tiene dinero la universidad, a mi no me digas nada», señalaba Graco Ramírez.
Al abordar su camioneta para salir de esta localidad, un grupo de pobladores se reunieron para gritarle el «eh, puto», «Graco ratero» y alguna que otra mentada de madre.
Un día antes, en Jojutla, el gobernador y el presidente de la república, Enrique Peña Nieto también recibieron gritos, lo que demuestra el descontento con su administración.
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