Ganadores y perdedores de la elección y su impacto para el 2018 

Parte II

Lo que ya se daba como un hecho

Por: Iván Ureña

El PAN y el gobernador Moreno Valle, con el candidato Antonio Gali, ganaron Puebla. Por su parte, el PRI, con Omar Fayad en Hidalgo y con Quirino Ordaz en Sinaloa, salió triunfante. Mientras que Morena, en la Ciudad de México, salió fortalecido e indiscutiblemente es la primera fuerza política, con el 30%, seguido por el PRD con 26% y en un distante tercer sitio, el PAN con 9.5%.

Lo que se entreveía

Tamaulipas, para el panista Cabeza de Vaca y Zacatecas para el priista Alejandro Tello.

Las de pronóstico reservado

En Aguascalientes, el PAN se llevó el triunfo con Martín Orozco.  Durango, asimismo se inclinó por el panista José Rosas Aispuro, pero también iba apoyado por el PRD. Igual situación ocurrió en Veracruz, ganó el panista Miguel Ángel Yunes en alianza con el PRD. Mientras que el PRI, con Marco Antonio Mena en Tlaxcala y con Murat en Oaxaca, se hizo del triunfo.

Las sorpresas

Chihuahua para el panista más de izquierda: Javier Corral. Las encuestas siempre dieron como favorito al priista Enrique Serrano, pero las últimas semanas la diferencia se fue cerrando, aunado al desplome del independiente “Chacho” Barraza y que su equipo se fue con el blanquiazul. Igual de sorpresivo fue el triunfo del panista Carlos Joaquín González en Quintana Roo, quien también iba apoyado por el PRD.

Interpretación de los resultados

De las ocho elecciones donde las encuestas arrojaban un candidato o partido favorito, en seis fue posible pronosticar con certeza:  Puebla, Tamaulipas, Zacatecas, Hidalgo, Sinaloa y Ciudad de México; mientras que en dos, Chihuahua y Quintana Roo, el pronóstico fue erróneo.

El indiscutible ganador fue el partido Acción Nacional, se llevó siete de doce gubernaturas en disputa, pero entre ellas destacan Veracruz y Puebla por su peso electoral. Además, en donde no ganó, aparece en segundo o tercer lugar, bien sea en coalición o por sí solo, inclusive en la Ciudad de México, quedó en tercer sitio. El PAN va a gobernar en 11 estados y 40 millones de mexicanos, un tercio de la población, sin duda este instituto político está en una posición muy competitiva para la elección presidencial del 2018. Aunque sus dirigentes no se deben confundir, mucho del voto que recibió fue por el hartazgo contra el PRI.

Morena y López Obrador siguen creciendo. Nadie puede negar que actualmente es el partido de izquierda con la mayor base de votantes en el país. Volvió a imponerse en la Ciudad de México, donde indiscutiblemente es la primera fuerza política. En Zacatecas y Veracruz sus candidatos fueron sumamente competitivos, estuvieron a unos cuantos puntos porcentuales del ganador. Mientras que en Oaxaca, Quintana Roo y Puebla, tuvieron un desempeño aceptable, obtuvieron el tercer sitio. Además varios de estos estados destacan por su peso electoral.

Los independientes retrocedieron, quedaron por debajo de la expectativa sembrada en el 2015. Ahora no se llevaron gran cosa, lo más importante y por mucho, Ciudad Juárez, con Armando Cabada.

Perdedor, sin duda el PRD, no ganó ninguna gubernatura por sí sólo. Apostó todo por Tlaxcala y no ganó. En donde iba en alianza con el PAN, ellos se reservaron Oaxaca para un perredista y tampoco ganaron. En la Ciudad de México, quedaron en segundo sitio, con el 26%. Ahora, viene con más intensidad el dren constante de perredistas hacia las filas Morenistas, en el mediano plazo de cuadros medios y cerca de la elección presidencial de figuras prominentes. El PRD va en vías de convertirse en un partido con una preferencia electoral de un digito, similar al Verde. En dos estados quedaron en segundo lugar, en otros dos en tercero y en cinco sencillamente no pintó. Lo rescatable, que se unió con el PAN en tres alianzas ganadoras.

El Gran perdedor el PRI. Recuperó Sinaloa y Oaxaca, retuvo Tlaxcala, Hidalgo y Zacatecas, pero perdió seis estados. Quizás sea el tercer descalabro más doloroso en su historia, solo después de la histórica derrota ante Fox y Calderón. Un electorado que ve una economía que no camina como se le prometió, harto de la corrupción federal y estatal y el cinismo de varios gobernadores, fueron el caldo de cultivo para el revés. Es de preverse cambios en la estrategia priista para el año 18, pero sería un terrible error dar por muerto este partido.

También quedaron a deber los institutos estatales electorales de cada estado, la información tardó demasiado en fluir. Lo mismo, varias casas encuestadoras se equivocaron groseramente, no sólo antes de la elección sino el mismo día de ésta.

Iván Ureña

Premio Nacional de Periodismo 2017. Premio Estatal de Periodismo Morelos 2012, empresario y maestro en Economía por el ITAM. Funcionario en Banobras, Hacienda y Secofi.