René Vega Giles
El ataque armado al interior del hospital regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está marcado por la incertidumbre y zozobra por la información regada el las redes sociales por parte del personal y la sociedad.
Hay vídeos de todos los momentos vividos en el área de urgencias y en el edificio, parece que se trata de una vieja película norteamericana sobre terrorismo.
Personal médico, pacientes y sus familiares que corren en busca de un refugio seguro que pareciera no encontrar en esos momentos.
La policía llega, cierra calles y resguarda la zona, entran al hospital en la búsqueda de los agresores y escondidos los empleados del IMSS, tratan de grabar como se vive en sus escondites, que son escritorios y camas del nosocomio.
Momentos de angustia, las llamadas son continuas para avisar «estamos bien, solo con miedo».
En las redes sociales clama el rumor, sobre presuntas persecuciones en la zona oriente de Cuernavaca, piden evitar salir de sus viviendas basados en un posible ataque en la vía pública.
Es una incertidumbre que causa estrés, que deja pánico y genera noticia exagerada y desinformada.
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