Gaspar Núñez Rodríguez
CONOCÍ A GERARDO ESQUIVEL por primera vez, someramente, en 1991 cuando ingresé a la maestría en Economía del Colegio de México; su grupo estaba egresando. A partir de entonces desarrolló una sobresaliente carrera académica, hasta llegar al Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, que actualmente ostenta.
A su regreso del doctorado en Harvard entró como profesor-investigador al Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, de cuya maestría había egresado en 1991. Y a principios de 2018 se incorporó a la campaña de López Obrador como asesor económico (just in time¡ o como diría el gran JAJ “… no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”).
Con el triunfo de Amlo, al parecer fue considerado como Subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a cargo de Carlos Urzúa quien había sido ya Secretario de Finanzas de Amlo en los tiempos en que gobernó la ahora CDMX.
Por alguna razón, la posición de Esquivel como Subsecretario de la SHCP no cuajó, y en noviembre de 2018 se anunció su postulación, por parte de Amlo, a una sub-gubernatura del Banco de México, que ejerció por un periodo de cuatro años hasta diciembre de 2022. Desde ahí surgió su postulación, también a instancias de Amlo, para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); esta vez sin mucho éxito.
Ante el éxito no obtenido para dirigir el BID -leí en alguna publicación que ahora no recuerdo-, Esquivel declaró que se dedicaría a seguir contribuyendo y debatiendo desde la academia, o algo así. Supongo que estaría pensando en su triunfal reincorporación al CEE del Colmex, misma que trató de gestionar durante el primer semestre de 2023. Pero oh¡ hado cruel¡ no contaba con la pusilanimidad de Silvia Giorguli y la vileza de uno de sus esbirros predilectos: el director del Centro de Estudios Económicos.
EN TIERRA DE CIEGOS… La estrategia más simple y socorrida, por parte de los pusilánimes que se apoderan de las instituciones públicas, es la de expulsar y/o impedir la entrada de personas que pudieran opacarles, ya sea por capacidad, por resultados, por honestidad. Por el contrario, lógicamente tienden a reclutar mediocres y corruptos de su nivel, o peores; este es el principal mecanismo por el que se han corrompido cientos de instituciones y dependencias públicas a lo largo de sexenios y más sexenios. En tierra de ciegos, el tuerto es rey.
Raymundo Campos, también con una carrera académica destacada, cercano colaborador y coautor de Gerardo Esquivel, lógicamente llevó a cabo esfuerzos razonables para defender su caso, sin resultado positivo; la suerte estaba echada, la Honorable “presidenta” y sus secuaces serían implacables.
Por cierto, Raymundo Campos fue, y sigue siendo, la opción más claramente adecuada para la dirección del CEE, pero su productividad como investigador y su actividad académica tan altas (hizo un buen papel como Coordinador del Doctorado en Economía del propio CEE), son también la causa más probable de que le hayan cerrado el paso a la dirección del Centro de Estudios Económicos. Como muestra el Cuadro 1, sus índices en Google Scholar, de modo similar a Esquivel, lo sitúan muy por encima de las “autoridades” en comento. El Director del CEE ni siquiera tiene un perfil en Google Scholar (Académico), ¿por qué será?
Cuadro 1. Indicadores científicos.
Al margen de su estilo personal, Gerardo Esquivel es un economista muchas veces más solvente que uno de sus principales oponentes: el director del CEE Alejandro Castañeda (quien ni siquiera tiene un perfil en google Scholar), cuyo principal mérito ha sido el tráfico de influencias para llegar a la Comisión Federal de Competencia, e influir desde ahí para la asignación de “consultorías”; modus operandi, modus vivendi.
Y sin duda, Esquivel también es un investigador muy por encima del nivel de Silvia Giorguli, de quien no sabemos, por ejemplo, cuál es su efectiva participación como investigadora en los varios trabajos en que aparece como “coautora”; tal vez su principal aportación sean los dineros (públicos) para que sus “coautoras y coautoros” trabajen (lo cual, reconozco, no es cuestión menor). Sería sin duda interesante una investigación por parte de la Comisión de Honor del SNI, que nunca ha hecho nada (y que tampoco lo hará en esta ocasión).
En conclusión, el Colegio de México, una de las muy pocas instituciones que aún guardaban cierta sanidad y excelencia académica, se encuentra en un tobogán, tal vez irreversible, hacia la descomposición que caracteriza a la gran mayoría de las instituciones superiores públicas del país -y a las demás también-. Habrá que ver a quien decide dejar su majestad como próximo presidente del Colmex, ya tiene bastantes votos en la junta de gobierno, más los que se acumulen. (N.B. Como muchas otras palabras de nuestra idioma, “presidente” no tiene género, se refiere al “ente que preside”, p.ej., no hay gobernante y “gobernanta”, etc.).
DE PILÓN: DESPUÉS DE QUE A SU MAMÁ TAMBIÉN. La Directora del Cona(h)cyt lo hizo otra vez¡¡ ahora con la esposa del Sr. Presidente: Beatriz Gutiérrez ascendió al Nivel II del SNI en 3 años.
La Sra. Gutiérrez tiene en Google Scholar un índice i10 igual a … cero patatero¡¡¡ Mientras, a otros investigadores que han tenido hasta tres nombramientos en el Nivel I les niegan dicho nivel, violando sus derechos (que en el SNI son letra muerta). Es evidente por sí mismo que a la Señora esposa del Señor Presidente no le causa ningún problema, ni vergüenza ni pudor, entrarle al tráfico de influencias para lucrar con la nauseabunda corrupción del Sistema Nacional de Investigadores, comandado por la Directora del Cona(h)cyt. (En una entrega futura abordaremos esta cuestión con amplitud).
“Estamos peor con López Obrador, con Meade estaríamos mejor”.
Dr. Gaspar Núñez Rodríguez
Investigador Nacional Nivel I
Google Scholar: Gaspar Núñez Rodríguez
https://www.researchgate.net/profile/Gaspar-Nunez
@DrGasparNunez
Ingeniero Agrónomo Especialista en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma Chapingo; Maestro en Economía por El Colegio de México; Doctor Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona; Investigador Nacional Nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores.
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