
YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 30 de Mayo de 2016.- No cabe duda que el país tiene graves problemas derivados principalmente por la conducción de una política torpe, por el evidente aumento de la corrupción en todas sus vertientes y desde luego por la impunidad con que se da.
En teoría se dice que “el estado de derecho es aquel que se rige por un sistema de leyes e instituciones ordenado en torno a una Constitución, la cual es fundamento jurídico de las autoridades y funcionarios, que se someten a las normas de ésta. Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita”.
La constitución General de la República, establece como obligación monopólica el uso de la fuerza pública por parte del estado con la finalidad de poder brindar seguridad a los mexicanos, así como a sus respectivos patrimonios. Desde hace un buen tiempo, hemos constatado todo lo contrario, la inseguridad está en todo su apogeo, galopa en jamelgo pura sangre, por eso, por la incapacidad manifiesta del estado, durante los últimos días vemos la indeseable justicia por propia mano, los terribles linchamientos en varias partes del territorio nacional como son los casos de Teotihuacán y Chiapas, donde la multitud enardecida dio muerte a supuestos secuestradores.

La administración y aplicación de la injusticia ha llevado a movilizaciones sociales, los jornaleros de Baja California sigue siendo una factura pendiente, las familias agraviadas en varios estados de la república y muy especialmente en Veracruz donde el asesinato a periodistas es punto y aparte, el problema magisterial con mayor importancia en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán, con la amenaza latente –para el gobierno- de sumarse a ellos parte del propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), igualmente los sindicatos del IMSS, ISSSTE, Comisión Federal de Electricidad y PEMEX. Imagínese usted un escenario en estas condiciones, la parálisis del estado mexicano. Tenemos también el movimiento de padres y parientes de desaparecidos de víctimas de la violencia en Tamaulipas.
Este es un ligero panorama en donde las marchas, plantones, toma de carreteras y edificios son el pan nuestro de cada día. Estados de plano ingobernables por decir un piropo, como lo son Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Morelos, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Como si no bastara con todos los problemas que se le vinieron al presidente Peña Nieto, en cascada diríamos, añejos algunos, porque datan desde aquel lunes 30 de Junio de 2014, donde en Tlatlaya murieron 22 personas de las que en su oportunidad se dijo que once fueron ejecutados y que ahora el pasado 13 el gobierno absolvió a los últimos tres militares que estaban detenidos, pretendiendo dar carpetazo a tan grave asunto, como si la inmoralidad tuviera fecha de caducidad. Igualmente sigue latente en la memoria de los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa. Y que me dicen de Michoacán, donde existen facturas pendientes derivadas de los muertos de “los girasoles” aquel 10 de Abril del 2013, los de Tanhuato y también los de Felipe Carrillo Puerto “la ruana”, así como los del 6 de Enero del año pasado, hechos ocurridos en ésta población. Y decíamos que, como si no bastara con todo lo anterior, el Secretario de Educación Pública Aurelio “kid” Nuño se presenta incendiario. Desde hace tiempo que no quiere bajarse del ring, no importa el adversario, llámese Andrés Manuel López Obrador, estudiantes del politécnico, normalistas, maestros de la CNTE y parte del mismo SNTE que, como decíamos, algunos se han sumado al movimiento magisterial, se olvida Nuño que muchos de ellos son personas preparadas. La soberbia no le hace entender que con los problemas que ya tiene el presidente Peña Nieto, más los que se acumulen a partir del próximo domingo en vista de las elecciones en trece estados, doce de los cuales tendrán que elegir gobernadores, está metiendo en un grave problema al propio presidente. Hoy la Secretaría de Educación Pública anuncia que las autoridades educativas de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero continúan llevando las notificaciones a maestros faltistas. Hace días Aurelio “kid” Nuño dijo que ya sumaban más de 26 mil maestros despedidos, pero jamás dio a conocer la lista con los nombres para que todo México se entere, asimismo hizo saber que ya contaba con los respectivos maestros que los suplirán. Y no es que nosotros pretendamos hacer una defensa de los maestros, mucho menos a ultranza como muchos podrán imaginar, porque los hechos los podrían reprobar sin lugar a dudas, lo que sucede es que vemos el problema desde el punto de vista político y social.

En primer lugar, tal vez por los próximos comicios del domingo, el presidente de la república suavizó el discurso al decir que el gobierno federal siempre estaba comprometido con el magisterio, en el mismo sentido se expresó el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, pero parece que a Aurelio Nuño estos mensajes le entran por una oreja y le salen por la otra, porque, fuera de toda lógica hoy también dijo que en Oaxaca, 267 funcionarios habían notificado a más de 900 maestros sobre su situación legal. Pero vamos a ponernos en el escenario en donde la SEP pretenda instalar a los más de 26 mil maestros que “suplirán” a los “despedidos”, ¿Qué a estas alturas del partido todavía no está enterado Nuño que el magisterio llamado disidente jamás les permitirán entrar a las aulas? Se oye mal, pero esa es una realidad. ¿Cuántos policías ocupará el sistema para que con la fuerza pública “tomen sus plazas” los nuevos maestros? ¿Le parecen veinte por escuela? ¿De cuántos policías estamos hablando? ¿Le parecen bien cien mil? ¿Cuánto le costaría esto al pueblo? ¿Cuánto tiempo se sostendría este movimiento? ¿Aguantarían el hostigamiento de la disidencia los nuevos maestros?
Sabemos que Aurelio Nuño es uno de los niños consentidos del presidente, pero, ¿le permitirá que no acepte e interprete su mensaje? Por eso y por rijoso tal vez lo más conveniente es la salida de la SEP de Aurelio Nuño. Y a todo esto, ¿por qué la CNTE no se ha pronunciado al respecto?
Contador y analista político
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