Nextel casi en la quiebra, las gasolineras en capilla
Por: Iván Ureña
Hace años escribí un artículo donde exponía las prácticas comerciales de Nextel. Gozaba del monopolio en el sistema de radio frecuencia. Gracias a ello, imponía contratos muy ventajosos para la empresa y la que más requisitos aplicaba para brindar el servicio: el costo de éste muy caro, de hecho el más alto de todas las compañías de telefonía; la calidad pésima, constantes caídas del sistema y la audición deficiente; además, frecuentemente cobraban por conceptos que el cliente no había autorizado, ir a alguno de los pocos centros de atención a clientes que había, era casi por definición una experiencia desagradable y estresante, pero como si todo lo anterior no fuera suficiente, difícilmente regresaban el depósito que los contratantes habían dejado al solicitar el servicio.
Era tal el malestar de los usuarios, que Nextel aparecía en la lista de las más demandadas en Profeco, sin embargo, por años la actitud no cambió. Nunca he conocido un sólo cliente que esté conforme o hable bien de esta empresa, en cambio, muchos la llaman Raxtel.
Se le percibe como una de las empresas más tiranas en contra de los consumidores, el resultado no se hizo esperar: en el 2013, en México esta telefónica reportó un desplome de 68 por ciento en su utilidad operativa. Tuvieron que despedir a 800 empleados durante el primer trimestre de este año. Pero ahora la situación es mucho peor, está al borde de la quiebra. Durante el segundo trimestre del 2014 perdieron, 334 mil 400 suscriptores y 49.1 millones de dólares. Las acciones se desplomaron en un solo día de 0.66 dólares a 0.22 dólares. Como si eso no fuera poco, en marzo se presentó una demanda en contra de NII Holdings, la compañía matriz en América Latina, acusando que el operador “falseó o engañó” al informar sobre sus esfuerzos por modernizar su red.
En días pasados decidí dejar esta compañía, sin embargo, para retenerme me ofrecieron el oro y el moro: descuentos de hasta el 66 por ciento de lo que les venía pagando, pero ya había muchos agravios, me sostuve y experimenté cierto placer al dejarlos: al igual que cientos de miles de usuarios, me estaba cobrando años de abusos.
El robo en las gasolineras: 27 mil 831 millones pesos
En octubre del 2012, según la Secretaría de Economía y la Profeco, los gasolineros le robaban a los consumidores 620 millones de pesos anuales, porque no despachaban “litros de a litro”, de tal manera que se implementó la norma 185, iba a permitir que el software que controla el dispensario no se pudiera alterar; sin embargo, una investigación realizada por el grupo REFORMA en julio del 2014 y certificada con notario público encontró que el 82 por ciento de las gasolineras estafan al consumidor.
El desfalco va desde unos cuanto mililitros hasta litros completos, según la estación de servicio de que se trate, pero en promedio roban el 3.1 por ciento de la venta, y eso en las ciudades con más controles del país como el D.F., Guadalajara y Monterrey, de tal manera, que si nos atenemos a información de La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), se venden alrededor de 2 mil 500 millones de pesos diarios de gasolina, lo que arroja un robo por día de 76 millones de pesos y por año de 27 mil 831 pesos al año. Es decir, con el nuevo software, lejos de disminuir el abuso sobre los consumidores, se incrementó.
La reprobable práctica comercial de no entregar “litros de a litro” es conocida en el submundo de los gasolineros como “El Chango”, pero genera tantos miles de millones de pesos, que existen empresas especializadas en alterar las bombas, avisar cuando habrá algún operativo gubernamental o corromper a las autoridades. En promedio, por estación de servicio el atraco anual llega a los 2 millones 783 mil pesos.
Por su parte la nueva ley de hidrocarburos contempla multas, por montos que van de un millón hasta los 10 millones de pesos cuando sorprendan algún gasolinero robando; aunque por la metástasis de corrupción que padecemos como sociedad, puede ser una medida poco efectiva, y el camino más seguro y realista es dar más opciones a los consumidores; sin embargo, no será sino hasta el 2016 cuando empezarán a operar los permisos para venta de privados de gasolina; en el 2017 los permisos para importar gasolina; y hasta el 2018 habrá precios libres, así que todavía nos quedan varios años para que sigan abusando de los consumidores… pero por fin vendrá nuestra revancha y seguramente veremos si no desaparecer, sí disminuir considerablemente el irritante “Chango”… gasolineros, aprendan del caso Nextel, la indignación en su contra es enorme.
Salario mínimo
La semana pasada en este espacio se analizó el tema del salario mínimo, y después el Jefe de Gobierno del D.F., modificó su solicitud original de llevar el salario mínimo a 171 pesos diarios y lo dejó en 80 pesos, por su parte el PAN también entró al debate y se comprometió a realizar una consulta; sin embargo ambas posiciones pasan por alto lo que en ese análisis se explicó, es absurdo que el actual salario mínimo sea casi idéntico en todo el país, es tan insensato como querer vestir con una misma talla a flacos, gordos y obesos. Definitivamente la productividad de Nuevo León o la Ciudad de México, no es la misma que la de Guerrero y Chiapas.
Estimados lectores, si no le llega el link de todos modos lo esperamos en este espacio el próximo lunes, gracias.
Premio Nacional de Periodismo 2017. Premio Estatal de Periodismo Morelos 2012, empresario y maestro en Economía por el ITAM. Funcionario en Banobras, Hacienda y Secofi.
Dejar una contestacion