La violencia mata más que la pandemia

 

 

J. Rigoberto Lorence

Los responsables políticos de la seguridad pública del país acaban de rendir un informe acerca de la situación que guarda este asunto, en medio de la pandemia que azota a todas las capas de la sociedad, destacando que la mayoría de los hechos de violencia se mantienen en los niveles que ya conocemos.

 

Los homicidios dolosos se mantienen en su nivel, con un ligero descenso; de 3 mil muertes en marzo, la cifra descendió a 2 mil 950 en abril. En lo que va del sexenio de AMLO, se han registrado más de 50 mil muertes de personas, relacionadas con las refriegas derivadas del combate entre bandas de criminales, así como por la intervención de las fuerzas armadas contra ellas.

 

Los asesinatos de mujeres en el presente sexenio se han elevado hasta 1 mil 426 en total; en abril fueron 76 mujeres mexicanas muertas a manos de sus victimarios, menos que las 87 asesinadas en marzo. Esta cifra significa un leve descenso de este tipo de delitos. No obstante, el feminicidio en general ha venido aumentando en el país.

 

 Asimismo, el confinamiento ha generado muchas agresiones contra las mujeres. Candelaria Ochoa, titular de la Conavim (Comisión Nacional para erradicar la violencia contra las mujeres, de la SeGob) informó que se han recibido millones de llamadas en ese sentido, y esta cifra ha aumentado durante el periodo del confinamiento.

 

Por ejemplo, se han recibido 17 millones 225 mil 555 llamadas al 911, solicitando auxilio para las mujeres. De ellas, más de 13 millones han resultado falsas o inconsistentes. Del resto de mensajes, los porcentajes principales se han referido a violencia sexual, acoso, violencia contra menores y hostigamiento laboral.

 

En el caso del secuestro, por otro lado, hubo un descenso pronunciado: de 92 casos que se registraron en marzo en todo el país, la cifra bajó a 79 en abril. Un descenso de 14 por ciento en este tipo de actos.

 

Hay un cuadro comparativo que ha motivado el título del presente texto. En varias regiones críticas, la violencia de los grupos criminales sigue matando más mexicanos que el coronavirus. Con pandemia o sin ella, a pesar de los llamados insistentes de la autoridad para que se guarde el confinamiento, los grupos criminales siguen saliendo de sus guaridas a ejecutar su macabra labor.

 

Se toman las cifras de 5 entidades, las más violentas, y se compara las cifras de muertes por una y otra causa:

1.- Guanajuato: 419 homicidios dolosos frente a 38 defunciones por Covid.

2.- Edomex: 320 muertos por violencia  contra 38 muertes por el virus.

3.- Chihuahua: 259 ejecutados o caídos en balaceras versus 11 defunciones por la pandemia.

4.- Jalisco: 239 homicidios ante 35 muertes por el patógeno, y

5.- Guerrero: 175 muertes dolosas frente a 54 fallecimientos por  el Covid.

Las cifras corresponden al período comprendido entre el 25 de marzo y el 30 de abril. Fuente: Infobae. 21 de mayo.

Así pues, la muerte ha seguido cumpliendo su labor destructiva, montada en las armas que manejan los delincuentes, prácticamente sin variantes desde el principio del sexenio. Incluso el 20 de abril hubo 114 muertes, una de los días más violentos del periodo obradorista.

 

En este contexto, surge la pregunta de por qué hubo un descenso tan marcado en el número de secuestros: la respuesta que podemos ensayar es que los delincuentes sí le temen al contagio, y por eso han aplazado o cancelado tales operaciones hasta estar seguros de que sus víctimas ya no están enfermas. Es decir: los delincuentes tienen temor de contagiarse.

 

Tomemos en cuenta que los homicidios se realizan en operaciones de decisión rápida, que no duran más que unos cuantos minutos, y además sin necesidad de entrar en contacto físico con las víctimas. Pero los secuestros pueden durar varios días, semanas o meses, dependiendo del objetivo que persigan los delincuentes.

 

Como en general los secuestros se realizan para extorsionar a las familias, pueden durar entre unos días y dos semanas en promedio. En todo secuestro, los delincuentes entran necesariamente en contacto físico con sus víctimas, y lo hacen de manera prolongada. Por eso ha disminuido el número de estos delitos.

 

No hay cifras disponibles, pero queda claro que a los grupos de la delincuencia organizada no les conviene el confinamiento generado por el Covid. La economía criminal está integrada a la economía de la sociedad en general. Si esta ha sido descoyuntada, los ingresos de los grupos criminales también han sufrido mermas.

 

 Lo anterior sucede porque no hay consumidores en las calles, en los antros ni en las playas. Las bandas no pueden mover sus cargamentos en barcos ni en autobuses. El Covid también resulta enemigo, al menos temporal,  del tráfico ilegal de sustancias.

 

Solo la mortífera lucha por las plazas sigue generando la violencia y los ajustes de cuentas. Así ha de continuar mientras no cambien los factores básicos que la generan. Es muy temprano aún para que las medidas del gobierno obradorista surtan efecto en grandes sectores de la población.

 

De acuerdo con la experiencia, las medidas del actual gobierno contra la delincuencia tan solo han contenido el crecimiento de la violencia. Para usar los términos de moda, tan solo han aplanado la curva de crecimiento de la violencia delincuencial. Y eso ya es bastante, por el momento. En espera de que la estrategia de fondo surta sus efectos.

 

 

 

Sobre Rigoberto Lorence 102 artículos
Estudió en la Facultad de Derecho y Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la UNAM. Militante de las organizaciones democráticas y revolucionarias de México desde hace unos 40 años. Ha impartido cursos de reportaje, redacción y otras áreas dentro del periodismo.

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