Las elecciones en medio de la intolerancia de López Obrador

 

 

 

YO ACUSO

 

 

Armando Vargas Mora

Estamos a unas cuantas horas para las elecciones del próximo domingo 4, fecha en que estarán en juego las gubernaturas de Coahuila, Nayarit y Estado de México, además de los 212 ayuntamientos de Veracruz.

 

Y de verdad que, dados los antecedentes más próximos de todas las encuestadoras, resulta, salvo Nayarit que se da por hecho la derrota priista, que la mayoría de analistas políticos no se atreven a dar pronósticos de manera categórica. De Coahuila por ejemplo, resalta la casi asegurada diputación del exgobernador Humberto Moreira que, paradójicamente se dice que trabajó para el partido que lo expulsó –PRI-, esto en cuanto a la gubernatura. Decimos paradójicamente porque recordemos que a este personaje lo impulsó un partido local, el Partido Joven.

Pero como todos sabemos, la joya de la corona es el Estado de México, donde el presidente Enrique Peña Nieto echó toda la carne al asador, y todos los recursos materiales y humanos desde luego, un verdadero ejército de activistas políticos, independientemente de la visita cotidiana de la mayoría de los secretarios de estado acompañados de carretadas de recursos para favorecer a Alfredo Del Mazo Maza, candidato del tricolor.

 

Sin embargo Delfina Gómez, candidata de MORENA, acompañada de Andrés Manuel López Obrador, presidente de ese partido, con mucho menos recursos está en plena pelea para ganar la gubernatura y nadie se atreve, como apuntamos, a dar un pronóstico categórico, todo mundo tiene sus reservas. En fin, habrá que esperar cómo se vienen los acontecimientos políticos y todo hace suponer que esta elección terminará en tribunales.

 

En este espacio habíamos apuntado que es una verdadera lástima que las “autoridades” electorales sean de ornato, porque de lo contrario –cosa que jamás se atreverán-, la elección tendría que anularse en vista de que los actores políticos, desde hace un buen rato ya se han brincado las trancas de los topes electorales, independientemente de que las marrullerías y trampas están en su máxima efervescencia.

Una cosa inocultable también es que Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de presidente de su partido, aprovecha a la perfección esa posición –al igual que Ricardo Anaya en el PAN-, para continuar su carrera proselitista rumbo al 2018, genio y figura, buscando ser siempre la Prima donna en mítines, concentraciones y desde luego en los medios de comunicación a los que, reiteradamente les recuerda que fue víctima de sendos “robos” electorales en 2006 y 2012 y seguro está que la tercera  es la vencida.

 

Pero una cosa lamentable para los seguidores del tabasqueño-veracruzano, así se describe él mismo, es que ahora anda con un espíritu de perdonavidas, sobrado, como si las elecciones del próximo año fuesen de mero trámite, siente que el triunfo lo tiene en la bolsa y, tal vez por lo anterior, viene cometiendo los mismos errores de las dos elecciones anteriores donde quedó plenamente demostrado que el peor enemigo de AMLO es AMLO.

 

Olvidémonos de los errores que cometió en su visita por los Estados Unidos, olvidémonos de su pleito personal con el impresentable Miguel Ángel Yunes, de su alianza con la CNTE, de su crítica al ejército mexicano, de los ultimátum a candidatos “de izquierda” para que declinen en favor de su Delfina, etc…

 

Ahora en su descocada mente trae pleito casado con los periodistas, inclusive con la mismísima Carmen Aristegui que siempre lo ha apoyado, fue demasiado tolerante con él. Jorge Ramos le dijo sobre las acusaciones que pesan sobre su persona, le dijo que lo acusan de autoritario, intolerante, terco y mesiánico, con este periodista lo vimos mucho más recatado ya que, lo mismo lo cuestionó sobre su posición sobre el aborto, matrimonio entre homosexuales, adopción entre homosexuales y la legalización de las drogas, sobre todo lo anterior se pronunció en favor de que sean los ciudadanos en quien recaiga la solución, aseguró que: “yo voy a gobernar consultando a la gente”, es decir, traslada las decisiones del presidente de la república a la gente menos preparada, a millones de mexicanos en una práctica que sin duda es algo fuera de lo común, de llegar López Obrador a la presidencia. Igualmente se negó a opinar cuando Jorge Ramos le pidió su opinión sobre si Nicolás Maduro, ¿No es un dictador?, su respuesta fue contundente: No voy a opinar. Fidel Castro, ¿No fue un dictador?, tampoco quiso opinar por “la autodeterminación” de los pueblos. La siguiente pregunta del comunicador, ¿Y por qué opinó de Trump?, a lo que López Obrador le contestó que, “es que éste si se metió con nosotros”. En fin, Ramos desnudó al ídolo.

 

Pero con el que de plano se mostró demasiado intolerante fue con Pepe Cárdenas, la verdad analizamos la entrevista de la semana pasada y no sabemos si los dardos que le lanzó el titular Telefórmula fueron para que López Obrador mostrara la absoluta intolerancia que le caracteriza, totalmente desencajado y mostrando evidentemente el lado negativo, no propio del estadista. De entrada Cárdenas le recordó que ese mismo día en Veracruz le habían lanzado huevos, uno de los cuales le pegó en la cabeza.

 

Fue una “entrevista” ríspida, cuestionamientos fuertes como debe ser, y en donde el aspirante por tercera ocasión a la presidencia de la república debió guardar la compostura, como debe ser, salir lo mejor librado y demostrar de qué está hecho como presumiblemente debería de ser.

 

De dicho encontronazo, a pesar de que se ha escrito bastante, nada más quiero resaltar que, como es costumbre en todas las entrevistas, López Obrador invoca a Salvador Díaz Mirón, “hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan”, “yo soy de ese plumaje”. Pepe Cárdenas le preguntó: ¿No te mancha la alianza con Elba Esther?, de inmediato negó dicha alianza y dijo que no siguieran calumniando, que hicieran un periodismo distante al poder y cercano al pueblo, digan la verdad, agregando que se lo decía de manera afectuosa.

Otra cosa que tampoco gustó a López Obrador fue cuando el prestigiado periodista le dijo que, en caso de que no gane “tu candidata” la elección del domingo 4 de Junio, ¿cuál va a ser la reacción de MORENA?, después de una perorata, le instruyó sobre qué debía preguntarle y le dijo, “te propongo a que replantees tu pregunta, con todo respeto, Andrés Manuel y ¿qué va a pasar el día 4 de Junio en la noche con el triunfo de la maestra Delfina?»

 

Tras agradecer las clases de periodismo, pero no las calumnias del político, éste le dijo “tómalo como quieras”, ya estaban fuera de control, porque Pepe Cárdenas le contestó “pues ya lo tomé, no hay nada más que hablar tú y yo”.

 

Y terminaron con un “serénate, serénate, ¿cómo van a decir que tengo alianza con Elba Esther? Y Pepe Cárdenas le ripostó: “La que era la mafia del poder quedó santificada porque ya la bendijiste”.

 

A la afirmación de que inventaba, Cárdenas le contestó “no invento, narro”.

 

Finalmente se mandaron un mutuo abrazo y el titular del noticiero le dijo “adiós, que te vaya bien. Y si no te va bien, también”.

 

Finalmente queremos anotar que la cuestión política se pondrá calientita en los próximos días, esperamos de todo corazón que no vengan hechos violentos que lamentar.