Las mortales rutas del contrabando

 

 

J. Rigoberto Lorence

La región norte de Sonora y Chihuahua, antaño pacífica, se ha convertido en años recientes en el epicentro del conflicto entre bandas del narcotráfico, ya que por la región cruzan diversas rutas que llevan drogas desde México hacia la frontera, en tanto del lado norteamericano llegan armas procedentes de Texas, Arizona y California.

Esa región ha sido dominada tradicionalmente por el grupo La Línea, del cártel de Sinaloa, pero en los últimos años se ha vuelto conflictiva por la irrupción de grupos antagónicos sobre todo ligados al cartel de Juárez, que incluye grupos de desertores del ejército, así como de civiles nacidos en las serranías de esa zona.

 

Esos caminos también han sido transitados tradicionalmente por las familias LeBarón y Langford, productores rurales de doble nacionalidad, ya que han nacido en México pero conservan su nacionalidad norteamericana. Hace por lo menos 50 años que transitan por ahí. En esta ocasión, contra ellos fue dirigido el fuego implacable de los criminales, con el resultado de la muerte de 3 mujeres y 6 niños, incluyendo bebés de solo algunos meses.

 

El episodio conmocionó tanto a la opinión pública de México como a la de USA, y fue tema de las primeras planas de los diarios de mayor circulación en el mundo (El País, Le Monde, WSJ, NYT, etc.) México se situó de golpe como uno de los países más violentos del planeta

 

TRUMP: RÁPIDO COMO RELÁMPAGO

Apenas se había conocido la muerte de la familia mormona, cuando Donald Trump ya estaba ofreciendo el “apoyo” del ejército de USA para “desaparecer de la faz de la tierra” a los grupos criminales que operan en México.

 

La reacción del presidente norteamericano es típica de la soberbia imperial. No conocía aún las condiciones del terreno; ni se habían hecho las investigaciones del caso, pero él ya estaba ofreciendo su ejército para realizar operaciones militares que conllevarían, necesariamente, la ocupación de una parte del territorio nacional para que sus tropas se desplegaran en busca de los criminales y realizaran las subsecuentes operaciones de exterminio.

 

Así pues, la propuesta de Trump, además de descabellada, significa que el actual presidente de USA desconoce los factores de poder en México, y nos indica que se siente dueño de esta región y nos considera como una provincia de su imperio, sobre la cual puede actuar con solo proponérselo.

 

Además, de un asunto de tal naturaleza, el magnate está sacando raja electoral, presentándose ante su público como el portaestandarte de la lucha contra los cárteles mexicanos, y por lo mismo, como garante de la seguridad interior y la lucha contra los criminales.

 

Al día siguiente, Trump escribió que la masacre cometida en México “ha hecho que muchos ciudadanos de su país entiendan hoy la importancia del muro” fronterizo. Nunca bajó el dedo del renglón en cuanto a promover los objetivos de su campaña.

 

Finalmente, el presidente de México puso fin al incidente agradeciendo la oferta de Donald Trump, sin mayores explicaciones, y asegurando que ese tema es asunto que debe resolverse por los mexicanos.

 

LA VIOLENCIA HOMICIDA

La muerte de 9 miembros de la familia LeBarón deja crudamente al descubierto que las acciones del crimen organizado contra la sociedad no conocen límites. Ni legales ni morales. La sociedad mexicana ha visto con horror los vehículos ardiendo, y los relatos de que los criminales dispararon de manera indiscriminada contra todos los ocupantes sin distingos de edad.

 

Los LeBarón constituyen una familia mormona procedente de Utah, un estado al noroeste de la Unión Americana, donde se encuentran las raíces de la religión y las prácticas familiares de los seguidores del culto.

 

No es la primera vez que los LeBarón son atacados por los criminales. Ya lo sufrieron en varias ocasiones y ellos siempre han ofrecido resistencia. Ellos integran la familia más conocida de esa región, sobre todo en el noroeste de Chihuahua, donde son dueños de las mejores tierras y las mayores reservas de agua.

 

También los LeBarón han tenido choques con grupos de ejidatarios de la región. En 2018, por ejemplo, los campesinos agrupados en “El Barzón” tuvieron una confrontación con ellos, de la cual resultaron cuantiosos daños, sobre todo en los terrenos sembrados de nogal.

 

Los mormones en general y los LeBarón en particular son buenos trabajadores, que con su esfuerzo han hecho florecer la tierra. Sus campos son altamente productivos y sus colonias muy limpias y ordenadas. En toda esa región viven colonos norteamericanos que tienen un nivel de vida muy superior al de sus vecinos mexicanos.

 

En Colonia Dubán viven muchos estadunidenses. Por cierto, fue el poblado que sirvió de cuartel general al general John J. Pershing, quien encabezó las tropas norteamericanas que persiguieron a Francisco Villa durante la famosa “Expedición Punitiva”, hace aproximadamente un siglo.

 

Alejandro LeBarón, miembro de la familia, cuando fue delegado de Conagua otorgó 395 títulos apócrifos a sus parientes para perforación de pozos agrícolas, con lo cual cambió la vocación de los terrenos de pastizales a agrícolas. Con esta medida, numerosas comunidades de la región –zona desértica que incluye los municipios de San Buenaventura y Villa Ahumada—fueron privadas del agua necesaria para su vida cotidiana.

 

Por tal razón, miembros de El Barzón irrumpieron en 2018 en ranchos propiedad de esa familia, destruyendo sembradíos de nogales, pozos, vehículos y maquinaria. Hubo disparos por ambas partes, y denuncias recíprocas por lesiones ante las autoridades correspondientes.

 

 

Sobre Rigoberto Lorence 102 artículos
Estudió en la Facultad de Derecho y Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la UNAM. Militante de las organizaciones democráticas y revolucionarias de México desde hace unos 40 años. Ha impartido cursos de reportaje, redacción y otras áreas dentro del periodismo.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*