LO QUE EL VIENTO (Y EL AGUA) SE LLEVARON

La Zona Diamante sin comunicación

La Columna Vertebral

                        

 

LO QUE EL VIENTO (Y EL AGUA) SE LLEVARON

 

Por Carlos Félix

 

Las tragedias sacan a relucir lo mejor y lo peor de cada uno. Así como ha habido solidaridad y también donaciones, lo mismo hubo saqueo en Acapulco; mientras muchos llevaban comida, otros cargaban pantallas de plasma robadas de las tiendas. Sólo hasta entonces la SEDENA aplicó el Plan DN-III. Varios personajes políticos aprovecharon para llevar agua a su molino. El Cártel del Golfo, dicen, repartió despensas y hasta subió un video a YouTube, que ya fue “bajado”, y Luis Miguel mandó aviones con víveres, luego de las críticas que “le llovieron” por no apoyar al puerto de sus amores. Y es que 7 entidades (Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Veracruz, Chiapas y Michoacán) han sido especialmente afectadas por “la tormenta perfecta”, fenómeno que combinó el Huracán “Ingrid” en las costas del Golfo de México y el ciclón tropical “Manuel” en el Océano Pacífico. Acapulco es un caso especial: tuvo que llegar el barco “Zapoteco” de la Marina Armada de México (el mismo que fue a ayudar a Haití luego del terremoto del 2010)  a surtir alimentos a los refugiados. Las imágenes y relatos de porteños y turistas narraban como la ciudad se convertía en una nueva Atlántida, bajo el agua que arrasó con casas, hoteles, avenidas y hasta el aeropuerto. Un helicóptero Black Hawk de la Policía Federal sufrió un accidente, pereciendo sus 5 ocupantes, al llevar a cabo labores de rescate. Ni que decir de la Autopista del Sol, bloqueada hasta el pasado viernes 20 y todavía exenta de peaje para quien se anime a transitar por ella. Y si Guerrero fue una de las entidades más afectadas, esta neurálgica vía de comunicación, el epicentro del caos. La carretera (que nunca ha sido terminada) registró desgajamientos en 20 tramos; puentes y túneles colapsaron debido a deslaves de rocas inmensas. Es el ejemplo perfecto de un fraude millonario que seguimos pagando gracias a ICA y Carlos Salinas de Gortari. Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) reportó que 100 de los 279.5 kilómetros de esta vía registraron problemas tales como 55 kilómetros con hundimientos, así como malos cortes de cerros que, al no tener 45 grados de inclinación, sino 60, permitieron que los cerros se desmoronaran. Mientras todo esto ocurría, ¿dónde estaban los responsables de Protección Civil, el CENAPRED, la CONAGUA y su Servicio Meteorológico Nacional? ¿No hubo información y coordinación con el Centro Nacional de Prevención (detección) de huracanes en Florida? Luego de la tragedia, se conoció que la Comisión Nacional del Agua  (Conagua) advirtió desde el viernes 13 de septiembre, dos días antes de que los meteoros tocaran tierra, sobre la peligrosidad que ambos fenómenos meteorológicos representaban para estados como Chiapas, Guerrero, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Campeche, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí. Sin embargo, el Sistema Nacional de Protección Civil no alertó a esas comunidades sobre los riesgos. Y es que en México no hay cultura de la prevención. Aunque en menor magnitud, el problema es cíclico, y aun así no hay labores de desazolve, ni se reubica a personas que viven en los cauces de los ríos, hasta que es inminente la evacuación, o de plano, demasiado tarde. Como se comentó la semana pasada en distintos espacios periodísticos nacionales y extranjeros, el paso de “Ingrid” y “Manuel” por 24 estados del país no sólo destapó la corrupción del pasado (desde mala calidad de los materiales utilizados en la construcción de la Autopista México-Acapulco hasta la venta de terrenos en lugares de riesgo) sino también algo que es un realidad: el país aún no aprende las lecciones del pasado. La normalidad tardará quizás años en llegar a las miles de comunidades que fueron azotadas salvajemente por el meteoro, pero el gobierno federal ya está salvando de culpas: al rechazar que “el actuar de las autoridades de Protección Civil –que depende justamente de Gobernación–  no se ajustó estrictamente a los protocolos de actuación que rigen este tipo de actividades”. A la hora de preguntarse qué fue lo que pasó, salieron a la luz varios detalles denunciados por legisladores de oposición. La Senadora Iris Vianey Mendoza Mendoza reveló, por ejemplo, que apenas el 13 de septiembre, dos días antes de que los meteoros tocaran tierra, se realizó la primera reunión de trabajo entre el Sistema Nacional de Protección Civil, la Comisión Nacional del Agua y las demás dependencias involucradas, sin que se generara una mesa permanente de coordinación ni se emitieran alertas a la población sobre los riesgos. Fue hasta el 15 de septiembre, a las 16:00 horas, en una segunda reunión, cuando se determinó instalar el Comité Nacional de Emergencias, cuando el desastre ya había ocurrido. Ese mismo día aún no había reportes de evacuación en poblaciones afectadas. En esta repartición de culpas aparece el nombre de Luis Felipe Puente Espinoza, el Coordinador de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, un egresado de la carrera de Administración de Empresas Turísticas y ex Alcalde Atizapán de Zaragoza. También se ha desempeñado como Secretario de Transporte del Estado de México, subsecretario General de Gobierno en la misma entidad, asesor del Procurador General de Justicia mexiquense y Director de Turismo. Sin embargo, en su trayectoria no aparece nada que destaque su conocimiento en materia de protección civil. Mientras “Ingrid” y “Manuel” golpeaban al territorio nacional, José María Tapia Franco, Director del Fonden (Fondo de Desastres Naturales), se daba una vida de lujo en Las Vegas: estuvo hospedado el fin de semana del 15 de septiembre en el hotel Encore, uno de los más caros de la ciudad. Cenó la noche del 15 en el restaurante japonés del complejo hotelero que se llama Mizumi, en el cual cantaba con un mariachi, contratado con motivo de las fiestas mexicanas, haciendo gala de mala voz y de intoxicación etílica. Otro día cenó en el muy caro restaurante Andreas del mismo hotel y se le vio sentado apostando hasta 20 mil dólares en las mesas de Baccarat, de lo cual fue testigo el diputado del partido verde Jesús Sesma, quien, asustado, veía los excesos. Resulta increíble que un funcionario de segundo nivel pueda darse esta vida y sobre todo en un fin de semana en donde casi 150 mexicanos perdieron la vida y se necesitarán miles de millones del fondo que maneja este irresponsable para poder regresar a muchos tan sólo un poco de todo lo que perdieron. La inacción del Gobierno federal y los 130 muertos –saldo oficial hasta ahora- no han pasado desapercibidos. El fin de semana diarios extranjeros dieron cuenta de la “negligencia” en la que incurrieron los tres niveles de gobierno ante la contingencia. El rotativo estadounidense The New York Times simple y sencillamente consignó que los funcionarios mexicanos no han aprendido aún las lecciones de catástrofes anteriores causadas por mala planeación y actos de corrupción. El diario español El País cuestionó en un amplio reportaje la emisión tardía de alertas meteorológicas, pues las autoridades pudieron haber tomado acciones mientras “Manuel” estuvo estacionado por varias horas en el estado de Guerrero. Pero también deja entrever que los gobierno estatales tampoco reaccionaron una vez que se emitieron las alertas  y prueba de ello son casos como el de La Pintada, en Guerrero, donde un alud de tierra sepultó a 68 personas que se encontraban disfrutando los festejos patrios en medio de la lluvia. De esto sabe Ángel Aguirre Rivero, Gobernador de Guerrero, el estado más dañado, quien curiosamente era mandatario estatal en 1997, cuando el huracán “Paulina” tocó tierras guerrerenses, y al igual que sucedió con “Manuel” el meteoro fue anunciado con oportunidad por instancias federales. Inclusive noticieros de cobertura nacional advertían de la eminente llegada del huracán a tierras mexicanas, pero a nivel local no hubo mayor información. La revista Proceso documentó en un reportaje la actitud y negligencia del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero ante las fuerzas de la naturaleza que tienen a la entidad que “gobierna”, literalmente ahogada en deudas, destrucción y atraso. La noche del viernes 13 en Casa Guerrero, en Chilpancingo, el gobernador Ángel Aguirre abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros. Afuera de la residencia oficial la lluvia pertinaz provocaba que familias enteras abandonaran sus viviendas en las márgenes del río Huacapa, mientras en el resto del estado la tormenta tropical Manuel ya ocasionaba enormes estragos. Esta contingencia no fue tema de conversación en la mesa donde Aguirre departía con sus invitados. Afuera, las calles y avenidas se anegaban. Desde las seis de la tarde de ese día, en la emisora ABC Radio el periodista Luis Flores Lonazkuo difundía las llamadas de auxilio de pobladores de la capital y de otras regiones del estado. “No conozco ninguna alerta de autoridades federales, estatales o municipales. Me orienté por las imágenes del meteorológico, llamé a los colegas de las diferentes regiones y supuse que la situación sería mucho más grave que la ocasionada por el huracán Paulina (octubre 1997). Entonces pedí permiso a la gerencia de la estación para interrumpir los programas cotidianos y darle voz a la gente. Tengo grabadas más de 700 llamadas de auxilio”, dijo en entrevista Flores Lonazkuo, quien desde la tarde del viernes 13 no había soltado el micrófono de ABC Radio, sirviendo como enlace entre pobladores y autoridades. Al banquete ofrecido por Aguirre acudieron alrededor de 300 invitados. Entre la concurrencia podía verse a políticos y representantes de grandes empresas de la Ciudad de México que están haciendo lucrativos negocios en el estado, entre ellas las de Carlos Slim. Así lo comenta a Proceso uno de los asistentes a la cena. Este convite fue el colofón del acto para festejar el bicentenario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac en la catedral Santa María de la Asunción, donde José María Morelos proclamó los Sentimientos de la Nación. En el evento organizado por el Congreso de Guerrero cada año se otorga una presea conmemorativa. En esta ocasión se homenajeó a Armando Chavarría Barrera, político perredista que presidía el Poder Legislativo local cuando fue asesinado el 20 de agosto de 2009. Hasta la fecha el crimen permanece impune. La viuda de Chavarría, Martha Obeso, pronunció un discurso en el cual les recordó al mandatario estatal y al representante del presidente Enrique Peña Nieto, el subsecretario de Desarrollo Social Javier Guerrero García, que “el Estado mexicano y el gobierno de Guerrero deben garantizar la vida, la integridad física y el patrimonio de todos los ciudadanos y hacer que se respeten los derechos humanos que consagra la Constitución”. La tormenta política no se hizo esperar, y por supuesto que hay reacciones: El coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República, Luis Miguel Barbosa Huerta, defendió al Gobernador Aguirre Rivero, quien ha sido fuertemente criticado luego de que se diera a conocer que la noche en que la tormenta “Manuel” llegó a la entidad, él festejaba con funcionarios locales, estatales y federales. Pero el coordinador del Partido Acción Nacional (PAN), actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado de la República, Jorge Luis Preciado Rodríguez, consideró que se le debe investigar. En entrevista con la agencia oficial Notimex, el Senador perredista minimizó las críticas. Dijo que se deben investigar “las omisiones de parte de las autoridades federales y de parte de las autoridades locales de los estados donde se dio esta contingencia”. Barbosa Huerta consideró que “el sólo hecho de que no se hayan puesto en marcha los protocolos de la autoridad federal, tiene que ser determinado”. Preciado Rodríguez, sin embargo, cuestionó al mandatario estatal porque tenía información sobre las condiciones climatológicas que se esperaban por la tormenta tropical “Manuel”, y a pesar de ello no tomó las medidas adecuadas para evacuar a la población de las zonas de alto riesgo. Por su parte, el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, prefirió no opinar sobre el tema, pero calificó de lamentable lo sucedido en Guerrero y gran parte del país por el paso de “Manuel” e “Ingrid”. Tenemos muchos ejemplos de gobernantes rebasados por este tipo de retos y desastres naturales. Uno de ellos fue el ex presidente  Miguel de la Madrid, quien no supo que hacer luego del sismo de 1985 y George Bush quedó paralizado después de que el Huracán “Katrina” azotó Nueva Orleans. En Morelos, afortunadamente no se registraron víctimas fatales, aunque hubo necesidad de habilitar albergues, reubicar jardines de niños e iniciar una campaña de acopio para los damnificados. Se cancelaron clases, festividades y labores. Desde el primer momento, el gobernador Graco Ramírez solicitó y obtuvo del gobierno federal la declaración de emergencia para que nuestro estado accediera al FONDEN y al Fondo Nacional de Emergencias de la SEGOB, de acuerdo a la Ley General de Protección Civil, y así apoyar a los municipios más afectados por la creciente de los ríos que se desbordaron: Amacuzac, Puente de Ixtla, Zacatepec y Jojutla,  La nota discordante fue que la titular del Instituto Estatal de Protección Civil no apareció por ningún lado, pues, trascendió, fue a pasar el puente patrio a su natal Michoacán. Y por último, así, con el agua hasta el cuello por la inseguridad, seguimos por acá. Ahora no fueron las llantas, sino todo al auto, el robado a un funcionario de la PGJ encargado del área de enlace. Esto más la indignación, miedo e impotencia por el secuestro y homicidio del empresario Javier Guerrero Zarur. ..Hasta la próxima!

Sobre Carlos Félix 11 artículos
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Locutor, Periodista y Comunicador. Conductor de Visión Informativa en el IMRyTV y experto en el campo de la Comunicación Social

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