YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 21 de Diciembre de 2015.-Se fue este 2015 y nos deja a los michoacanos un sabor amargo por un sinnúmero de acontecimientos que, van desde el inicio mismo del año, el fatídico día seis de enero, pasando por unas elecciones que sacaron del llamado Solio de Ocampo al Parido Revolucionario Institucional, sin que a la fecha se vea cambio alguno con el gobernador Silvano Aureoles Conejo y su partido, el de la Revolución Democrática que, igualmente había demostrado un rotundo fracaso en lo que la gente ha dado en llamar LA DECENA TRÁGICA, o LA DECENA PERDIDA, inclusive hay quien se pregunta: ¿Por qué debería ahora ser diferente con el que fue el “gallo” de Peña Nieto?, elecciones en donde para muchos quedó en claro que el tricolor vendió como “puerco gordo” a Ascensión Orihuela Bárcenas, el famoso “chon”, que hubo de hacer “el sacrificio” de regresar al senado de la república, ni modo, no tendrá más remedio en adelante que “seguir legislando”, disyuntiva muy acorde a su carrera como Ingeniero. Un ayuntamiento en éste que es el ombligo de tierra caliente, cuyo presidente municipal se enfrenta a múltiples problemas, tal vez heredados, pero que a la fecha no hay un solo responsable del desastre. Un ayuntamiento incapaz de cumplir con los preceptos del artículo 115 constitucional, donde ha adoptado el confort que le brinda el gobierno del estado en cuanto al mando único policíaco, mientras tanto incapaz de brindar seguridad a sus habitantes y a sus patrimonios desde luego, incapaz de ejercer un liderazgo para enfrentar esa terrible enfermedad llamada Chikungunya, vaya, incapaz de limpiar el mayor foco de infección como lo es el río que atraviesa el gran rancho para los mismos fines, una administración que “heredó” cinco vehículos para recolectar la basura de unas ochenta colonias, es decir, un vehículo por cada 16 colonias con lo que, en la práctica condena a los habitantes a vivir en un muladar, o a pagarle a su director municipal del servicio, a través de las camionetas particulares que por “coincidencia” son de su propiedad y de sus parientes, en lo que evidentemente existe lo que algunos llaman conflicto de interés. Y así podemos analizar uno a uno los servicios municipales con un evidente deterioro para la población, agua no potable, ausencia de bacheo de calles, calles que son boca de lobo, el hospital “RAMÓN PONCE” aún cerrado, a costa de la palabra del presidente César Chávez Garibay para su respectiva reapertura, etc…
Hasta finalizar con la controvertida puesta de la primera piedra de lo que será, según ellos, la casa del priismo (porque seguramente ahí se van a quedar “a dormir”), controvertida por las declaraciones de su flamante presidente Rogelio Barragán Cabrera que dijo sobre su adquisición, fue el producto de los despilfarrados priistas que, pasarán a los anales de la historia por ser los más cumplidos en el pago de sus cuotas, situación sin precedente alguno. Lo que no dijo el también regidor, fue que el terreno fue adquirido por el Lic. Gustavo Chávez durante su gestión como presidente del comité municipal del PRI. En este acto se juntó la crema y nata del priismo apatzinguense, criticado por sus detractores, apapachado por otros y odiado por no pocos.
LOS CIEGOS MICHOACANOS
Así como no queriendo y para ilustrar algo que ocurrió a principio de la presente semana, voy a referirme a LA FÁBULA HINDÚ, LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE:
Seis eran los hombres de Indostán, tan dispuestos a aprender, que al elefante fueron a ver (aunque todos eran ciegos), pensando que mediante el tacto su mente podrían satisfacer.
El primero se acercó al elefante, y cayéndose sobre su ancho y robusto costado, enseguida comenzó a gritar: ¡Santo Dios! ¡El elefante es muy parecido a una pared!
El segundo, palpando el colmillo, exclamó: ¡Caramba! ¿Qué es esto tan redondo, liso y afilado? Para mi está muy claro, ¡esta maravilla de elefante es muy parecido a una lanza!
El tercero se acercó al animal, y tomando entre sus manos la retorcida trompa, valientemente exclamó: “Ya veo”, dijo él, “!el elefante es muy parecido a una serpiente!”
El cuarto extendió ansiosamente la mano y lo palpó alrededor de la rodilla: “evidentemente, a lo que más se parece esta bestia está bien claro”, dijo él, es lo suficientemente claro que el elefante, “es muy parecido a un árbol”.
El quinto que por casualidad tocó la oreja, dijo: “Incluso el hombre más ciego es capaz de decir a lo que más se parece esto; niegue la realidad el que pueda, esta maravilla de elefante es muy parecido a un abanico”.
El sexto tan pronto comenzó a tantear al animal, agarró la oscilante cola que frente a él se encontraba, “ya veo, dijo él, “!El elefante es muy parecido a una cuerda!”. Y así estos hombres de Indostán discutieron largo y tendido, cada uno aferrados a su propia opinión por demás firme e inflexible, aunque cada uno en parte tenía razón, ¡Y al mismo tiempo todos estaban equivocados!
Efectivamente, de conformidad con la fábula, en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo es según el color al cristal con que se mira. Resulta que a principios de la semana anterior, estuvieron por aquí personal enviado por la fiscalía especial antisecuestros, vinieron a realizar una “amplia exposición” de las actividades de la dependencia a cargo de la procuraduría de “justicia” del estado, las opiniones como era de esperarse, fueron muy disímbolas. En primer lugar, debemos anotar que, de conformidad a sus estadísticas, durante el año anterior, para la fiscalía hubo únicamente 81 secuestros en el estado. Toda una exposición color rosa. Incluidos los protocolos que se siguen cuando una familia tiene la desgracia de un secuestrado, sobre el cuidado del teléfono y el familiar designado para la negociación, otras tantas cosas se expusieron, hasta llegar a la final negociación, a la entrega del dinero, ahí es donde la puerca torció el rabo, porque de conformidad con el ponente, la familia debe entregarle el dinero a la policía para que a su vez lo haga llegar a los secuestradores. Y decía que ahí es donde la puerca torció el rabo porque hubo quien, pidiéndome el anonimato me comentó: “mira que pendejo se lo agarraron. Se ocupa no estar en tus cinco sentidos para entregarle a estos cabrones el dinero, ahora me explico porque sale en los periódicos que a pesar de haber pagado el rescate, de todos modos los matan, mira que vivos salieron”. Otro de los asistentes, al día siguiente (martes 14 de Diciembre) me dijo: ¿No se te hace que son chingaderas que estos cabrones vengan únicamente a contarnos mentiras? Todo lo que dijeron son puras mentiras. Al revirarle el por qué no lo había manifestado en su momento, no dudó en manifestar el fundado temor no nada más de él, sino de todos los presentes. Luego entonces debemos colegir que se tragaron el sapo, y sin sal. En esta última conversación estaba otro amigo al que se le inquirió sobre su ausencia, éste de botepronto soltó: “No, que iba a estar asistiendo, de seguro luego iban a pensar, este cabrón tiene dinero, por eso vino”.
Sin embargo, para otros se trató de una disertación magistral, a grado tal que no tuvieron ningún inconveniente para públicamente hacerle a la fiscalía un reconocimiento a tan positiva labor. Cuestión de ópticas, repito.
No hay que olvidar que el gobierno de Michoacán vive en la utopía, en el estado imaginario, tal vez aquel en el que alguna vez soñó Vasco de Quiroga.
Y mis queridos cuatro lectores, les deseo una feliz navidad y un año lleno de bienaventuranzas, y por este año: ES CUANTO.
Contador y analista político
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