Piden la renuncia de Graco Ramírez
CUERNAVACA, Mor., Gerardo Becerra Chávez de Ita, vocero de La Coordinadora Morelense de Movimiento Ciudadano, y columnista de este medio, argumentó que el gobernador perredista ha sido omiso y no ha podido revertir los índices delictivos como lo prometió al inicio de su mandato en el 2012, cuando pidió 18 meses para que se viera un cambio y en caso contrario renunciaría.
Ante tal circunstancia, dijo, es necesario que los ciudadanos salgan a las calles a manifestar su descontento por la crisis de inseguridad y secuestros, lo que genera fuga de capitales y la salida de familias enteras, víctimas del crimen.
La marcha será el 1° de abril a las 17:00 horas, del Calvario hasta el zócalo.
El vocero de la coordinadora dijo que el primero de abril se cumplen los 18 meses que se autoimpuso el gobernador para resolver la inseguridad en Morelos.
“Es momento de que Graco deje Morelos, que sea sensible a las exigencias de los morelenses y que no sea soberbio, que no divida a la sociedad. Estamos hartos de la ola delictiva sin una inmediata y efectiva respuesta de las autoridades”, demando el empresario inmobiliario.
Consulta Ciudadana
La Ley de Participación ciudadana, comentó Becerra, ya está ratificada, desde el pasado 17 de febrero en le Congreso Local, la cual contempla la revocación del mandato.
Sin embargo, no ha sido publicada por el Ejecutivo, que tiene de plazo máximo de un mes para publicarla en el Periódico Oficial Tierra y Libertad, para su entrada en vigor.
Sin dialogo con funcionarios
Gerardo Becerra acusó que no puede haber un diálogo ni con el gobernador ni con los funcionarios, incluido Jesús Alberto Capella Ibarra, titular de la Secretaría de Seguridad.
“Hemos recibido descalificaciones e insultos de Capella, al dirigirse a los integrantes del movimiento como carroñeros. No tiene abuela lo que dijo el señor, bajo esa tesitura no hay lugar para el diálogo”.
En enero de 1998, Jorge Carrillo Olea denunció que fuerzas políticas y oscuras estaban detrás de la movilización para quitarlo del poder.
“El mismo discurso se repite en boca de uno de los principales detractores, en ese entonces, de Carrillo Olea, Graco Ramírez, al acusar que es una venganza política el exigir su renuncia ante los nulos resultados en materia de seguridad”.
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