Luis Roberto Rodríguez
Más de 20 mil universitarios marcharon por las calles de Cuernavaca exigiendo respeto a la autonomía universitaria, la entrega de recursos y obras de infraestructura que el gobierno del estado prometió.
La marcha de la dignidad partió desde los campus universitarios de Chamilpa hasta el centro de la ciudad.
En una escala en el congreso local, las autoridades universitarias fueron recibidas por los diputados, el rector les dejo en claro que no venían a “limosnear nada” y que la marcha era por la dignidad, no por dinero, sino para que se entregue el presupuesto que la federación a través del gobierno del estado ha destinado a la universidad.
En la reunión reclamo a los legisladores haber eliminado el impuesto prouaem sin haber consultado a la comunidad universitaria, por lo que les exigió que en un plazo de 15 días se conforme el Consejo de Participación Ciudadana para el impulso de la revocación de mandato, ya que es injusto que la clase política siga gobernando sin los ciudadanos.
Al arribar a la explanada de plazas de armas, el rector Alejandro Vera Jiménez anunció que un plantón de 15 días, hasta que Graco Ramírez cumpla con cada una de las necesidades exigidas por las autoridades de la máxima casa de estudios, por lo que la rectoría se traslada a la plancha de palacio de gobierno y será en ese lugar donde atenderá los asuntos relacionados con la comunidad universitaria.
Previamente en su discurso, aseguró que además de las 13 demandas de la universidad, exigirá que el gobernador cumpla con sus promesas de campaña sobre todo en materia de seguridad y atención a la pobreza.
Aclaró una vez más que la marcha no se trata de dinero y ni aspiraciones políticas como algunos sicarios de la pluma y del poder están argumentando, “es la búsqueda de una integración entre la sociedad y la universidad”, ya que los ciudadanos no resisten la simulación y la mentira en la que envuelto el gobierno la vida cotidiana de los morelenses, por lo que convocó a la integración de un pacto social que regrese la paz y la tranquilidad a Morelos.
Finalmente aceptó un diálogo con los tres poderes, pero abierto al público y en el zócalo de Cuernavaca.
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