Se acabó el mundial pero no los partidos, aunque no de fútbol. Para el proceso electoral del 2015 el elector tendrá más opciones. El naciente INE le otorgó el registro a tres nuevas organizaciones políticas que se suman a las siete existentes. Las nuevas opciones son de color variopinto. La más notable o conocida es Morena que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Las otras son: el partido Encuentro Social a cuya cabeza está Hugo Eric Flores de quien se dice es miembro de la iglesia evangélica y que ya militó en el PRI y en el PAN, y el Frente Humanista que se dice alejado de los extremismos y que tendrá un actuar “transversal”. Los tres nuevos partidos lograron satisfacer los requisitos de ley y celebraron las asambleas estatales o distritales necesarias para su registro.
En las elecciones del 2015 tendrán que alcanzar al menos 3% de la votación para su registro definitivo lo que equivale aproximadamente a un millón de votos. Hay quienes piensan que no será una meta fácil, entre otras cosas porque en esta su primera elección no pueden celebrar alianzas con otras fuerzas políticas, lo que si podrán hacer las otras agrupaciones de menor significación: PT, Movimiento Ciudadano, Panal y PVEM. El próximo año, además de las elecciones federales, habrá comicios locales en 17 estados y en cinco de ellos se elige gobernador y en esos casos los factores que determinan el resultado son de carácter local, lo que dificulta a las nuevas agrupaciones la suma de votos. Tal fue el caso en las recientes elecciones de Nayarit en la que el candidato a presidente municipal de Tepic, la capital, se alzó con la victoria como resultado de una alianza entre PAN y PRD, otra vez el agua y el aceite.
Por lo pronto, la Comisión de Prerrogativas del INE, ya autorizó para los nuevos partidos poco más de 33 millones de pesos lo que equivale a 2.2 millones por partido al mes durante los 5 meses restantes del año. Adicionalmente tendrán acceso a franquicias postales y telegráficas por 3 millones 229 mil pesos. Todo indica que son partidos patrimonialistas o familiares que buscarán curules y presidencias municipales y por tanto estarán a la casa de candidatos propios o los que no quepan en las agrupaciones existentes o que sean producto de las divisiones que seguramente ocurrirán en los tres partidos mayores cuando se definan las candidaturas.
Estos partidos nuevos surgen cando hay un deterioro de la imagen de los partidos en general y un descrédito en aumento. La pulverización de las opciones cuyo sello distintivo no es fácil de definir, es parte de la problemática que tendrán los comicios del año entrante. Tan sólo como ejemplo de esa pulverización tómese nota que esos tres partidos fueron parte de las 52 organizaciones que buscaron su registro. Y cada una y cada uno se define como la opción que el país necesita. ¿Cuál será la bandera de proselitismo que cada quien elija para ganar adeptos? Pegarle al negro, es decir al gobierno desde cada perspectiva. Morena ha tomado la bandera energética para movilizar a sus seguidores y conseguir nuevos simpatizantes. Ya anunció que para el quince de septiembre, en el zócalo de la ciudad buscarán recolectar las firmas que la ley exige para la realización de una consulta popular. Las otras dos nuevas fuerzas hacen un proselitismo más callado y menos mediático; parecen inexistentes pero le habrán de mermar canicas a las agrupaciones mayores. Las alianzas por su parte también tienen su significado y su peso. Recuérdese el empujón que el PANAL le dio al PRI en la elección para presidente municipal de la capital con quien estuvo aliado. Ese hecho fue factor determinante del resultado en 2012, año en que en el mismo territorio el PRD y sus aliados obtuvieron el triunfo el triunfo en todas las posiciones, locales y federales, a excepción de esa alianza que sólo existió para esa posición.
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