Ominoso abuso del poder. La sociedad agraviada

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Isaías Cano Morales

Morelos sigue siendo nota nacional y tal pareciera que quien se empeña en la comisión de  hechos que dan lugar a severas críticas y señalamientos dentro y fuera del estado acerca de conductas reiteradas que violentan normas elementales de un Estado de derecho básicas para una convivencia, seguridad y tranquilidad social, lo envuelve la terquedad en hacer cada vez más irreconciliables las relaciones entre Gobierno y sociedad civil. Graco Ramírez, obnubilado y sin la serenidad y responsabilidad necesarias que demandan sus altas responsabilidades sigue cometiendo graves atropellos que los hace suyos la sociedad, sin importarle ser el centro de opiniones y comentarios que lo dibujan como un gobernante insensible, ambicioso, autoritario, proclive a los excesos de abusos del poder.

 

Aún se halla en el debate el pretendido acaparamiento de víveres llegados a Morelos para damnificados  por el terremoto de parte del mandatario morelense y su esposa con fines de capitalizarlos políticamente, suceso que ha sido un escándalo nacional, cuando de nueva cuenta, el gobierno del perredista Ramírez da motivo a otra andanada en su contra ante otro acto de abuso de poder cometido con alevosía, premeditación y ventaja avasallando básicas garantías y derechos ciudadanos, interpretándose de esta manera la acción arbitraria disfrazada de legalidad en contra del rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez y su esposa al ser motivo de cateo su domicilio la madrugada del sábado once, con adicional orden de aprehensión, dictadas tales medidas por un juez de control. Así, el prolongado conflicto político entre el gobernador y el rector Vera, desemboca en un  acto de condenable represión, no siendo otra cosa que una venganza política tal acción de agresión con innegables tintes de amenaza e intimidación, con la agravante de llegar a infringir violación a derechos humanos y garantías constitucionales, si se toma en cuenta que para tal acto de cateo y orden de detención del rector y su esposa conllevan el avasallamiento de poderes como en este caso es lo que se entiende como sumisión al Ejecutivo del Poder Judicial y la susodicha Fiscalía Anticorrupción cuyo titular, dado su accionar, es considerado un incondicional del mandatario estatal.

 

Por si hiciera falta más gasolina para alimentar el fuego de irritación y protesta ciudadana en contra de un Gobierno que concentra un rechazo casi generalizado, ahí está otro eslabón,—la venganza contra un adversario político– a la cadena de hechos que refieren un mandato de gobierno arbitrario, que no oculta su prepotencia y autoritarismo, amén de su incapacidad y promesas incumplidas para devolver a una población dolida y herida por la inseguridad, la paz y tranquilidad que merece.

 

Quien sigue de cerca el enconado y malintencionado conflicto entre Graco y la UAEM y su rector, y conociendo la truculencia en su actuar que caracteriza al político de Tabasco, lo que parece un acto de irritación extrema del gobernador Ramírez, no es ajeno a lo absurdo y sin soporte probatorio el acusar al rector Alejandro Vera y a su esposa de enriquecimiento ilícito (la cuerda en casa del ahorcado). Recientemente Vera libró un juicio ante un juez de control, quien no encontró pruebas para vincularlo a proceso tal como lo pedía la Fiscalía Anticorrupción. Un revés jurídico para Graco.

 

El ahorcamiento financiero a la UAEM instrumentado por quien mal gobierna; la incondicionalidad de dirigentes sindicales de académicos, administrativos y del líder estudiantil Israel Reyes; el embate de medios locales y las entrevistas del tabasqueño en TV, así como el ataque de enemigos embozados de Vera, todo ello, no ha sido suficiente para vencer al rector que goza del apoyo de mayorías de la comunidad universitaria. Quizá lo que enardeció al perredista gobernador es que personalidades como Cuauhtémoc Cárdenas, Emilio Álvarez Icaza, el poeta Javier Sicilia, los senadores Alejandro Encinas, Rabindranath Salazar en conferencia de prensa realizada el viernes 10 en el Senado, ofrecieran apoyo y solidaridad al rector Vera Jiménez demandando alto al coso y amenazas del cual es objeto por parte del gobernador Ramírez. Horas después de este apoyo público al titular de la UAEM tuvo lugar un operativo policíaco desmesurado en casa de Alejandro Vera tal como si se tratara de aprehender a un delincuente ligado al narcotráfico. De ese tamaño es el ánimo vengativo contra un rector universitario cuyo pecado es demandar justicia, respeto a la legalidad, alto a la inseguridad y castigo a quienes se hallan involucrados en las fosas clandestinas de Tetelcingo y Jojutla.

 

Chay_cano@hotmail.com

 

 

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