René Vega Giles
El embarazo infantil está convirtiéndose en un problema de salud dentro de los 36 municipios del estado, debido a que cada vez es mayor el número de niñas que salen preñadas, sobre todo en comunidades rurales.
Dentro del Primer Foro Rumbo a la Construcción de la Agenda de los Derechos de las Mujeres Indígenas, las titulares de las Instancias Municipales de la Mujer prendieron los focos rojos porque también hay niñas que suelen practicarse los legrados de manera clandestina, al no haber en Morelos la despenalización del aborto.
En las comunidades indígenas, acordaron que es necesario conjuntar esfuerzos entre los tres niveles del gobierno para buscar las formas de generar una educación sexual, sobre todo al interior de las familias y –posteriormente- en las escuelas.
La situación, refirieron que no es fácil y menos porque hay zonas que por la religión de las familias se cierran a evitar que sigan los embarazos infantiles, considerados así entre mujeres de 10 a 19 años de edad.
En el transcurso de ocho meses en Morelos han registrado dos mil 177 menores de edad preñadas, mismas que además de estar en condiciones de pobreza o pobreza extrema, tienen que enfrentar su futuro como madres solteras y sin tener la menor oportunidad de mejorar su condición social.
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