YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 04 de Abril de 2016.-El día de ayer llegó a nuestras manos un comunicado del Presbítero José Luis Segura Barragán, en donde ante la evidente preocupación por infundios de personas mal intencionadas, hace las siguientes aclaraciones y razonamientos: “Algunos de la ruana dicen que lo que quiero es que la gente se mate entre ella misma, o que llame a un levantamiento para asesinar a los delincuentes, aclaro que ni una cosa ni la otra expresa mi voluntad”.
“¿Qué quiero de la ruana?, que la gente de bien tome el control político, económico, educativo, lúdico, religioso y social”.
“Que se le quite el miedo y el egoísmo, que se porten como seres humanos que son y Cristianos que se dicen. Que no venga ningún Morisqueto a decir a cómo se debe dar la tortilla, que nadie ande armado aquí en la ruana, con prepotencia y aires de señor de horca y cuchillo”.
“Que los habitantes de la ruana no estén sufriendo de las injusticias de los delincuentes, que primero formaron parte de Los Zetas, Los Valencia, La Familia, Los Templarios y ahora de los H3”.
“Quiero para la ruana sea un pueblo libre de gente mala que la amedrenta, la humilla, la corre del pueblo, la asusta, la roba, la viola que y contamina la presa de Chilatán con las decenas de laboratorios de drogas sintéticas, con las que están matando los peces de la presa y envenenando el agua con que se riegan los cultivos con que nos alimentamos y mantenemos”.
“Esta explicación es una parte, lo que sigue lo iré diciendo según Dios me dé a entender”.
Hasta ahí el comunicado del Padre José Luis Segura Barragán que durante el tiempo que lleva en la iglesia de Felipe Carrillo Puerto, “la ruana”, municipio de Buena Vista, Tomatlán, ha venido sufriendo los embates de personas mal intencionadas y de los mismos delincuentes que no soportan que, desde su llegada al lugar, hable fuerte y con la verdad, buscando en todo momento la paz, la tranquilidad y la justicia de los lugareños, inclusive han habido ocasiones en que el recinto sagrado ha recibido balazos e igualmente ha sido apedreado a altas horas de la noche. Asimismo se ha revelado en contra de delincuentes bien conocidos a los que les ha puesto nombres y apellidos, en un afán porque los gobiernos en todos sus niveles actúen y den solución a esa pesadilla que parece interminable. Felipe Carrillo Puerto, “la ruana”, debemos recordar, ha sido escenario de muchos acontecimientos, sin embargo, son dos los que marcan su historia reciente: El 24 de Febrero del 2013, junto con Tepalcatepec, se levantaron en armas y se proclamaron las autodefensas, sus dos personajes emblemáticos lo fueron el Dr. José Manuel Mireles Valverde e Hipólito Mora y, el 16 de Diciembre del 2014, fecha que se tiñó de sangre y en donde perecieron once personas, entre ellas Manuel Mora, hijo de Hipólito. De este hecho la Comisión de Derechos Humanos constató que la versión oficial propalada por el entonces comisionado para “la seguridad y desarrollo integral de Michoacán”, fue evidentemente falsa y a la fecha no se han deslindado las responsabilidades de tipo penan, no que nosotros nos demos cuenta.
Por eso resulta comprensible la preocupación del Padre Segura Barragán en el sentido de que personas de bien tomen el control político, económico, de la educación del lugar y de las actividades recreativas, de los niños principalmente nos imaginamos, pero sin la exclusión de los adultos. ¿Qué cabeza enferma evidentemente, puede suponer que un hombre que ha demostrado plenamente que se encuentra consagrado a su apostolado, pueda siquiera imaginar una matanza entre hermanos, igualmente un levantamiento para asesinar a unos hombres, así sean delincuentes? ¿Cómo podría un hombre que ama Dios sobre todas las cosas, faltar al quinto mandamiento que prohíbe matar?
Y es que hablar con la verdad (Juan 8.32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres), en todos los órdenes de la vida incomoda a muchos, por eso, en el caso concreto de Felipe Carrillo Puerto también incomoda a los intereses oscurantistas. Cuando el Sacerdote pide en el escrito que no exista más gente armada en el lugar, los principales responsables de que deambule gente armada ahí, lógicamente son los gobiernos en los tres niveles, porque han demostrado fehacientemente su incapacidad para brindar seguridad a los habitantes, no nada más de la ruana, sino de todo lo largo y ancho de la geografía michoacana, seguridad a sus patrimonios además, un gobierno incompetente para ejercer su obligación monopólica para que se haga efectiva la administración y aplicación de la justicia. ¿Qué tiene de raro que el Padre José Luis Segura Barragán pida que el gobierno cumpla con su obligación constitucional? ¿Qué no acaban de decir en Zamora que Michoacán ya es otro diferente al de hace apenas un par de años? ¿No dijo el gobernador Silvano Aureoles Conejo que en Michoacán en adelante no se iban a permitir grupos armados al margen de la ley? ¿Por qué incumple a su palabra cuando afirmó que estas personas serían encarceladas?
Yo creo que el desear que el pueblo de la ruana sea libre, además de parecerme justo y necesario, habla de un hombre que seguramente tiene muy presente a Moisés, por eso, también simbólicamente existen las resistencias de este pueblo como las hubo entonces, porque tal vez prefieren seguir siendo esclavos del crimen organizado.
El gobierno federal tiene la ineludible obligación de investigar lo señalado por el Padre José Luis Segura Barragán, un hombre indudablemente virtuoso, que se conduce siempre de manera honesta, discreto y con la humildad a que ha convocado el Papa Francisco.
Contador y analista político
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