Riesgo en las Redes Sociales, y nosotros con venda en los ojos

 

 

Silvia Chávez Manilla

 

 

La primera vez que vi El dilema de las Redes Sociales (RS), producido por Netflix, fue hace como dos años, quedé impactada, sin embargo, en esta ocasión estuvo más fuerte porque fui tomando notas, escribí las frases que llamaron mi atención, lo cual hizo que tomará consciencia de lo que está en juego.

 

De hecho, juego es lo que la gran mayoría cree que son, en realidad atrás de las RS está toda la intención de una red de manipulación y control, y lo peor es que ningún gobierno está haciendo algo al respecto (legislar), aunque capaz son parte de la extensa población mundial que navega con bandera blanca. Les daré el beneficio de la duda.

 

Lo que en un inició fue un proyecto universitario, se convirtió en un negocio multimillonario donde los conejos de laboratorio somos los seres humanos. Y desde principios de los 2 miles, a la fecha, la ingeniería en sistemas ha tomado vida propia y nuestra salud mental se vende al mejor postor.

 

Las Redes Sociales (RS) son un arma bajo botarga de paloma blanca, son un enemigo silencioso, que nos vigila a todos, que nos escucha y nosotros les entregamos nuestra información gratis. Es más, les encargamos a nuestros hijos sin chistar y dirás, “lo mismo hacían nuestros padres con la televisión”; sí, la diferencia es que están siendo preparados para satisfacer inmediatamente sus necesidades, para no saber socializar, para permanecer aislados, ensimismados, para ser más valiosos conectados que experimentando la vida.

 

Resulta que los ingenieros —bajo “técnicas de crecimiento acelerado”—, están utilizando herramientas para detectar nuestras emociones en tiempo real; prácticamente están hackeando nuestra mente para predecir nuestros siguientes pasos. Estos grandes emporios, nos rastrean, miden absolutamente todo lo que hacemos en la internet, saben cuánto tardas viendo un anuncio, qué noticias te interesan, saben cuál es tu neurosis, tu personalidad. Hoy por hoy, tus emociones tienen etiquetas con signo de pesos. Explotan las vulnerabilidades de las personas; usan la tecnología en nuestra contra.

 

Encontraron la fórmula para mantenernos enganchados. En un futuro serán los ahora pequeños, hoy son los adolescentes jóvenes quienes presentan problemas para entrar en contacto con sus iguales. “Plantaron en el tronco cerebral un hábito inconsciente para programarte desde un nivel tan profundo que ni siquiera lo notas”, señala en el documental, Tristan Harris, especialista en ética de la tecnología y director ejecutivo y cofundador del Center for Humane Technology, quien al principio de su carrera, trabajó en Google.

 

Asimismo, la Dra. Anna Lembke, directora de la escuela de medicina en adicciones de la Universidad de Stanford, expresa: “Las redes sociales son una droga, estamos programados biológicamente para conectar con otras personas lo que genera dopamina en el campo de la recompensa, y las RS pontencian esta situación, así que son potencialmente adictivas”.

 

Tu atención es monetizada, entre más tiempo pases viendo la pantalla, más ganan los de Palo Alto: Google, Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter (X), Pinterest, etc. Estos, en conjunto, también están manipulando, con ayuda del algoritmo, la información que recibes, lo cual quiere decir, que aunque consultemos el mismo medio, cada uno recibimos distinta información (polarización), lo cual se traduce en que los hechos reales quedan relegados en un rincón, y en que la posibilidad de llegar a acuerdos se desvanezca. “De la era de la información, a la era de la desinformación”.

 

Por lo menos, antes cada quién elegía su periódico o noticiaro y todos los que se acercaban a esos medios obtenían los mismos datos, hoy, además, estallan la bomba y nadie supo dónde quedó al tercer día, las noticias se van con la misma velocidad que llegan.

 

En el documental uno de los entrevistados dice: Hay un problema en la industria de la tecnología y no tiene un nombre; yo lo nombraría: falta de ética, pues sin piedad se está distribuyendo información falsa. Lo cual está afectando la democracia, pues en las RS se suelta información (mediante pagos) a diestra y siniestra y la gente cree que está informada. Sino acordamos qué es verdad, no habrá consciliación y eso es un problema.

 

Asimismo, está incrementando el número de casos de depresión y suicidio en adolescentes y adultos jóvenes, derivado de la falta de “me gustas”, traducido en la continua búsqueda de aprobación en un ámbito que promueve la apariencia y la falsedad, el perfecto escaparate del ego. En este rubro, cantidad de chicos son presa fácil, pues tampoco podemos decir que encuentran tiempo de calidad en sus hogares.

 

Harris, también manifiesta:  Si algo es una herramienta, espera a que la descubras, si algo no es una herramienta, te seduce, te manipula, se acerca a ti, es gratuita para obtener algo.

 

Le estamos vendiendo el alma al diablo y sin costo alguno.

 

 

Sobre Silvia Chávez Manilla 15 artículos
Licenciada en periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, posgrado en psicoterapia Gestalt Relacional por el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt y formación en Grupos Terapéuticos por el Círculo de Estudios en Terapia Existencial.

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