René Vega Giles
Dos muertos y dos heridos, dejó una balacera en pleno centro de Cuernavaca aproximadamente a las 10 horas de este miércoles, en donde el agresor fue detenido por integrantes de los medios de comunicación.
Maximilano Hernández Muñoz de 22 años de edad y vecino de la colonia Carolina, de la capital morelense, descargó el arma que portaba, una 38 Súper –primero- contra el empresario Jesús Castillo Bejarano, cuyo hijo fue asesinado hace tres años.
Posteriormente, atacó a Roberto y Jaciel Castrejón, ambos hijos del dirigente cetemista Roberto Castrejón, y al periodista René Pérez; el primero en mención al final murió y los dos últimos permanecen en estado de salud estable.
Los hechos ocurrieron cuando el empresario y los dirigentes de los comerciantes semifijos del primer cuadro de la ciudad realizaban una protesta, porque fueron excluidos de una reunión que sostenía la secretaria de Desarrollo Económico y del Trabajo, Cecilia Rodríguez González con demás organizaciones y mandó a cerrarles la puerta del Palacio de Gobierno.
Jesús Castillo Bejarano y los hermanos Roberto y Jaciel Castrejón fueron atacados en los momentos precisos que otorgaron una entrevista, en la que al tratar de detener al agresor, el camarógrafo René Pérez fue agredido.
En el lugar murió Castillo Bejarano, a pesar de los intentos del coordinador de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Estado de Morelos (CIDHEM), José Martínez Cruz, de pretender salvarlo.
Sobre la calle de Gutermberg, a un costado del Palacio de Gobierno, Roberto Castrejón quedó gravemente herido al recibir una bala en el cuello, mientras su hermano Jaciel tuvo el impacto en los testículos.
El agresor huyó sobre la plancha y la entrada del Palacio de Gobierno, tras disparar seis balazos más, fue detenido por dos periodistas locales y los elementos de la Policía del Mando Coordinado llegaron solamente para esposarlo y trasladar a Maximiliano Hernández a una oficina de la sede del Poder Ejecutivo de Morelos.
20 minutos después de los hechos al lugar arribaron las ambulancias del gobierno estatal, 40 minutos después elementos del Ejército Mexicano y tres horas más tarde los peritos de la Fiscalía General del Estado de Morelos.
Los compañeros reporteros señalan que en realidad fueron dos agresores, uno huyó sin problemas hacia el norte del Palacio de Gobierno, al pasar desapercibido por los más de 20 elementos de la policía que presuntamente vigilan la zona.
Después de los hechos y al conocer el deceso de su hijo, el líder cetemista Roberto Castrejón Ocampo, acusó al dirigente del Nuevo Grupo Sindical, Bulmaro Hernández Juárez, y a sus hijos de ser quienes propiciaron la muerte del empresario y su vástago.
En un video en su cuenta de twitter, afirmó que no fue un acto de guerra entre mafias de delincuentes, pero advirtió que habrá respuesta al ataque contra quien fuera el sindicato protegido por el gobierno de Graco Ramírez durante su gobierno en Morelos.
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