YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Apatzingán, Michoacán; 26 de Septiembre de 2016.- Hace tiempo que en México parece que se ha superado considerablemente la discriminación hacia las personas cuyas preferencias sexuales se encuentran enmarcadas en lo que se ha dado en llamar LGBTTT, por sus siglas, es decir que son lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis y transexuales, sin embargo aún persiste la llamada homofobia que, es el rechazo, desprecio y discriminación hacia las personas que son lesbianas, homosexuales o bisexuales. La transfobia se refiere al rechazo, desprecio y discriminación hacia personas transexuales, transgéneros o travestis.
Es pertinente recordar que el artículo primero de nuestra vapuleada carta magna, prohíbe explícitamente cualquier tipo de discriminación. Hasta ahí parece que no había mucho problema, la situación se complicó cuando el presidente Enrique Peña Nieto, parece que fue en Mayo pasado, se le ocurrió mandar al congreso la iniciativa sobre los matrimonios para personas del mismo sexo, con la posibilidad de la adopción de infantes además. Fue cuando las iglesias no estuvieron de acuerdo de ninguna manera, más marcadamente la iglesia católica por cuestión lógica. De por sí las relaciones Iglesia-Estado no estaban muy amigables que digamos, así es de que se inició una guerra de papel, miles y miles de cuartillas se han escrito al respecto.
Y para abonarle más a lo anterior, el sábado 24 de los corrientes, se efectuaron dos marchas con estos criterios diametralmente opuestos, unas 700 personas en favor de la iniciativa presidencial, es decir la comunidad LGBTTT, y aquellos que se manifestaron en favor de las familias tradicionales, “para que con la ayuda del amor que en la sagrada unión del matrimonio juraron ante Dios poder hacerle frente a cualquier crisis y adversidad”, unas 20 mil personas según cálculos del gobierno de la Ciudad de México.
En medio de todo esto, todo indica que se han desatado los demonios y en la mira de los delincuentes se encuentran los sacerdotes católicos, 32 de ellos al menos, asesinados durante la última década, doce de los cuales han ocurrido en lo que va del actual sexenio. Pero lo que tiene verdaderamente inquieta y alarmada a la sociedad, es que de estos últimos, cuatro se efectuaron durante prácticamente la última semana.
A principio de la semana anterior, la sociedad de Poza Rica, Veracruz, se consternó con el vil asesinato de los presbíteros Nabor Alejo Jiménez y José Alfredo Suárez de la Cruz. Para atizar la hoguera el fiscal del estado hizo declaraciones en donde prácticamente se trató de una riña entre borrachos, con un robo de cinco mil pesos producto de las limosnas, mientras la iglesia católica por su parte declaraba que el móvil fue el robo en vista de que la escena de los hechos era de completo desorden.
El lunes 19 de los corrientes aquí en Michoacán, el presbítero José Alfredo Guillén López también sufrió un atentado, aunque fue a media semana cuando se dio a conocer a la luz pública. En esta ocasión fue nuestro gobernador Silvano Aureoles Conejo quien atizó el fogón, dijo que al prelado se le había visto la última ocasión cuando le compraron alimentos y refrescos, aún más, se pasaron unas imágenes en la televisión donde aseguraban que el sacerdote llegó a un hotel acompañado de un menor de edad, de inmediato se tejió la hipótesis de pederastia, aunque después las mismas fuentes recularon en vista de que las imágenes no eran muy claras y no podían afirmar que se tratara del cura, dijeron. Por su parte el arzobispo Alberto Suárez Inda, evidentemente afectado por lo ocurrido al interior de su iglesia, exteriorizó igualmente la tesis del robo, desafortunadamente se confirmó el asesinato del sacerdote.
Y ayer mismo en la delegación Coyoacán de la Ciudad de México, fue encontrado muerto el Pbro. José Francisco Sánchez Durán que contaba con 63 años de edad, en el interior de la iglesia Patrocinio de San José, el cuerpo presentaba 38 puñaladas, además de que el lugar estaba en completo desorden por lo que se cree que, una vez más el móvil fue el robo.
Es importante anotar que, los personajes LGBTTT, en lo que creemos es un error garrafal de su parte, la semana anterior se les ocurrió filtrar una lista de 38 purpurados que, según ellos practican la homosexualidad, incluido el vocero de la Arquidiócesis de México Hugo Valdemar que, aseguró que tal aseveración no tiene sustento y se dijo tranquilo.
Por su parte, el Papa Francisco envió un mensaje a los obispos mexicanos en el que reconoció el “empeño de la iglesia y de la sociedad civil a favor de la familia y de la vida, que en este tiempo exigen especial atención pastoral y cultural en todo el mundo”. Asimismo pidió “orar por el Papa, los obispos y los sacerdotes para que no cesen en su labor de anunciar el evangelio y repartir los dones de Cristo a los hombres”.
Asimismo la Iglesia católica se encuentra temerosa y desconcertada por la incapacidad del gobierno mexicano para brindarles la protección a que tienen como legítimo derecho, al igual que toda la población en su conjunto.
Desde luego que el tema en sí se presta para el debate, sin embargo en muchas de las ocasiones sale a relucir la intolerancia. Lo que es cierto es que en una gran mayoría, con las personas que hemos abordado el tema, se oponen principalmente a la adopción de infantes “porque tarde que temprano esos niños tendrán que preguntar quién es su papá y quién es la mamá”, dicen.
Y como es fácil de imaginar, las redes sociales también abordan con pasión el tema que dará para más.
Lo realmente preocupante es lo que viene ocurriendo al interior de la Iglesia católica, el estado tiene la ineludible obligación de esclarecer estos asesinatos, vengan de donde vengan. Y debe quedar bien claro que los mexicanos no queremos verdades a medias porque serían también mentiras a medias, igualmente no queremos más verdades históricas, queremos saber la verdad a secas.
Contador y analista político
Los primeros 29 artículos de la Constitución General de la República, obligan al GOBIERNO FEDERAL, GOBIERNOS DE LOS ESTADOS Y MUNICIPIOS a respetar las garantías individuales y los derechos humanos pero no obligan a losparticulares. Como seres humanos tenemos el derecho a NO ACEPTAR NI SIMPATIZAR con otros seres humanos
Distinguido Francisco,efectivamente los primeros 29 artìculos constitucionales se refieren a las garantias individuales. El tercer pàrrafo del Art. Primero prohibe todo tipo de discriminaciôn, sin embargo tiene razôn cuando sugiere no aceptar ni simpatizar con otras personas, inclusive podemos aislarnos por completo y vivir en soledad si asi lo deseamos.
Le agradezco el comentario.