Josué Guzmán Casarrubias
Cientos de personas de más de 80 organizaciones civiles del estado de Morelos salieron esta mañana en caravana con dirección a la residencia oficial de «Los Pinos» para exigirle al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que las policías federales sean las encargadas de la seguridad en el estado además de exigir la salida de Graco Ramírez y del Comisionado Estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra.
Abogados, transportistas, empresarios, organizaciones civiles adheridas al Frente Social «Gustavo García Aragón» iniciaron su recorrido al rededor de la 8:00 de la mañana comenzando de la Paloma de Paz a la residencia oficial de Los Pinos, portando lonas en la que expresaban su descontento por la fuerte ola de violencia que se ha desatado en la entidad.
Gerardo Becerra Chávez Hita, vocero de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC) e integrante de este frente, dijo que la solicitud de la presencia de fuerzas federales se debe a que el Mando Único no ha podido combatir la inseguridad en el estado, y que la gente desconfía de ellos.
«No solamente es que sean incapaz para combatir la inseguridad, sino que la gente considera que están coludidos con los delincuentes, todo pareciera que ellos no nos están protegiendo de la delincuencia organizada, todo pareciera indicar que ellos son la delincuencia organizada, ya es una situación muy parecida a lo que sucede en el estado de Guerrero. Por eso le estamos pidiendo al presidente de la república a que sean las fuerzas federales los que tomen el control en el estado», recalcó.
Agregó que en la carta que le harán llegar a Enrique Peña Nieto, le solicitan la salida de Jesús Alberto Capella y del mandatario estatal, además de un cambio en el modelo del Mando Único, pues no han cumplido su obligación de combatir la delincuencia.
Por último, señaló que será el presidente quien determine si mandará a la Policía Federal, Gendarmería o en caso de que sea necesario a los militares y la marina, sin embargo, dijo que deberá ser una respuesta rápida, ya que «el tiempo que se tarden, en Morelos seguirá corriendo la sangre, por eso tiene que ser de inmediata la contestación», sentenció.
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