René Vega Giles
Entre adeudos y multas por mal uso de las prerrogativas públicas que recibe la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Morelos está considerado en quiebra financiera, incluso con la posibilidad de que les sean cortados diversos servicios que recibe.
Varios de sus activos son para el pago de trabajadores, quienes también dejaron de percibir prestaciones sociales ante los pasivos que mantienen con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Después de haber logrado el quinto lugar de las preferencias electorales en Morelos, además de dejar en obtener los apoyos de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), los priístas dejaron de percibir más de seis millones de pesos anuales de los recursos públicos.
De hecho, la presidencia estatal de Alberto González Martínez estaría en renovación después del mes de agosto que llegue la del CEN del PRI, basados en generar nuevos cuadros y una recuperación electoral.
Sin embargo, los resultados del tricolor en las últimas elecciones en los estados de Puebla, Baja California y Quintana Roo le restaron votos, como en Morelos militantes.
El CEN del PRI estaría dispuesto a perder su registro en Morelos, por las diferencias entre sus corrientes internas y porque representa menos del cuatro por ciento de la votación nacional.
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