Josué Guzmán Casarrubias
Con pancartas en mano, un grupo de comerciantes adheridos al Nuevo Grupo Sindical (NGS) irrumpieron la sesión de cabildo para exigir una audiencia con la síndico en funciones de presidenta municipal, Denisse Arizmendi Villegas, para denunciar actos de corrupción cometidos por los inspectores de gobernación, y exigir acciones inmediatas ante el incremento del comercio informal.
En medio de gritos, los comerciantes ingresaron al salón de cabildos -ubicado al interior del ayuntamiento de Cuernavaca- con la intención de cerrar los accesos hasta tener una reunión con la síndico, quien al notar las intenciones de los comerciantes, dictó un receso a la sesión de cabildo para abandonar el lugar resguardada por elementos de seguridad y sus trabajadores.
Luego de 20 minutos, a través de una llamada telefónica, instruyó al secretario general del ayuntamiento, Samuel Sotelo Salgado para suspender la sesión, lo que provocó el enfado de los comerciantes llevándolos a tomar la decisión de bloquear la avenida Morelos a la altura de la Calle Motolinía y Mariano Abasolo.
Después de casi media hora, y sin algún argumento, los comerciantes decidieron retirar el bloqueo que provocó caos vial en el centro de Cuernavaca.
Es de mencionar que ninguno de los manifestantes accedieron a hacer pública la razón de su protesta, bajo el argumento de que no eran los responsables de dar la información y que esperaban a que llegara su líder para que diera declaraciones. Por esta razón, la información obtenida fue en base a los mensajes que estaban escritos en las pancartas y las consignas que gritaron en repetidas ocasiones.
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