YO ACUSO
Armando Vargas Mora
Los habitantes de Tepalcatepec, Michoacán, se han distinguido por ser un pueblo luchón, organizado y combativo en tratándose de las causas más elementales como son la aplicación irrestricta del Estado de derecho, distinguiéndose además por haber sido la cuna de las autodefensas en contra del yugo de los Caballeros Templarios.
En estas condiciones fue que hace tres años, el pasado cinco de este mes para ser más exactos, nuestros hermanos de esa población, cansados de las injusticias cometidas tanto de la propia comisión federal de electricidad como del ayuntamiento, es que decidieron no más a los pagos de los recibos que muy puntualmente les entregaban. Y es que realmente tienen sobrados motivos para actuar de la manera como lo han venido haciendo reiteradamente durante los últimos tres años como apuntamos.
Los argumentos de la ciudadanía son más que valederos por las siguientes razones: Hace ya muchos años que la C.F.E. de un plumazo decretó en la región de tierra caliente un invierno inexistente y por lo mismo, durante décadas se viene aplicando de manera unilateral la llamada “tarifa de invierno”, evidentemente mucho más cara que la aplicable en lugares cuyas temperaturas oscilan de entre los 35 o 40 grados centígrados o más, es decir la tarifa de verano, como es el caso de esta región. Esta práctica es durante seis meses del año.
Por lo anterior está plenamente justificado y fundamentado el movimiento de los CIUDADANOS (así con mayúsculas) de Tepalcatepec. Cabe hacer notar que el Código Fiscal Municipal señala como pleno derecho de los ayuntamientos, para cobrar a todos aquellos individuos, personas físicas o morales, que se coloquen en lo que el mismo código y leyes tributarias consideren como hecho generador de los créditos fiscales municipales, hasta por un lapso de cinco años anteriores, pero igualmente se ve el fisco municipal en la obligación de retribuir a los contribuyentes por todos aquellos cobros que se hubieren hecho exactamente por el mismo término, es decir por cinco años. Por lo anterior, sobra decir que con base en ese criterio, tanto la C.F.E. como el ayuntamiento tienen la obligación de retribuir o compensar todos los excedentes que los consumidores indebidamente pagaron, hay que recordar que la C.F.E. sirve como retenedora. Pero no nada más eso, sino que dadas las circunstancias actuales, debe dársele a la situación una salida política en donde los ciudadanos de Tepalcatepec no salgan afectados por ningún motivo, sus habitantes dicen NO MÁS TARIFA DE INVIERNO EN TODA LA REGIÓN DE TIERRA CALIENTE.
Otro de los objetivos es la derogación definitiva de lo que “la autoridad” municipal ha dado en llamar “derecho de alumbrado público” contemplado en las leyes de ingresos municipales del estado de Michoacán, avalado como es de suponer por el propio congreso del estado que está impedido constitucionalmente para legislar en materia energética, tal se desprende del artículo 73, Fracción XXIX, párrafo 5º, inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que señala como facultades exclusivas del congreso federal legislar en materia energética. Violar la Constitución por quien debería ser garante de la preservación del estado de derecho es un contrasentido, lo anterior incuestionablemente fue una de las razones que llevó a los habitantes de Tepalcatepec a tomar las medidas que consideraron pertinentes y que, está plenamente justificado y se mantienen en pie de lucha después de tres años.
Hay que recordar también que el Articulo 115 de la mencionada Constitución, impone a todos los municipios de la república la obligación de brindar seguridad a sus habitantes, y una de las medidas de seguridad es precisamente el alumbrado público, legítimo derecho, además todos y cada uno de los mexicanos pagamos impuestos y por lo mismo aspiramos a la seguridad; de esos impuestos, el gobierno federal los devuelve a los municipios a través de las participaciones federales que, a su vez se deben aplicar y traducirse en obra pública, es decir, en bienes y servicios públicos como son precisamente el alumbrado público, la recolección de basura, fuerza pública etc…
Los vecinos de Tepalcatepec saben organizarse y planificar sus acciones en beneficio de sus habitantes, por eso desde un principio en su campamento no faltó nada, desde lo más elemental que es la preparación de alimentos para quienes ahí han hecho las guardias, las reuniones periódicas, inclusive han hecho frente cuando así lo amerita la ocasión, a la misma fuerza del estado y a los empleados de la C.F.E. que han pretendido cortarles el suministros de energía eléctrica.
De verdad que nuestros hermanos de Tepalcatepec son un ejemplo a seguir, han cumplido ya tres años en pie de lucha. Tal vez por eso ya se han sumado a esta medida los vecinos de Jilotlán de los Dolores, Jalisco, Felipe Carrillo Puerto y otras localidades cercanas a Tepalcatepec que en la actualidad no pagan los recibos que les enviaba la comisión federal de electricidad, así nos lo han informado nuestras fuentes dignas de crédito.
Por último, quiero hacer mención que aquí en Apatzingán, a mediados de Febrero de 2015, un grupo de personas lideradas por Rafael Murguía Amezcua (Q.E.P.D.), a través de la organización denominada “Unidos por el Bienestar de Tierra Caliente”, A.C., hicieron una toma simbólica de las instalaciones de C.F.E. ubicadas a la salida a Uruapan y en Emiliano Zapata de la Colonia Aviación. La finalidad era la derogación del famoso derecho de alumbrado público y terminar con la llamada tarifa de ese “invierno” fabricado únicamente en las mentes de personas que tal vez nunca hayan visitado este infierno.
El movimiento de Rafa Murguía duró unos diez días, suficientes para que, según me comentó en ese tiempo, enviados de gobernación y de la misma comisión federal de electricidad, se dedicaron a intimidarlo y amenazarlo, lo anterior, aunado a que los apatzinguenses hace mucho quedamos eunucos, dicho movimiento abortó y a la fecha pagamos la tarifa de ese invierno que dura seis meses según C.F.E., el impuesto al valor agregado y el anticonstitucional derecho de alumbrado público. Y todos felices, contentos, agachados y empinados.
Contador y analista político
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