El Jabonero
Por: Gerardo Becerra Chávez de Hita
Grave, no, gravísimo lo que sucede con las fosas clandestinas que el gobierno de Morelos cavó en Tetelcingo, Morelos. No son las fosas normales que un grupo delictivo hubiese hecho en cualquiera de los estados de la República, no, se trata de cavidades hechas por el gobierno de una Entidad Federativa con la finalidad de sepultar, sin ningún apego a la ley, y de los protocolos nacionales e internacionales, a ciento cincuenta osamentas que supuestamente se encontraban en calidad de desconocidas en el SEMEFO de la Fiscalía General de Justicia de Morelos.
Lo más grave de todo lo anterior, que pareciera sacado de una de las novelas de suspenso de Alfred Hitchcock, es que el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, no haya manifestado nada al respecto y muy a su estilo trasnochado, mejor acepte ir a promover a candidatos de su partido, el PRD, a las próximas elecciones del domingo 5 de junio, como si con ello las familias de los ahí sepultados en forma irregular —en el mejor de los casos— se callaran y no siguieran externando su dolor y enojo a los cuatro vientos, incluido en ello la prensa nacional e internacional que ponen al gobierno de Morelos como uno que no respeta los derechos fundamentales de las personas.
¿Quién fue el causante de tal atrocidad, quiénes tomaron esa decisión arbitraria totalmente fuera de la legalidad? ¿Acaso en las fosas de Tetelcingo se oculta el fantasma de Ayotzinapa? No se nos olvide a los Morelenses que Graco presumía a diestra y siniestra su amistad con el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, el cual debiera de estar tras las rejas por su omisión o colusión en los terribles hechos de septiembre del 2014 en Iguala y que cobraron la vida de cuarenta y tres estudiantes a los cuales se busca por cielo, mar y tierra.
Que no se olvide que fue Graco el que un acto de frenesí gritó a voz en cuello, sitio en donde estaba presente Aguirre Rivero también: “Los Morelenses decimos con orgullo que Morelos es el municipio más de grande de Guerrero”. Sé que para muchos de mis amables lectores esto no sería más que una de las tantas sandeces que el tabasqueño, que todavía gobierna Morelos, ha dicho, sin embargo en ello se demuestra con claridad la relación, tal vez de complicidad, que estos dos tenían en ese tiempo, anterior a la tragedia de Iguala y que pudo en su momento, ser motivo de complicidades mutuas en el quehacer de gobierno, de ahí que no sería nada raro que brincase en Tetelcingo el espíritu de algún estudiante de Ayotzinapa.
El que el “Alto Comisionado de la Naciones Unidas en Derechos Humanos” se haya apersonado en las fosas clandestinas no es producto de la casualidad y mucho menos fue porque el rector Alejandro Vera los haya llamado, más bien lo que se lee en esta presencia tan importante, es que existe una preocupación real del más alto organismo mundial de los derechos humanos respecto a lo que ahí sucedió. No se olvide que hace apenas unos días —16 de abril del 2016— el Presidente Peña Nieto fuera orador especial a favor de la regulación de algunas drogas y ahí, se dice, el Secretario General de la ONU le habría externado la enorme preocupación por el asunto de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Tetelcingo es sin duda una acto reprobable del gobierno de Morelos, por donde se le vea, pero más reprobable es que el mismísimo secretario de gobernación, Osorio Chong, haya venido a Morelos a darle un espaldarazo mediático a quien ha puesto a Morelos de rodillas ante la delincuencia organizada, lo ha endeudado, lo ha decrecido y lo tiene al borde de confrontación con las autoridades. El haberle venido a apoyar fue un acto inmenso de insensatez de Osorio Chong. Graco no le ayuda a nadie, mucho menos al PRI o a su partido, el PRD, que lo ve como un lastre para el 2018.
En fin, corrupción, violencia, colusión, decrecimiento y confrontación son solo algunas partes de la herencia que dejará el PRD a su violento paso por la gubernatura de Morelos. Un partido que permitió que su gobernante en Morelos se hinchara los bolsillos de dinero, igual que los familiares más cercanos a él.
Tetelcingo, la violencia y la corrupción serán los espectros que seguirán a Graco después de que deje la gubernatura. Si el tabasqueño cree que los morelenses no le cobraremos a él, su familia y a la pléyade de juniors ladrones que lo acompasaron en su gobierno lo que se han robado del erario está totalmente equivocado.
JABONAZO
El Padre Solalinde viene hoy a Tetelcingo. Gobernador panteonero le dice a Graco. A ver si pronto no le cambia el mote y le llama: Gobernador asesino. Solo eso le falta.
Empresario, columnista, líder social y ex consejero de Coparmex, Canaco y Canacintra.
Hola Gerardo, muy interesante el artículo. En efecto, muy grave que el gobierno estatal haya permitido y utilizado esas fosas. Entre otras razones, por tratar de maquillar las cifras de criminalidad y ocultar la realidad.
Un saludo desde Guadalajara.
Todo muy cierto, y nosotros los morelenses, desunidos como siempre….y que va a pasar con el próximo que venga…. Lo mismo.