René Vega Giles
La Diócesis de Cuernavaca denominó como una nueva droga peligrosa el uso excesivo de los celulares que causa enajenación ene jóvenes y hasta en adultos, que exageran del uso de las redes sociales.
En el marco del inicio de la Semana Santa, la curía morelense lamentó que haya instrumentos de comunicación que causen falta de la misma, sobre todo entre jóvenes.
El teléfono móvil es una droga, que conforme al mensaje de la Diócesis de Cuernavaca, porque provoca que sus usuarios sean seres autistas, solitarios y desde así también sean manejados otros temas peligrosos para la sociedad.
La grey católica enumeró que los delitos más cometidos a través de las redes son la prostitución, la extorsión y el secuestro virtual hacia quienes los usan de manera exagerada.
Pero también desde ahí hay grupos de enajenación que con retos provocan el suicidio de los jóvenes, sobre todo de los adolescentes que suelen caer en las trampas de sus interlocutores.
La droga del siglo 21 para la iglesia católica también ha provocado la separación de las familias con la falta de convivencia, el de platicar directamente entre esposos, padres e hijos y algunos más.
Son comunicaciones que valen la pena cuando saben utilizarse, pero comúnmente también el uso de las redes sociales son para agredir a otra persona, deformar su imagen y generar divisionismo entre las comunidades.
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